INTRODUCCIÓN

La unanimidad y la participación demostrados por los estudiantes con motivo del paro nacional, y de los distintos actos realizados en conmemoración de la muerte de Santiago Pampillón, son la prueba irrebatible de que la unidad y la organización de los estudiantes junto a las mayorías nacionales habrían de conducir a la derrota de la dictadura en nuestro país.
 

JORNADAS DE PAMPILLÓN: TRIUNFO DE LA UNIDAD

El 12 de septiembre de 1966, a las 11, 30 horas, en el hospital Municipal de Urgencias de Córdoba, se extingue una vida, la del obrero-estudiante Santiago Pampillón que, levantando las banderas del enfrentamiento a la Intervención Universitaria, cayera herido de muerte por las balas de la dictadura y los monopolios.

El 12 de septiembre de 1968 es también de muerte el silencio de las aulas vacías de la Universidad Argentina. Los estudiantes se manifiestan por las calles del país, todos unidos bajo el símbolo del compañero asesinado.

Esta es la expresión de miles y miles de jóvenes universitarios que van mostrando su firme decisión de unidad en la lucha contra el limitacionismo, la departamentalización, la destrucción de la Obra Social (comedores, viviendas, becas, asistencia médica), la digitación de los cargos, la deformación de la enseñanza, la eliminación del Co-gobierno y la Autonomía para lograr la Universidad del privilegio, dócil al interés de los monopolios y que favorece a la entrega de nuestro patrimonio cultural y económico.

La unidad y la unanimidad demostrada en el Paro Nacional de estudiantes del día 12, el enfrentamiento decidido el 10 en Ciencias Económicas, el acto del 11 en la CGT –que sintetiza la unidad obrero-estudiantil- son las pruebas irrebatibles que destrozan las débiles argumentaciones de los Interventores.

El Movimiento Nacional Reformista (MNR), que consecuentemente ha planteado la necesidad del enfrentamiento por parte de las mayorías estudiantiles a la Intervención, entiende que estas jornadas han dejado como enseñanza que la participación activa de esas mayorías deja de lado y sepulta los mezquinos e intrascendentes intereses tendenciales, de sectores, y permite asestar certeros golpes a la dictadura y al imperialismo.

Ante esta realidad, ante el avance unido de las fuerzas del progreso –encarnadas en los estudiantes- los Interventores, que personifican la regresión, tiemblan e intentan atemorizar. Quieren dar “lecciones ejemplares”, apalean, lesionan, intentan sumariar, vuelven a teñir de sangre la cuna de la Reforma Universitaria...

Pero sepan señores interventores que el Movimiento Estudiantil quitará de sus garras a los compañeros que intenten sancionar, sepan que esta lucha irá creciendo cada vez más y que los estudiantes iremos confluyendo desde nuestros Centros Únicos, a través de las Federaciones Regionales, en la FUA, la cual, respondiendo al llamado unificador de la CGT de los argentinos, deberá integrarse al FRENTE DE RESISTENCIA CIVIL que derroque a la dictadura y al imperialismo y logre la Libertad, la Soberanía y el Bienestar de nuestro pueblo.

Es en este sentido y a la luz de estas experiencias que el Movimiento Nacional Reformista reafirma su convocatoria a los compañeros estudiantes a bregar diariamente desde cada aula, curso o facultad en la lucha por cada una de nuestras reivindicaciones, por la unidad del Movimiento Estudiantil a través del fortalecimiento de los Centros de Estudiantes, que permiten la participación democrática y posibilitan logros en el enfrentamiento a la dictadura.