Biografía de Guillermo Estévez Boero
Guillermo Emilio Estévez Boero nació el 28 de diciembre de 1930 en la ciudad de Rosario, donde pasó su infancia y adolescencia. Cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Sagrado Corazón de Rosario, graduándose como Bachiller en 1948.
SU FORMACION EN LA MILITANCIA ESTUDIANTIL
Estudió Abogacía en Santa Fe, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral, pasando por todos los estamentos de la militancia universitaria: fue Presidente del Centro de Estudiantes , miembro del Consejo Directivo de la Facultad y del Consejo Superior de la Universidad; Presidente de la Federación Universitaria del Litoral; y Presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA), cargo al que arribó el 18 de octubre de 1959, luego de conducir la masiva movilización estudiantil en defensa de la educación laica*.
Siendo estudiante fue discípulo del Profesor LUIS JIMENEZ DE ASUA, penalista de reconocimiento internacional, redactor de la Constitución Republicana, y Presidente de la República Española en el Exilio, al que consideró su maestro y con quien compartió su formación inicial en el pensamiento socialista que desarrollara a lo largo de su vida. De él recibió el ejemplo al que referiría en las palabras pronunciadas con motivo de la repatriación de sus restos a España: "muchas veces las deserciones, las traiciones al ideal nos golpean, pero nos fortalece la vida de aquellos que, como el maestro, hicieron de la consecuencia con los principios la norma fundamental de su vida."
Integró la generación de estudiantes universitarios que se formó en los principios sociales y humanistas de la Reforma Universitaria de 1918, fue un lector incansable de los protagonistas de aquella gesta: Gabriel Del Mazo y Deodoro Roca, y de quienes la acompañaron como Alfredo L. Palacios, Julio V. González, José Ingenieros, Alejandro Korn, entre otros. Al igual que ellos, Estévez Boero encontró en la Reforma un programa, un compromiso y un sueño.
"Más allá de las diferencias biográficas, estos hombres se propusieron conectar a los estudiantes con los trabajadores, el saber con la política, la inteligencia con la causa de los oprimidos" (Rogelio Alaniz. El Litoral, 6 de febrero de 2000).
A la luz de la Reforma profundizó en la significación del pensamiento nacional y latinoamericano. Siempre incluía en sus diálogos reflexiones del peruano José Carlos Mariátegui, de Manuel Ugarte, al igual que los aportes de FORJA en la defensa del patrimonio nacional, de Raúl Scalabrini Ortíz y de Arturo E. Sampay.
Practicó la solidaridad latinoamericana frente a la agresión imperialista, actitud solidaria que conservó durante toda su vida, y que le fuera públicamente reconocida por los gobiernos de las repúblicas de Perú y de Chile, con sendas condecoraciones.
Como dirigente estudiantil compartió la realidad de nuestros hermanos latinoamericanos. En 1955 participó de los cursos de verano de la Universidad de Chile y luego viajó a Bolivia para conocer la experiencia en el gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) bajo la presidencia de Víctor Paz Estenssoro, y también al Paraguay, para interesarse por la realidad de los detenidos por la dictadura de Stroessner.
La tragedia de la República Española y las consecuencias del franquismo lo llevaron a trabajar por la libertad de los presos políticos de aquella península, así en 1959 acompañó la organización de la "Segunda Conferencia Pro amnistía de los presos políticos de España y Portugal", junto a su amigo, el escritor Luis Alberto Quesada, quien frente al desencanto por la noticia de la muerte de Guillermo, escribiría: "las semillas transgénicas que siembran muchos políticos perjudican a las cosechas de los campos sociales y así la ecología de los pensamientos nos exige seguir la marcha infinita hacia los grandes horizontes del futuro. Esa marcha es el mayor homenaje que podemos rendir todos a Guillermo Estévez Boero".
La valoración del proceso social y político del peronismo también dividía las aguas en la universidad entre los que apoyaban el golpe de estado de 1955 y los que se oponían a el. Dentro de este grupo de estudiantes se encontraba Estévez Boero, quien entonces ya habia definido su vocación por las ideas del socialismo y militaba dentro del Grupo Universitario Renovación integrado por jóvenes reformistas independientes.
Su militancia estudiantil y su militancia política, lo llevan a relacionarse con otras agrupaciones reformistas con quienes comparte una visión del país y de la universidad que triunfa en el congreso de la FUA de 1959.
El 18 de Octubre de 1959, en Córdoba, fue electo Presidente de la Federación Universitaria Argentina. Bajo su presidencia la FUA cuestionó el papel del imperialismo en América Latina y la intromisión de las fundaciones extranjeras condicionando la educación, a la par que promovió el debate sobre la función social de la universidad, acompañando la renovación que vivía en ese momento, recuperada su autonomía, los concursos y la libertad de cátedra.
EL CONSTRUCTOR POLITICO
Cuando dejó la universidad, volcó sus energías en la construcción de un Partido Socialista que hundiera sus raíces en la realidad nacional.
La lucha por esa construcción y los esfuerzos por unir la dispersión socialista, lo llevaron a recorrer incansablemente los caminos de la República, formando grupos de estudiantes, de trabajadores, equipos técnicos y centros de estudios, en los que él mismo participaba en jornadas de interminable militancia.
El proceso no fue sencillo, pero sabía mejor que nadie que la política poco y nada tenía que ver con el facilismo y los privilegios. Su identidad socialista se conjugaba con un sentido práctico que nunca derivó en oportunismo. Como lo expresara en sus años de estudiante: "se marcha, no se llega", queriendo significar que lo que interesa es avanzar hacia la consecución de los fines y no el afán por el resultado inmediato.
Hombre de pensamiento y acción, supo articular su formación con un accionar militante, que cristalizó en una práctica de construcción política permanente: En 1954 se incorpora a Acción Socialista junto a Dardo Cúneo y a otros socialistas, reivindicando una actitud superadora de la antinomia de esos tiempos entre peronismo-antiperonismo. De aquel grupo surgió el Partido de los Trabajadores, que en la Convención Constituyente de 1957 logró la elección de un convencional, Juan Carlos Deghi, junto a quien elaboró, con sólidos fundamentos jurídicos y políticos, la declaración de nulidad de la proclama del gobierno provisional, argumentando que el mismo carecía de facultades legislativas para convocar a la reforma, encuadrándolo como gobierno usurpador.
Siguiendo el ejemplo de Juan B. Justo, trabajó incansablemente junto a la juventud con sus dotes de maestro y su carisma para convocar, contagiando su alegría, confiando plenamente en la capacidad creadora de los jóvenes, llamando a estudiar para proponer, construir y realizar las soluciones que nuestro país necesita. Siempre con preguntas, casi siempre con respuestas.
En 1960 como síntesis de su accionar estudiantil, Estévez Boero junto a un grupo de militantes socialistas reformistas funda el Movimiento Nacional Reformista (MNR) en un intento por vincular las ideas del socialismo con la realidad nacional, como lo expresara en el 25º Aniversario de su fundación: "Este movimiento estudiantil se llama Nacional porque al nacer se compromete a insertarse en la tradición histórica de nuestra Patria para poder modificarla. Y se llama Reformista porque enarbola las banderas de la revolución universitaria de 1918...El MNR es una concepción de la universidad nacional que va articulada a una concepción de la nación, porque no puede tener idea de la universidad quien no tiene idea acerca de que es la Nación".
Al finalizar la década del 60, Estévez Boero, participó en la formación del Movimiento de Acción Popular Argentino (MAPA) que el 23 de abril de 1972 confluye junto a otras fuerzas políticas en la fundación del Partido Socialista Popular (PSP), al que destinara todos sus esfuerzos como organizador para avanzar en el desarrollo de un pensamiento y de una práctica que rescatara los valores de la nación para la construcción de un país con independencia, con justicia y con solidaridad.
"Ante el futuro de corrupción, ante el futuro de drogas, ante el futuro de guerras y de racismos que promete la estúpida sociedad de consumo que se nos impone, el Partido Socialista Popular levanta una futura patria socialista donde el hombre sea el señor de la tierra y el espacio, donde se reconozca como máxima riqueza de la nación a su pueblo y consecuentemente la salud pública y la educación sean los pilares de todo progreso y para que en un ambiente de libertad, de bienestar y de independencia nacional, se condene para siempre a la bohardilla de la historia a la expoliación del hombre por el hombre y de los pueblos por el capital" (Discurso pronunciado por Estévez Boero el 23 de abril de 1972).
Su preocupación por vincular el pensamiento socialista a la cuestión nacional lo llevó -al igual que lo hicieran Juan B.Justo y Alfredo Palacios- a rechazar los dogmatismos, a imaginar las celebraciones del 1º de Mayo rodeadas de banderas celestes y blancas, a jerarquizar la celebración de las fechas patrias y a rescatar la literatura que sirviera de base a la formación de un pensamiento nacional. Su visión de la nacionalidad era superadora de los antagonismos y promotora de la integración de las distintas identidades.
Este pensamiento distinguiría al Partido Socialista Popular que, año tras año, convoca a locros multitudinarios para reunir a los argentinos en torno a la conmemoración de las fechas patrias; simbolizando el anhelo de unidad nacional en el abrazo de los gauchitos con la bandera argentina para las salutaciones de fin de año.
Permanentemente bregó por la vigencia de la democracia y por la convocatoria a elecciones libres y sin proscripciones condenando los golpes de estado cuya naturaleza la explica por primera vez en Realidad Política Argentina (1971).
"Cada golpe de estado en nuestro país se produce como reacción ante el avance de los sectores populares que, con su organización, van logrando respuestas a sus reivindicaciones de orden económico-social. Es cuando los sectores del privilegio apuntalan la implantación de regímenes dictatoriales para imponer a su amparo modelos económicos que le permitan recuperar su participación en la renta nacional. Esta es la real naturaleza de los golpes de estado en nuestro país" (Proyecto de ley del Consejo Económico, Social y Político, Cámara de Diputados de la Nación, 1988).
En los años negros de la dictadura militar, cuando estaban vedadas las reuniones, sus mensajes llegaban en hojas manuscritas a lo largo y a lo ancho del país, organizaba los encuentros y las charlas a través del Centro de Estudios Acción Argentina. El terror de la dictadura no detuvo su militancia; por el contrario, junto a otros dirigentes políticos, trabajó para la organización de las fuerzas políticas y sociales para luchar por el retorno a la democracia.
En 1981 participó en la creación de la Mesa de la Unidad Socialista presidida por la Dra. Alicia Moreau de Justo, y cuya vicepresidencia la ejercieron Estévez Boero en representación del PSP y Francisco Passini por el Partido Socialista Democrático (PSD), siendo los artífices de la Alianza Unidad Socialista constituída en 1985 que confluyó en la unificación de ambos partidos, el 14 de septiembre de 2002, recreando al actual Partido Socialista.
En las elecciones de 1983 fue candidato a Presidente de la Nación por el Partido Socialista Popular y en 1989 por la Unidad Socialista.
Preocupado por el futuro de la democracia en nuestro país, recordaba que: "...emergimos de la última etapa de la crisis -que se exteriorizó con toda su fuerza en la dictadura instaurada en 1976-, sin tener conciencia de su dimensión y profundidad y creyendo que el simple imperio del Estado de Derecho iba a reordenar el panorama económico y social del país. Sin embargo, esta crisis tendrá aspectos más profundos y graves por su permanencia, afectando la legitimidad del gobierno, pero no de un gobierno en particular, sino la del sistema institucional argentino. Existe un divorcio cada vez más profundo entre el consenso político y el social. Cada vez es más grande la diferencia entre lo que el pueblo vota y lo que luego se hace, lo cual trae una falta de credibilidad en el sistema y reduce la participación institucional" (Proyecto de ley del Consejo Económico, Social y Político, Cámara de Diputados de la Nación, 1988).
Como Secretario General y, luego como Secretario de Relaciones Internacionales del PSP, desempeñó una activa participación en el ámbito de la Internacional Socialista, de la que el Partido Socialista es miembro pleno, siguiendo desde allí los debates acerca de los grandes temas del socialismo protagonizado por líderes como Willy Brandt, Francois Mitterrand, Shimón Peres, Felipe González, Massimo D'Alema, entre otros.
SU LABOR LEGISLATIVA
Entre 1985 y 1987 integró, por invitación del Presidente Raúl Alfonsin, junto a otras personalidades políticas e intelectuales el Consejo para la Consolidación de la Democracia, al que se le encomendara el estudio de la posible reforma de la Constitución Nacional. En 1987 fue electo diputado de la Nación por el Partido Socialista Popular en la Unidad Socialista, por la provincia de Santa Fe, y reelecto en 1991, 1995 y 1999. Con él, en 1987, volvió el socialismo al Congreso de la Nación después de 22 años de ausencia. Su labor legislativa abarcó temáticas fundamentales, como se desprende de los proyectos de ley presentados:
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Participó del grupo de trabajo de legisladores argentinos que diseñó una alternativa al trazado limítrofe con Chile en la zona de los Hielos Continentales
En 1994 fue electo Convencional Constituyente por Santa Fe para la Reforma de la Constitución Nacional, en la que desempeñó una destacada labor tanto por la cantidad de proyectos presentados como por la profundidad de su participación en los debates.
Convencido de la necesidad de una reforma que adaptara el texto constitucional a la realidad del país ya en 1973 había elaborado un anteproyecto de reforma donde proponía la adopción de nuevas formas de participación y de democratización de las instituciones.
Entre sus conceptos más recordados, destacamos aquel que dimensionaba la voluntad socialista de trascender la coyuntura y pensar y actuar en grande: "En cada oportunidad, recuperada la vigencia del orden institucional, los socialistas hemos planteado que lo que procedía era la convocatoria a una constituyente para una reforma total de nuestra Constitución. Pero una reforma constitucional por consenso, donde hubiese un acuerdo generalizado que permitiese poner en funcionamiento las instituciones. Esta pretensión no es un invento argentino o socialista: es lo que sucedió en Italia en el '48; es el Pacto de la Moncloa, en la España posfranquista de fines de los '70. En ambos ejemplos, todos los sectores se sentaron a la mesa del acuerdo nacional para consensuar una constitución que pusiere en marcha a su país. Esta es la propuesta permanente del socialismo. Lamentablemente esta ponencia siempre fue desconocida…"
"Estamos debiéndole a nuestra sociedad una reforma total de la Constitución, que no se concrete en aspectos coyunturales sino que sirva para crear mecanismos de participación y de descentralización, para posibilitar la recreación de la Nación Argentina, esta vez de abajo hacia arriba, porque un Estado vacío de participación y de coincidencias, jamás puede ser representativo del interés nacional ni de los valores históricos y culturales que conforman la identidad de una nación"(La Reforma que el país necesita)
Y fue en el histórico paraninfo de sus recuerdos juveniles, rodeado del respetuoso silencio de sus pares, donde pudo exteriorizar sus reflexiones sobre estos temas y, en particular, sobre la alternancia en el mandato presidencial, la autonomía municipal, el sistema electoral y la defensa del medio ambiente, el alcance de los tratados internacionales, la defensa de los derechos del usuario y del consumidor, , el derecho a réplica y la procreación responsable, entre otros temas.
EL CONSTRUCTOR DE VIDA Y EJEMPLOS
Siempre difundía las virtudes de las expresiones artísticas como elemento de civilización, educación y cultura.
Lector incansable, frecuentemente repetía la frase de Lu Sin, "Mientras viva, estudiaré". Los jóvenes que se formaron con su enseñanza, conservan en sus bibliotecas las obras clásicas de autores del pensamiento universal y nacional, que muchas veces él mismo se encargaba de comprar en antiguas librerías.
Conocedor de las costumbres del campo argentino por su vivencia familiar, cultivó sus tradiciones y el respeto por la naturaleza. Su indignación ante la agresión por la tala de árboles lo llevó a presentar proyectos en los que expresara: "En nuestro país, los más variados y degradantes objetivos tienen entidad como para talar o amputar árboles, no importa la especie o su edad. Un cartel de propaganda, un "shopping center", un "hotel cinco estrellas", etc, son testimonios culturales todos de la moderna sociedad de consumo que tienen virtualidad como para destruir lo que el trabajo del hombre en laboriosa faena y la naturaleza en largo tiempo hicieron."
De su sagaz observación de la naturaleza y de su convivencia con aquellos que trabajan la tierra extraería un anecdotario de ejemplos y vivencias con las que ilustraría sus charlas. En ese camino fue un admirador y difusor de la obra de Guillermo Enrique Hudson cuyo solar en los "25 ombúes" solía visitar al igual que el Belén natal de Luis Franco o el casco de Pinas donde viviera Lisandro de la Torre.
Defensor de la democracia, trabajó para su perfeccionamiento, considerando que no había democracia sin valores, sin justicia, igualdad y solidaridad. Alertaba contra el relativismo de los valores porque, según sostenía, "lo relativo termina transformándose en el valor mismo". Frente a la degradación que hoy vivimos señalaba: "Los años de manipulación institucional, de ilícitos y de frivolidades del poder en esta era, desnudan una realidad corrupta e inmoral que debemos revertir, y una generalizada tolerancia a la ausencia de reglas, que debemos restablecer".
Preocupado por las consecuencias económicas y sociales del modelo neoliberal aplicado en nuestro país, lo que consideraba un problema para la existencia de la democracia y la gobernabilidad, sostuvo la necesidad de un amplio consenso social y político para superar la crisis de legitimidad y la falta de representatividad de las instituciones políticas.
SU ÚLTIMO MENSAJE
A pesar de su salud resentida, sus pasiones no se acallaban, y acudió a apoyar con su presencia y su mensaje -el último- a los jóvenes socialistas reunidos en el campamento de Amaicha del Valle (Tucumán), y desde ahí viajó a Santiago para celebrar la victoria de su amigo Ricardo Lagos, electo Presidente de Chile.
Falleció el 3 de febrero del 2000. Siendo despedido no sólo por todas las rosas rojas que supo cosechar sino por innumerables personas que concurrieron a rendir homenaje a un hombre capaz y comprometido con la Argentina de su tiempo, arquitecto del socialismo en nuestro país, y gran maestro en el señalamiento de nuevos y mejores horizontes para la juventud.
Como él lo señalara:
"Hereden lo grande para poder construir. Miren hacia arriba que en la cumbre está la Nación, si cruzamos las cumbres para poder ser independientes en América Latina, no volvamos hacia atrás. No estemos jerarquizando lo que nos separa: desarrollemos las coincidencias, lo que nos une. Esta es nuestra fuerza, asumámosla; sumemos toda la energía porque necesitamos absolutamente todo y mucho más para poder construir el futuro que le está faltando a nuestra Nación".