Archivo Histórico: Documentos

Partido Socialista Popular

Documentos PSP

La enseñanza media y la liberación nacional. 1º Seminario de Estudiantes Secundarios

LA ENSEÑANZA MEDIA Y LA LIBERACION NACIONAL

PRIMER SEMINARIO DE ESTUDIANTES SECUNDARIOS DEL PARTIDO SOCIALISTA POPULAR - CÓRDOBA 1973

 

EDUCACIÓN Y ENSEÑANZA

Si nosotros nos preguntamos dónde se educan el niño y el joven de nuestro pueblo, inmediatamente surge como respuesta: se educan en la escuela o en el colegio. Pero la verdad, sin embargo, es otra. Allí no se educa, simplemente se instruye.

La diferencia entre enseñanza y educación es clara, razón por la cual nos detendremos a analizar qué entendemos por educación y por enseñanza.

El vivir y compartir la vida en sociedad origina un cúmulo de relaciones, relaciones con los demás individuos, con el medio físico y con el medio social. A través de éstas, el hombre adquiere conocimientos, desarrollando capacidades que le posibilitan un mejor desenvolvimiento. A su vez, la experiencia acumulada mediante la reiteración de las relaciones enunciadas, le permitirá incidir sobre si mismo, sobre los demás hombres y sobre el medio físico.

Este proceso que actúa sobre el hombre y que se da gracias a él, está compuesto por las relaciones que éste genera. Comienza con el nacimiento y termina con su muerte. Esto es educación.

Cuando hablamos de enseñanza, no nos referimos al proceso amplio que definimos anteriormente, sino a un proceso que vive el hombre en una determinada etapa de su vida y que está organizado o sistematizado a través de una institución llamada escuela.

 

NUESTRO SEMINARIO

Hoy, en nuestro país el sistema educacional y específicamente la enseñanza media nos ofrecen muy poco de lo que definimos como educación. Una de nuestras tareas consiste en acercar la enseñanza a nuestro concepto de educación, es decir, acortar la distancia existente entre la enseñanza y la educación.

Para eso estamos reunidos hoy aquí, así como para estudiar conjuntamente cómo podemos hacer jugar a la enseñanza media el papel que le corresponde en el proceso de LIBERACION que libra nuestro pueblo.

 

QUIEN FABRICA LA EDUCACION

La escuela es el instrumento mediante el cual se pone en práctica la teoría educacional, y tiene como objetivo la formación del hombre, aunque a veces pensemos que ese objetivo no se cumple.

¿De dónde proviene la teoría educacional?

La teoría educacional depende del sistema económico que existe en cada país. En el nuestro, que es capitalista y dependiente (capitalista porque les medios de producción y de cambio están en manos privadas, y dependiente porque el desarrollo está subordinado a las necesidades da otro país, específicamente Estados Unidos, en la actualidad), podemos observar que hay intereses distintos que chocan entre sí y constituyen lo que llamamos la contradicción fundamental en Argentina: por un lado los intereses del imperialismo y sus aliados nativos y en el opuesto los intereses de las grandes mayorías de nuestra patria.

Para mantener su situación de privilegio el imperialismo y sus aliados nativos no solamente poseen el control de nuestra economía, sino que también llevan a cabo un proceso de penetración cultural a través de la radio, televisión, revistas. De este proceso no es ajena la escuela.

Por todo esto, es fundamental que empecemos a analizar la escuela, por lo que es y por la función que cumple.

De ella podemos estudiar muchos aspectos: su estructura, contenido, metodología empleada, organización, participación del estudiante.

Para analizar esta problemática es necesario partir de la organización, de lo contrario abarcaríamos los aspectos secundarios sin entrar en el núcleo del cual dependen estos aspectos.

 

LA ORGANIZACION Y EL OBJETIVO DE LA ESCUELA

¿Qué es ORGANIZACION? Cuando hay una tarea que realizar, un objetivo que alcanzar, todas las acciones deben orientarse al cumplimiento de ese objetivo. Para que ello ocurra y no se dispersen los esfuerzos, es imprescindible ordenar las tareas y distribuir las responsabilidades de las personas o sectores que están comprometidos en el cumplimiento de ese objetivo. Eso es organizar.

Actualmente, el objetivo de la escuela es informar y afianzar ciertos conocimientos para que luego el alumno continúe los estudios superiores o entre en el campo ocupacional, Para cumplir este objetivo, la escuela utiliza una organización de tipo vertical, donde se acatan las tareas enunciadas por la dirección, y cada una de las funciones que se realizan son interrelacionadas sólo por ella.

Si analizamos internamente la escuela de acuerdo con este criterio, comprobamos que está compuesta por la dirección, que tiene la función de planificar las actividades, los celadores, que están asignados específicamente a la tarea de controlar la disciplina, les profesores, cuya función es la de enseñar, los padres que participan a través de las cooperadoras y los estudiantes, que tienen el "deber" de concurrir al establecimiento a estudiar.

Esta descripción ayuda a comprender la organización que posee hoy nuestra escuela. Las tareas se cumplen sin ver que cada una de ellas se complementa con las otras, es decir que la ausencia de una puede llegar a alterar totalmente el normal funcionamiento del establecimiento.

En cambio, si la escuela persigue como finalidad desarrollar la capacidad creadora de los jóvenes a fin de que se formen como hombres comprometidos y responsables de la realidad en que viven, continúen estudiando o no, la escuela va a estar organizada de otro modo.

Para ello, se necesitará la participación de todos los sectores en la discusión y solución de los problemas, y se necesitará asimismo que cada sector cumpla con sus funciones específicas, pero que éstas sean conocidas y revisadas por todos.

Muchas veces hablamos de la necesidad de conocer la realidad de nuestro país. Es importante señalarlo y ya entraremos a su desarrollo, pero evidentemente no otorgamos el mismo énfasis al conocimiento de nuestro propio colegio.

Sólo mediante el conocimiento cabal de todas las tareas podremos llevar adelante y desarrollar nuestra institución, y sin olvidarnos que la escuela es parte de esa realidad que queremos conocer y a la que queremos transformar.

En virtud de lo expuesto, es evidente la influencia que tiene la organización en el proceso educativo. Es imposible transformar la escuela sin transformar primero su organización.

Para que la escuela alcance el objetivo que le hemos asignado, proponemos la participación de los estudiantes, de los docentes, de los padres y del director, en un gobierno por cada escuela.

 

POR QUE DEBEN PARTICIPAR LOS ESTUDIANTES EN EL GOBIERNO DE LA ESCUELA

La participación de los estudiantes en el gobierno de cada uno de los establecimientos es fundamental para ubicar a la enseñanza media en el proceso de Liberación Nacional. El objetivo de la escuela es formar al estudiante, por eso es indispensable su participación en el gobierno de la misma.

De los términos de la relación "alumno-profesor", el estudiante es el término principal; en la relación "enseñanza-aprendizaje"', él representa el factor más dinámico dentro del proceso educativo.

Debemos entender la relación enseñanza-aprendizaje como un fenómeno creador donde el estudiante juega el papel decisivo en la reelaboración de los conocimientos. Es también el término más importante, porque representa en la escuela un espectro social amplio, porque en general los estudiantes provienen de sectores distintos de nuestro país.

El estudiante garantiza y asegura el desarrollo de la escuela en cantidad y calidad. En cantidad luchando para que cada vez más estudiantes ingresen al ciclo medio, e interesándose en los aspectos que hacen al alejamiento de algunos estudiantes de la escuela, lo que comúnmente llamamos deserción escolar. En calidad, impulsando la participación de todos los estudiantes en el proceso de aprendizaje: de ese modo dejan de ser receptores para ser partícipes de la elaboración y control constante de ese proceso.

Este problema de la cantidad y calidad no va a depender de la actitud progresista o no de un directivo o de un profesor, sino de la lucha de todos los estudiantes. En general, están ajenos a cualquier tipo de interés que no sea el de aprender. Esto les permite actuar con libertad frente a todos los acontecimientos escolares. El participar dentro de la organización de la escuela, les exige adoptar una actitud de responsabilidad frente a su funcionamiento y mantenimiento, los hace responsables de la misma. Por ejemplo, si eligen los materiales de trabajo, indispensables para llevar correctamente el proceso de enseñanza-aprendizaje (color de las paredes, útiles, etc.), se sienten en la obligación de cuidar dichos materiales.

Por ser el estudiante secundario el término fundamental, como hemos dicho, de las relaciones que se establecen en la escuela, y el miembro más activo, es quien mejor puede detectar los problemas fundamentales que existen en la misma.

Por todo ello, los estudiantes deben participar en el gobierno de la escuela.

 

POR QUE DEBEN PARTICIPAR LOS DOCENTES EN EL GOBIERNO DE LA ESCUELA

El docente debe participar en el gobierno de la escuela porque conduce el proceso enseñanza-aprendizaje. Es uno de los términos de la relación en este proceso. Hay profesores que no asumen una actitud correcta frente a los estudiantes ya la realidad de la escuela, podremos modificar esta actitud a través de la participación activa y la discusión colectiva en el seno de cada clase y de cada colegio.

Es decir, que conocer no significa llenar la cabeza con elementos teóricos, muchas veces aprendidos de memoria, sino que conocer significa poder transferir y resolver en la práctica los problemas nuevos que se presenten.

Los profesores, equivocados o no, poseen años de experiencia en su actividad, muchos más que los estudiantes, y pueden colaborar eficazmente en la construcción de la escuela que anhelamos.

Debemos tener claro que es necesario sumar a todos los responsables de las actividades de la escuela, para llevar a cabo su transformación. De lo contrario los profesores pueden ejercer, por nuestra miopía, un papel de traba en este proceso.

 

POR QUE DEBE PARTICIPAR EL DIRECTOR EN EL GOBIERNO DE LA ESCUELA

El director es el responsable del funcionamiento de la escuela, tiene a su cargo la conducción del establecimiento. Es el vínculo entre la escuela y el Ministerio de Educación. Informa a los integrantes de la escuela las disposiciones del Ministerio y eleva a éste las aspiraciones de los integrantes de la escuela.

La tarea de un director puede o no ser eficiente, su designación puede haber sido realizada arbitrariamente; por ello, es necesario luchar para que este cargo sea desempeñado por directores que sepan realmente desenvolverse y ubicarse frente a la realidad del colegio y de los estudiantes.

 

POR QUE DEBEN PARTICIPAR LOS PADRES EN EL GOBIERNO DE LA ESCUELA

Los padres tienen que participar en el gobierno de la escuela porque son hoy quienes, a través del aporte económico, solventan el estudio de sus hijos. Su contribución directa a la escuela se realiza mediante el pago de una cuota anual a la cooperadora. Integrándolos en el gobierno los hacemos partícipes de todos los problemas de la escuela y de los estudiantes.

Actualmente los estudiantes secundarios viven una realidad que debemos analizar objetivamente; la falta de comunicación entre, padres e hijos. Si bien los padres no comprenden, en general, los problemas de sus hijos, tampoco se intenta entender cuáles son los problemas de los padres; muchas veces se desconoce el trabajo que realizan y qué otras actividades sociales desarrollan.

De este modo, mediante la participación de los padres perseguimos incrementar la comprensión entre ellos y sus hijos, y que los primeros comprendan cuál es la actividad escolar de aquéllos.

No hay que olvidarse, otra vez aquí, que durante este período de la vida existen dos centros de actividad: familia y escuela. Por intermedio de la participación de los padres, deben combinarse estos dos centros de actividad. Por su parte, a través de esta participación, la escuela penetra en los problemas de la familia.

Si aceptamos que la escuela de nuestros días no forma correctamente al estudiante, no podemos dejar de reconocer que muchas veces la familia, por toda la realidad socio-económica en que se desenvuelve, no otorga a sus hijos los elementos formativos suficientes.

Por ello, es muy importante que la escuela tenga una Incidencia real en la familia, y podemos lograrlo a través de la participación de los padres.

Debemos tener presente que los padres forman parte de las grandes mayorías de nuestro pueblo: es el trabajador de la fábrica, el propietario, el pequeño comerciante, el pequeño industrial, la ama de casa, quienes participarán en los problemas de la escuela y quienes junto con sus hijos, formarán parte del futuro frente del pueblo para lograr la Liberación Nacional.

 

LOS OBJETIVOS DEL GOBIERNO DE LA ESCUELA:

Para que la escuela esté al servicio de las mayorías nacionales, debe desempeñar su gobierno con determinados objetivos. Entendemos que los mismos deben ser:

1) Poner en práctica la política educacional dictada por el gobierno nacional;

2) Elevar críticas, proyectos de modificación o reformas sobre los planes de estudio vigentes;

3) Mantener contacto, o vinculación activa o informativa, con las dependencias educacionales del gobierno nacional;

4) Planificar y verificar la actividad administrativa de la escuela y asegurar periódicas Inspecciones que verifiquen el manejo de fondos y la utilización de muebles y útiles;

5) Ejercer la facultad disciplinaria;

6) Propender a lograr la formación integral de los estudiantes;

7) Incrementar y jerarquizar, al nivel debido, la educación física, asegurando para ello el funcionamiento de gimnasios y campos de deporte;

8) Desarrollar la obra social para los estudiantes, que comprenda: exámenes preventivos periódicos, asistencia médica becas, residencias estudiantiles para los provenientes del interior, comedores y descuentos especiales en el transporte, en el acceso a actividades culturales y en la adquisición de elementos destinados a desarrollar la formación cultural;

9) Promover la vinculación de los estudiantes con el trabajo productivo;

10) Realizar un relevamiento de la zona de influencia de la escuela, orientado a obtener el mejor cumplimiento de sus objetivos específicos;

11) Publicación de un boletín periódico destinado a informar a los integrantes de la escuela y a los padres de los alumnos sobre la actividad de la misma.

 

ESCUELA Y REALIDAD

Entre las actividades que se realizan en nuestra sociedad y los conocimientos que imparte nuestra escuela no existe prácticamente ningún tipo de vinculación, como si en realidad no se comprendiera que, justamente la instrucción impartida por la escuela, puede darse gracias a la actividad creadora y transformadora del hombre en la sociedad, durante siglos de historia.

¿Cómo modificar esta situación? ¿Cómo transformar esta institución cerrada y autónoma, al margen de la realidad, para que pueda participar en el proceso de liberación nacional?

Hay que abrir la escuela a la vida, hay que hacer de la escuela y de la vida una sola cosa. Esto significa que la escuela debe ser participe de los problemas que se plantean en la realidad.

Es imposible que dentro de la escuela no se permita discutir acerca de nuestra propia realidad, que no se pueda analizar por qué nuestro país es capitalista y dependiente, o aún la situación interna del establecimiento. En suma los problemas sociales, económicos, políticos y culturales deben ser analizados y debatidos día a día por todos los integrantes de la escuela. Esta debe volcarse a su medio, constantemente, junto con los demás sectores que forman parte de la sociedad, para esclarecer problemas, aportar soluciones y ofrecer su trabajo.

Además, de este modo la sociedad comenzaría a observar a la e cuela no sólo como un recinto en donde se enseña a los jóvenes, sino como un sector mas que colabora con la vida social. Es por ello que la escuela puede ser criticada como cualquier otra institución. No solos los especialistas están autorizados para ejercer la crítica. Por ser parte de nuestro pueblo, éste es quien debe convertirse en el transformador de la educación.

Quien tiene que decidir acerca de cómo debe ser nuestra escuela, es el pueblo, los especialistas podrán aportar datos, instrumentos y criterios científicos, siempre y cuando, como trabajadores de la educación, participen del proceso histórico que libran los sectores mayoritarios de la Argentina. De lo contrario, sí su técnica no se enmarca en ese contexto puede ser usada con fines que se opongan a los intereses de nuestro pueblo y, por lo tanto, la desechamos.

 

LA ESCUELA Y SU PARTICIPACIÓN EN EL PROCESO DE LIBERACIÓN NACIONAL

Es indudable ya, a esta altura de nuestro análisis que la escuela puede participar en el proceso de liberación nacional, y no sólo puede sino que es una de nuestras responsabilidades la concreción de este objetivo.

Al tener como función primordial la formación de los jóvenes de nuestra patria la escuela es un elemento poderoso y fundamental para tener a nuestro país sometido o para transformarlo de dependiente en independiente.

El objetivo político de las grandes mayorías de nuestro país es la liberación nacional Si la escuela participa en el proceso de liberación nacional, abordando directamente los problemas reales y concretos que vive todo el pueblo argentino, se da una coincidencia entre el objetivo de las grandes mayorías nacionales y el objetivo de la enseñanza.

Es por ello que la transformación que proponemos no puede darse de arriba hacia abajo, por decreto, pues estaríamos reemplazando una forma de organización por otra. La escuela secundaria que describimos anteriormente será lograda con la participación de todos los sectores que la integran y, fundamentalmente de los estudiantes.

La actitud pasiva del estudiantado debe ser modif¡cada. Hay que discutir con nuestros compañeros acerca de la importancia de adoptar una posición correcta frente al conocimiento. Debemos comprender que el conocer no significa recibir sino descubrir y para ello es necesario participar activamente.

Muchas veces justificamos nuestra pasividad planteando que es imposible realizar algo por culpa de los programas, del método o del profesor. Buen justificativo. Pero resulta que el profesor aplica ese método o ese contenido porque a él se lo enseñaron así. Si no aplica otro método o no desarrolla otro contenido es porque no lo conoce. Y entonces ¿de dónde parte la fuerza generadora capaz de hacer que la enseñanza media se integre al proceso de Liberación Nacional: del método, de los programas, o de nosotros los estudiantes que interpretamos cómo debe ser la escuela que anhelamos para nuestro país?

Debemos comprender y hacer comprender que la presencia en la tarea significa participar, porque es imprescindible nuestra colaboración para adquirir un conocimiento nuevo y hacer realidad Una nueva escuela.

EL HOMBRE QUE DEBEMOS CREAR

La escuela es la responsable de ejercer un papel decisivo en la formación de la personalidad humana. Producir un hombre nuevo es la actividad más apasionante, es el problema más complejo y más difícil que tienen los hombres sobre la tierra, podríamos decir que es mucho más difícil que transformar el propio sistema social.

A pesar de su dificultad, es más fácil en nuestro país nacionalizar los monopolios extranjeros y expropiar a la oligarquía vacuna, que crear un hombre nuevo. Es más fácil el desarrollo tecnológico, llegar a la luna, fabricar una bomba de hidrógeno que crear un hombre nuevo.

Los socialistas decimos que las condiciones materiales de vida determinan la conciencia del hombre. Esto lo decimos en forma general, no mecánica. Por ejemplo, la mayor parte de los cañeros de Tucumán vive en una realidad económica y social que se caracteriza por el mal pago, pocas posibilidades de capacitación, etc. Estas condiciones materiales les determinan a grandes rasgos la forma de pensar. Es por eso que los trabajadores de Tucumán tienen determinada idea acerca del gobierno, de los patrones, de la música, del gusto, de los colores, etc. También lo tienen acerca de la higiene, de la atención médica de sus hijos, de su trabajo, etc.

Todos estos trabajadores, al estar sometidos a idénticas condiciones de vida, poseen ideas similares.

Si analizamos al trabajador del surco, al comerciante, mediano empresario y terratenientes vemos que viven en condiciones materiales diferentes, por lo tanto, su ingreso es diferente, sus gustos acerca de la pintura o forma de vestirse son diferentes y también tienen una forma de pensar distinta con respecto al gobierno.

Reafirmamos esto se produce porque viven en condiciones materiales diferentes.

El sistema capitalista plantea que puede haber excepciones. Por ejemplo: que el trabajador del ingenio con su trabajo, con su conducta, con sus ahorros puede llegar a ser dueño del ingenio, totalmente falso, porque en general ese trabajador nace y muere en condiciones de pobreza, en la miseria, con poca educación, salud, etc.

Si bien es cierto que las condiciones materiales de vida determinan la forma de pensar del hombre, también es cierto que esta forma de pensar cambia con mayor lentitud que las condiciones materiales. Las viejas costumbres e ideas, cuando cambian las condiciones materiales, siguen existiendo por un tiempo.

Decíamos que el objetivo de la escuela debe ser la formación de un nuevo hombre, del hombre de la liberación nacional en esta etapa argentina. En este nuevo hombre es necesario desarrollar amor al pueblo, a los amigos, a la colectividad. Uno para todos, todos para uno, debe ser el lema del nuevo hombre. En él debemos desarrollar el patriotismo. El patriotismo se basa en dos elementos: uno es el amor al pueblo y el otro a la propiedad del pueblo. El amor al pueblo debe comenzar a forjarse ya en el niño debe ser formado en el amor a su familia, amigos, vecinos, extendiéndose este sentimiento al pueblo todo. El amor a la propiedad del pueblo consiste en cuidar del pupitre, la escuela, los árboles, los juegos, los ferrocarriles, los caminos, etc.; así desarrollamos ese amor a la propiedad.

El patriotismo auténtico es incompatible con el egoísmo, con el que se ama a sí mismo, con el que ama las cosas de su propiedad. Por eso, solamente el socialista es un profundo patriota.

No hubo demostración -más grande ante el mundo que la lucha del pueblo ruso contra el nazismo, en la que cayeron 20 millones de hombres en defensa de la patria socialista.

Otra característica de la formación del hombre nuevo, es despertar amor al trabajo. En la sociedad capitalista el trabajo es considerado con menosprecio y a los trabajadores con desprecio, esto ha llevado a toda la gente a pensar que el gran ideal es vivir sin trabajar.

Algunos equivocadamente piensan que en una sociedad socialista todos pueden vivir sin trabajar. La verdad es otra, en una sociedad socialista todos trabajarán, pero el trabajo será más fácil, porque habrá una alta técnica puesta al servicio del pueblo. Los trabajos más arduos y fatigosos serán mecanizados y automatizados, las diferencias entre el trabajo liviano y pesado, entre el trabajo manual e intelectual van a desaparecer. La idea de trabajo como una carga pesada será eliminada. Esto será reemplazado por un trabajo placentero y alegre que es lo que la misma vida exige. Toda riqueza es producto del trabajo, sin trabajo una sociedad no puede subsistir ni avanzar.

Pero en todo esto hay una cuestión fundamental: ¿Para quién se trabaja? En el capitalismo todos trabajan para unos pocos, en el socialismo todos trabajan para todos.

EDUCACIÓN FÍSICA

En la actualidad la mayor cantidad de muertes (el 55%) son producidas por problemas cardiovasculares, es decir, por problemas del corazón y de las arterias. El peor mal es la falta de movimiento en un futuro, la falta de molimiento puede terminar con la humanidad.

Indudablemente existe una relación entre desarrollo físico y desarrollo mental. Para poder adquirir conocimientos científicos y técnicos hay que estar fuertes y sanos. En Chile, el 80% de los niños en edad escolar primaria, a raíz de haber sido sometidos durante toda su vida a una dieta insuficiente, hoy ofrecen concretos déficit de capacidad mental.

La falta de ejercicio es una de las mayores amenazas para la salud y fortaleza de los pueblos. La juventud trae cada vez más impulsos propios y agilidad, pero siente cada vez menos placer en el movimiento y en el esfuerzo.

La educación física produce el endurecimiento de los músculos y cambios beneficiosos en el funcionamiento de los órganos internos, en especial del corazón, pulmones y sistema circulatorio. Por ello es preciso inducir la práctica de gimnasia y deportes formativos, con carácter obligatorio. A diario hay que preocuparse por la higiene y el entrenamiento activo del cuerpo.

Avanzaremos hacia la concreción del nuevo hombre si lo desarrollamos integralmente: bueno en el estudio, bueno en el trabajo y bueno en el deporte.

ENSEÑANZA ESTATAL

A través de la historia de nuestro país, ha sido tema de debate permanente si la enseñanza debe estar totalmente en manos del Estado o no.

Nosotros creemos que la existencia de la educación privada acentúa más la división social que se expresa en la enseñanza. Sus instituciones agudizan la discriminación en cuanto al acceso y a la calidad de lo que logre recibir la mayoría de nuestro pueblo que acude a las escuelas estatales.

Al respecto son de recordar las palabras de un gran luchador de la educación pública argentina, Atilio Torrassa: "A la escuela del guardapolvo blanco, se opone la del uniforme vistoso y el ómnibus confortable".

La formación del hombre argentino debe estar a cargo del Estado, pues la educación, derecho inalienable del pueblo, al servicio de su liberación, es función primordial del Estado. Sólo éste puede garantizar educación obligatoria y gratuita para todos.

El Estado debe promover una incorporación masiva del pueblo, que permita asegurar el ingreso y el beneficio de la cultura y la educación por parte de las mayorías nacionales, haciendo del derecho a la educación una realidad concreta, de cada argentino.

Un Estado que asume un carácter subsidiario en materia educacional, renuncia a las posibilidades de auténtico desarrollo y planifica el condicionamiento del país para su existencia como colonia o país dependiente.

TEORÍA Y PRÁCTICA

El conocimiento de nuestra realidad como el de cualquier otro fenómeno, se realiza a través de dos etapas: una, sensitiva, perceptiva, y la otra racional. Es decir, primero la impresión que recibimos del fenómeno y segundo lo que discernimos. Evidentemente, la racionalización es posterior a la percepción.

La repetición de fenómenos a través de la práctica que provoca sensaciones e impresiones en nuestra conciencia, produce la formación de conceptos. La verdadera tarea del conocimiento consiste en pasar de la sensación al pensamiento.

Los conocimientos adquiridos mediante este procedimiento son conocimientos completos. Si sólo los adquirimos mediante la percepción sensitiva, son conocimientos incompletos y por tanto llevan a extraer, casi siempre conclusiones falsas. El conocimiento adquirido exclusivamente a través de los libros, por ejemplo, también es incompleto y es por eso que, generalmente, nos equivocamos.

Ambas formas de conocimiento son unilaterales. Únicamente podemos poseer conocimientos completos uniendo la teoría y la práctica. Una exigencia más que debemos reclamar para nuestra enseñanza media.

Las Ciencias, tanto exactas como sociales, sólo pueden ser aprendidas científicamente a través de estos dos aspectos del proceso de conocimiento.

Debemos exigir que en cada escuela haya un taller y que en cada taller haya una escuela. De ese modo haremos inseparable la teoría de la práctica.

 

COMBINACIÓN DE LA ENSEÑANZA CON EL TRABAJO PRODUCTIVO

Si nosotros comprendemos, a través del desarrollo que hemos realizado, que nuestra educación sirve a la causa del pueblo, es indispensable aplicar a nuestra enseñanza, en contra de las tradiciones existentes durante varios, miles de años, la orientación de unir la enseñanza con el trabajo productivo para terminar con las diferencias entre el trabajo intelectual y el manual, según la tradición milenaria, es decir, para terminar con los restos de todos los regímenes de explotación habidos en la historia de la humanidad.

Los estudiantes secundarios deben dedicar parte de su tiempo al trabajo y parte de su tiempo al estudio. Ellos no pueden establecer un divorcio entre el estudio y el trabajo productivo que realiza una sociedad.

Sí planteamos correctamente la lucha contra el limitacionismo, contra la deserción, a favor de la posibilidad de que todos los jóvenes cursen la enseñanza media y de que todos los jóvenes de nuestra patria estudien, ¿quién trabaja?, se preguntarán algunos. Es evidente que esta concepción está enmarcada políticamente en la necesidad de que nuestra nación avance y se desarrolle independientemente. Para ello es fundamental la capacitación de quienes llevan en sus espaldas la responsabilidad de convertir en realidad este anhelo.

Por eso el estudiante secundario deberá trabajar y estudiar.

Hoy están formados en la no participación, para que no asuman una posición responsable frente a lo que sucede en su escuela y en la realidad.

Nuestra obligación pasa por comenzar a reeducarnos nosotros mismos, y colaborar en la reeducación de nuestros compañeros impulsando la participación responsable.

¿Por qué debemos reeducarnos y en qué sentido?

Debemos reeducarnos en virtud de que esta sociedad, al formarnos con las características que ya hemos analizado y desarrollado, trata de hacer de nosotros buenos sostenedores de este sistema, disciplinados estudiantes divorciados de su pueblo.

Debemos destruir la contradicción que se plantea entre estudiantes secundarios y el resto de nuestro pueblo.

El estudiante secundario deberá cosechar el maíz en tiempo de cosecha, deberá trabajar en una fábrica cuando se necesite incrementar la producción, deberá pintar un hospital y limpiar las calles de su ciudad. Deberá vivir como vive y lo que vive su pueblo, tanto el trabajador del surco como el obrero de la gran ciudad.

Sólo así, ligado el estudiante secundario con el trabajo productivo de su país, podrá comprender quiénes son sus habitantes y qué es lo que hacen cada día de su vida.

Aquí se trata de unir indestructiblemente al estudiantado con el resto del pueblo trabajador y de formar un compañero, apto para desempeñarse en las tareas más disímiles, producto de una capacitación entroncada con la realidad de su país.

Como lo fundamental es la participación de los estudiantes en el trabajo productivo, hay que combinar éste con el estudio. Debe ser de carácter obligatorio. Adamas debe realizarse coordinadamente con el Estado Nacional y los estados provinciales, de acuerdo con la jerarquía de cada lugar y de cada momento.

Sólo una escuela con la organización aludida, y con el contenido que hemos estudiado, puede aportar realmente al proceso de liberación nacional que realiza nuestro pueblo.

En la medida en que los hombres vayan comprendiendo la realidad, la necesidad de su participación, y vayan visualizando cuáles son las fuerzas que se anteponen para no permitir que él pueda desarrollarse auténticamente; en la medida en que las fuerzas potenciales del pueblo, hasta hoy sofocadas, queden en libertad, se abrirá una nueva etapa para nuestra patria, en donde el desarrollo del país permitirá el avance y desarrollo del hombre; y a la vez, su capacidad creadora en actividad incidirá directamente en la marcha y crecimiento de aquel.

 

ORGANIZACIÓN DE LOS ESTUDIANTES SECUNDARIOS

Los compañeros que compartimos el Partido Socialista Popular tenemos una concepción acerca de lo que significa la participación creadora, elaboradora y realizadora de nuestro pueblo en un proceso de transformación de la sociedad. Esta será obra del propio pueblo cuando, a través de su experiencia, adquiera conciencia de la necesidad de la modificación, será obra de las mayorías nacionales convertir a nuestro país que es dependiente en un país independiente, libre y soberano.

En nuestro país tenemos un gran capital, que es el pueblo. Los pueblos rigen la historia del mundo y escriben páginas indelebles sobre sus luchas en pos de la liberación. Si partimos de la base que el gran capital es el pueblo, entonces las posibilidades que se abren para su desarrollo son inconmensurables: podemos hablar de incrementar la industria pesada, el número de técnicos, de máquinas, etc.

Todo pueblo posee dos atributos: cantidad y calidad. La cantidad la determina el número de habitantes. La calidad está dada por el nivel de salud Integral de la población y por el nivel cultural, expresado en pautas de conducta, realizaciones científicas, artísticas y técnicas. Podemos decir que a través de la cantidad y la calidad se conocen las peculiaridades de un pueblo.

De estos dos atributos, el básico es la cantidad. Partiendo de ella es posible desarrollar la calidad, pero no a la inversa. Es factible que exista cantidad sin que se haya desarrollado la calidad, pero al margen de la cantidad, la calidad es inconcebible.

Sin embargo, generalmente se entiende que cantidad y calidad son categorías independientes e incluso antagónicas. Se habla por ejemplo de la cantidad de población de un país y de su calidad sin mencionar la relación existente entre una y otra y sin tener en cuenta que es el número (cantidad) el que determina el nivel alcanzable de calidad.

Para alcanzar un nivel de calidad más alto, es necesario que el número se desenvuelva dentro de condiciones socio-económicas en las que la salud y la educación sean consideradas de fundamental importancia.

A fin de que todo hombre pueda desarrollar su capacidad es necesario la concurrencia de factores concretos: alimento, vivienda, vestido, salud y el acceso y aprovechamiento del patrimonio cultural que la humanidad ha creado.

Necesitamos un pueblo sano, sin la existencia de mortalidad Infantil. En la actualidad más de 60 de cada mil niños que nacen vivos se mueren en el primer año de vida y esto ha ido en aumento en los últimos años. Debe agregarse que los niños que mueren provienen de hogares obreros de escasos recursos. Un pueblo sano es la base del desarrollo.

Veamos seguidamente cómo se capacitan.

Si analizamos la escuela primaria observamos un alto índice de deserción, que generalmente pasa a engrosar la elevada tasa de analfabetos que poseemos en nuestro país.

La deserción en la escuela secundaria no es menor, continuando la misma constante que en el ciclo inferior. Nuestro objetivo debe ser el de abrir las puertas de las escuelas a mayor cantidad de niños y jóvenes, porque toda esta juventud es la que construirá el futuro de una Argentina independiente.

Es más fácil para el imperialismo y la oligarquía convencer con ciertos argumentos a los que no han tenido la posibilidad de cursar la escuela primaria que a los que terminan la secundaria. Es más peligroso el que estudia y el que conoce, que el que ignora o no se capacita.

Para modificar esta realidad, para que todos los hijos de los trabajadores tengan la posibilidad de estudiar, es necesario que los estudiantes secundarios luchen y se organicen. La organización se forma a través y como producto de la lucha. Si observamos el desarrollo de la humanidad, vemos cómo los hombres y mujeres del mundo han comprendido la necesidad de organizarse para defenderse del rigor de la naturaleza, de la enfermedad, de la ¡gnorancia y de la expoliación.

Hoy se incrementa la convicción de la necesidad de la organización para poner las relaciones de producción al servicio de la mayoría de los hombres.

Hoy los secundarios argentinos han aprendido, y las últimas movilizaciones así lo han confirmado, que los objetivos se logran uniendo fuerzas. Uno solo no puede modificar la realidad, pero el conjunto de estudiantes modifica y modificará permanentemente la realidad de nuestra educación. Cuando se construyen organizaciones de masas y trabajamos correctamente en su seno, está demostrado que las mismas son indestructibles porque se construyen sobre la base de la participación activa de las mayorías estudiantiles.

Todos los estudiantes que participan en organizaciones de masas, comprenden el significado y la dimensión de compartir los problemas de nuestro pueblo, conocen y aprenden a desarrollar la camaradería y la amistad.

Si analizamos a un estudiante secundario que ha participado en un organismo de masas en su escuela y ha luchado contra la deserción, contra el limitacionismo, y si él tiene la posibilidad de ingresar a la universidad, es muy probable que éste será un universitario ganado para luchar contra los exámenes de ingreso y la limitación. Si son trabajadores y desarrollan sus actividades en las fábricas, se convertirán en compañeros que asumirán la defensa de la participación de los trabajadores en sus sindicatos, ya habrá comprendido que no podrá luchar solo y que el esfuerzo mancomunado de todos logra las auténticas reivindicaciones que llevan a enfrentar al imperialismo y a la oligarquía.

Nosotros entendemos que el estudiante secundario no debe estar al margen de la realidad social, económica y política de nuestro país. Es por eso que tendemos hacia una enseñanza integral, que posibilite al estudiante desarrollarse en la sociedad aportando a la lucha de nuestro pueblo en el proceso de la liberación nacional.

Para modificar esta realidad es necesario que el estudiante secundario comprenda la importancia de organizarse para poner a esta organización al servicio de dichos objetivos.

 

TAREA DE LOS ESTUDIANTES SECUNDARIOS

Si comprendemos la necesidad de la organización debemos preguntarnos: ¿Cuál es la tarea de los estudiantes secundarios?

1) Luchar para que pueda estudiar la mayor cantidad de jóvenes. Le consigna debe ser "bancos para todos". Combatir la idea que se nos quiere imponer que los estudiantes son "vagos". El medio donde se desarrolla el joven lo predispone a uno u otro comportamiento. Sí tiene la posibilidad de estudiar en una buena escuela primaria y en un buen secundario, será estudioso si es vago la responsabilidad es de la escuela, no del estudiante. Esto conduce a discutir acerca de la metodología correcta de la enseñanza. No pueden existir profesores que se jacten de haber aplazado a un curso entero. Esto es lo que se debe debatir con los estudiantes en reuniones, asambleas y también con los directores y profesores. Así ayudaremos a que la enseñanza llegue a mayor cantidad de jóvenes.

2) Debemos luchar para que nadie deje de estudiar por falta de medios económicos y para que se otorguen en la escuela las becas necesarias. No siempre es justo que se adjudique una beca al que tiene mejores notas, porque quizás este compañero no la necesite tanto como aquel que proviene de una villa de emergencia y no tiene buenas calificaciones, indudablemente su educación es diametralmente diferente a la que puede tener un estudiante que proviene de un hogar de profesionales. Debemos impulsar frente a esta cuestión el criterio más correcto.

3) Debemos luchar por la concreción de residencias estudiantiles, para aquellos estudiares que provienen de otras zonas carentes de colegios. A través de las residencias estudiantiles el gobierno debe garantizar la terminación del ciclo secundario.

4) Debemos bregar por la instalación de comedores estudiantes para aquellos compañeros de escasos recursos económicos. Además debe garantizarse una dieta adecuada que muchos no reciben en sus hogares.

5) Desarrollar la obra social para estudiantes. Exigir examen preventivo periódico y garantizar la asistencia médica.

6) Propender a la formación integral de los estudiantes.

7) Luchar por cambiar la orientación de la enseñanza qué hoy está al servicio de los monopolios extranjeros. Tenemos que dar la batalla para que la historia sea estudiada objetivamente y no como una suma de acontecimientos anecdóticos; exigir la verdadera historia, la que hicieron los pueblos con sus luchas y con sus organizaciones. Debemos exigir una enseñanza donde se vaya uniendo la práctica y la teoría. Si hablamos de la industria debemos visitar las fábricas, si hablamos de higiene y salud debemos conocer los hospitales, si hablamos del trigo o del maíz, debemos visitar el campo. Esto no se aprende en los libros, es la realidad la que nos enseña. Hay que tener conocimiento de la realidad, por eso debemos visitar museos, hacer viajes, conocer ciudades, etc.

8) Debemos promover el trabajo voluntario: pintar aulas, pizarrones, arreglar bancos, etc. Con los trabajos voluntarios desarrollaremos anticipadamente la concepción correcta de nuestra educación para el futuro, porque tenemos que ir pensando en la escuela del mañana, en la combinación del trabajo y del estudio. Habrá que organizar y planificar este aspecto; se trabajará a la mañana y se estudiará a la tarde, es sencillo, no imposible.

9) Los estudiantes secundarios somos parte del pueblo y entre nosotros debemos difundir el rol que nos corresponde cumplir en el doble carácter de estudiantes y de integrantes del pueblo. Llevando adelante la programática contribuiremos sin duda alguna a la construcción de una patria independiente.

Debemos tener confianza en que llegará un día en que todos los jóvenes argentinos terminarán el colegio secundario. Nuestro aporte, para ir concretando esto, es organizar a los estudiantes secundarios en los centros estudiantiles, porque así contribuiremos al proceso de cambió que está gestando nuestro pueblo tendiente a que el hombre llegue a dominar la tierra, el espacio y el conocimiento.

Esta síntesis nos va aclarando la necesidad de nuestra participación y de nuestra responsabilidad como compañeros secundarios del Partido Socialista Popular, en la lucha por lograr la Liberación Nacional y la construcción del socialismo en nuestra patria.

Ahora es necesario aplicar este estudio, este resultado de la discusión colectiva, a cada uno de los lugares específicos de trabajo a que estamos asignados, y poner manos a la obra. Pero no solamente debemos trabajar, sino hacerlo convencidos y conscientes de la fuerza indestructible que poseen las mayorías nacionales cuando realmente pueden liberarse y desarrollar su capacidad creadora.

Si trabajamos consecuentemente, utilizando todos los elementos desarrollados aquí, como síntesis de nuestra práctica militante, y convencidos de la capacidad generadora que poseen las mayorías liberadas, resulta absolutamente cierto proclamar: adelante compañeros, el futuro nos pertenece.

 


Centro dedicado al conocimiento, formación y difusión del Pensamiento Socialista.

Dorrego 717, Rosario.
Te. +54 0341 4474931

Visitantes Online

Hay 4 invitados y ningún miembro en línea

Subscribete

Suscríbete a nuestro canal de noticias, eventos y actividades.

Copyright © 2024 Fundación ESTÉVEZ BOERO.

Buscar

+54 341 4474931 Dorrego 717, Rosario, Arg.