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Situación Económica

A principios de la década del 70, comienza a tener fin la expansión de la economía mundial puesta en marcha luego de la segunda guerra mundial, bajo la hegemonía de los EE.UU. Las grandes empresas transnacionales disminuyen sus tasas de ganancias, y el sistema sufre una crisis de superproducción.

Para superar esta crisis, las empresas de EEUU y Canadá, las de la comunidad europea y las empresas de Japón, forman la denominada Comisión Trilateral, con el objetivo de programar una nueva división internacional del trabajo.

El papel que les toca a los países del Tercer Mundo, específicamente a Argentina es el de transformar su economía para ponerla al servicio de estas transnacionales, como abastecedora de materias primas, alimentos, productos energéticos, minerales estratégicos y partes industriales; y como consumidora de productos industrializados por estas transnacionales.

Debido a la crisis internacional, la banca mundial comenzó a tener excedentes financieros. Se sumó a ello los excedentes de las balanzas comerciales de los países petroleros, excedentes que al ser colocados en los bancos europeos dieron origen a los petrodólares.

Esta masa financiera disponible en los principales bancos del mundo comienza a ser prestada a los más diversos países. Se crea de este modo un mercado financiero privado internacional, independiente de los organismos financieros mundiales oficiales (FMI, Banco Mundial, BID).

La política económica de Martínez de Hoz, posibilitada por el golpe de estado de 1976 - que acalló toda posibilidad de reacción de las organizaciones populares-, estuvo en lo fundamental dirigida a adaptar la economía de Argentina a estas nuevas condiciones internacionales, convirtiendo al mercado financiero local en un apéndice del mercado financiero internacional. La ligazón del sistema financiero, el sistema cambiario y el sistema arancelario, produjo la destrucción de las economías regionales, de la pequeña y mediana empresa nacional, la desarticulación del aparato industrial y la subsidiariedad del Estado a los intereses de las empresas transnacionales.

El agravamiento de la dependencia generó la más grave crisis económica de Argentina. Querer hoy repetir en la economía argentina los esquemas históricos de formación de capital, implica ignorar la naturaleza de una crisis irreversible y la realidad de la economía mundial. Las diferencias entre los países dominantes y dependientes serán más grandes cada día.

El problema fundamental de Argentina es el agotamiento del modelo dependiente. Esta situación se agrava con las clásicas recetas del FMI y la banca acreedora internacional. Ellas nos llevan a una situación de deterioro aún mayor, que culminará en la desintegración de nuestra Nación.

Los ejemplos de Bolivia, República Dominicana y Perú anticipan el futuro de los que sucumben ante las exigencias financieras de los centros internacionales.

¿Que ha deparado y que depara la dependencia en nuestro país?

El modelo dependiente en la Argentina depara la siguiente realidad: 1 millón seiscientos mil hogares –con 7 millones setecientos mil habitantes, de los cuales 3,5  millones son niños-; tienen una alimentación inadecuada, alojamiento indigno, carecen de agua potable, no tienen condiciones ambientales sanas ni acceso a servicios de salud, educación y cultura.

Allí está el 40% de nuestro futuro como Nación.

El actual sistema económico y las recetas tradicionales del FMI, produjeron durante 1984 una disminución tal en los salarios que los trabajadores perdieron dos meses de sueldo durante ese año.

La desocupación creció durante este último año un 18% (del 3,5 al 4,5), que sumado al 5,6% de subocupación representa más de un millón de trabajadores que están marginados total o parcialmente de las fuentes de trabajo.

El crecimiento del producto bruto interno en el tercer trimestre de 1984, acentuó la tendencia decreciente ya observada para el trimestre anterior, lo que hizo descender el promedio anual por debajo del 2,5%, cifra muy inferior al 5% anunciado a principios de año por el equipo económico.

El condicionante fundamental del PBI está dado por la política económica implícita en el memorándum de entendimiento con el FMI, cuya implementación está a pleno.

Todos los indicadores del tercer trimestre de 1984, reflejan una disminución respecto al segundo, destacándose por su magnitud el de la industria manufacturera y la persistente caída durante todo el año en el rubro construcción. El índice del PBI para este rubro fue -14,3 -21,6 y -24,1 para el primer, segundo y tercer trimestre respectivamente.

Las perspectivas de la actividad industrial son desfavorables en el corto y en el mediano plazo.

Los únicos sectores que han registrado cierto incremento en el año son algunos relacionados con el agro (centralmente agricultura de la pampa húmeda), que se ha visto favorecido por el gobierno debido a la necesidad de obtener divisas que son destinadas al pago de la deuda externa.

Un ejemplo elocuente de la incapacidad de este sistema económico dependiente, lo constituye la quiebra de las economías regionales donde las manifestaciones de la crisis se reflejan en los índices de desocupación, analfabetismo, mortalidad infantil y marginalidad.

Consignamos los ejemplos de Jujuy con la crisis del tabaco, donde el accionar de las multinacionales adquiriendo el producto en otros lugares, ha abandonado a su suerte a los productores tabacaleros de Salta y Jujuy que no tienen donde colocar la producción.

En Cuyo, con la pérdida de gran parte de la cosecha frutihortícola por falta de precios remunerativos y una situación de incertidumbre para la próxima vendimia.

En Tucumán, la reducción del cupo de producción azucarera y la falta de respuestas financieras a los productores, constituye un ejemplo del deterioro a que ha sido sometida la provincia. Se plantea que la disminución de la producción de azúcar a nivel nacional (Tucumán, Salta, Jujuy y Norte de Santa Fe) oscilaría alrededor del 20% cifra suficiente como para que sus efectos sean sentidos fundamentalmente en el seno de los trabajadores y los pequeños y medianos productores. El futuro verá el incremento de la desocupación por la perspectiva de cierre de más fuentes de trabajo.

En reiteradas reuniones los gobernadores patagónicos, han reafirmado la virtual cesación de pagos de sus provincias, que atesoran importantes recursos naturales.

Un índice de la política recesiva lo demarcan los porcentajes de disminución de las ventas para los meses de diciembre y enero, la retracción fue del 30 al 40%.

Un párrafo aparte merece el delirio especulativo con que finalizó el año 1984, que determinó que una empresa para poder mantener su patrimonio debía producir una rentabilidad del 50% del total de sus activos a valores constantes. Como esto no es posible, las empresas monopólicas han volcado su capacidad financiera ociosa y de posible crecimiento hacia el sector financiero y allí obtienen sus utilidades para neutralizar las pérdidas en la actividad productiva.

La herencia económica más visible del gobierno del "proceso", producida por el plan económico de Martínez de Hoz, es sin duda, la abultada deuda externa argentina, con la usura internacional, que condiciona toda la política económica de la Nación.

Durante el "proceso" de 7646 millones de dólares, la deuda pasó a 46.000 millones de dólares. De esta cifra, 19.500 millones de dólares no registran como contra partida el ingreso de bienes; los datos del Banco Central no registran la salida de 10.000 millones de dólares durante 5 años extraídos del trabajo del pueblo argentino. Hoy nadie habla de deuda ilegítima y de deuda legítima. En el quinquenio que va del ‘77 al ‘81, por los mecanismos de sobrefacturación y subfacturación en el comercio exterior, se estafó al país en 9.200 millones de dólares; y en 2000 millones de dólares en 1984, según fuera denunciado por el propio Administrador General de Aduanas.

¿Cuál ha sido la actitud del equipo económico del gobierno constitucional en la negociación de la deuda externa?

Carente de un proyecto nacional independiente, y ausente la convicción de las posibilidades realizadoras de un pueblo unido y movilizado tras banderas nacionales independientes, se fue en condiciones de debilidad a negociar la deuda externa.

Se acordó con el pool de bancos extranjeros, con el Hannover, con el Citicorp, con el Chase Manhattan, con el Morgan, Lloydd, que son los que conducen la Unión Carbide, la   Westinghouse, la Esso, la Shell, la Chemical, la Ford, etc. y que son a su vez quienes designan los funcionarios del FMI.

¿Por qué no se formula un proyecto alternativo al que impone el FMI? Porque aún se cree que es posible lograr el desarrollo dentro del modelo dependiente. Porque aún se sueña que es posible volver a convertir a Argentina en una colonia próspera. Entonces, como vamos a dejar de pagar los intereses de la deuda.

El gobierno, luego de un tiempo de negociación y luego de presiones, firmó la carta de intención del 9 de junio de 1984, donde en su parte sustancial, propone entregar en su totalidad el saldo positivo de la balanza comercial de ese año que es de 3829, millones de dólares.

Las condiciones gravosas y recesivas para la economía del país, se vuelven a ajustar en el mes de noviembre de 1986 en ocasión de firmarse el acta de compromiso, donde la presión es mayor y proporcionalmente mayores las concesiones. El gobierno fijará los salarios, los controles de precios serán liberados. Se intentará reducir el déficit fiscal, privatizando empresas y aumentando la presión tributaria. Se limitarán las transferencias a las provincias y a las empresas públicas, con lo cual habrá un incremento de los impuestos provinciales y de las tarifas públicas. Consta específicamente que el porcentaje de disminución de aportes a las provincias seré de un 30%.

Como meta a cumplir se plantea una mayor exportación agropecuaria; para eso se prevén sacar los aranceles a la importación de fertilizantes y “devaluar tanto como sea necesario para alcanzar los objetivos del balance de pagos del programa"(punto 24).

El único objetivo de todo esto es "...que se comprometa a atender al servicio de su deuda externa y a limitar el monto de nuevos préstamos"(punto 23).

El Banco Central otorgará divisas para pagos de intereses y transferencias para utilidades, dividendos y regalías. Este acuerdo ratifica una política económica de neto corte monetarista, orientado básicamente a pagar la deuda externa.

La satisfacción de las necesidades básicas, del conjunto de la población no se plantea en lo firmado, estas medidas económicas, incrementarán la dependencia y enfrentarán al gobierno con el pueblo, que no encontrará respuestas a sus reclamos para mejorar sus muy deterioradas condiciones de vida.

La política de estimular las exportaciones de productos primarios, y de restringir las importaciones de insumos industriales para el funcionamiento de la industria manufacturera, no conlleva otra motivación, que la de pagar los intereses de la deuda externa.

La restricción del crédito para los productores de nuestras quebradas economías regionales, el fijar como variable de ajuste el salario de los trabajadores, y la drástica disminución de los gastos en salud, educación y vivienda, llevan como motivación esencial el pago de los intereses de la deuda externa. El aumento de las tarifas de los combustibles está orientado también en ese sentido.

El conjunto de condicionamientos impuestos, se expresan en una política de concesiones en materia nuclear, y como consecuencia, la falta de continuidad en el plan nuclear de la Comisión Nacional de Energía Atómica.

En materia de petróleo, son lesivas al patrimonio económico nacional, las cláusulas acordadas con las empresas petroleras multinacionales, como así también los permisos de exploración y explotación concretados con las mismas en el océano Atlántica preocupa sobremanera, en el contrato son bancos franceses para Yaciretá, la renuncia de soberanía y la posibilidad de ser sometido a tribunales extranjeros en caso de no cumplimiento de pago de esta deuda. También se renuncia en dicho contrato a la inmunidad soberana del Estado argentino.

En materia de salud pública, los buenos deseos del Ministro del área, se contradicen, con los acuerdos prestados para el aumento desmedido del precio de los medicamentos, durante diciembre y enero de este año, por parte de los poderosos monopolios del medicamento.

El llamado plan Sourrouille, que lleva el título de "Lineamientos de estrategia de crecimiento económico 1985-89", es manifestación de la creencia de que aún se puede crecer dentro de los acuerdos comprometidos con el FMI. La propuesta no contó en su elaboración, con la participación de los diversos sectores de la vida nacional. El diagnóstico parte de una realidad objetiva (estancamiento económico, sin analizar el fenómeno de sus causan ni los problemas sociales existentes. La distribución social del ingreso, el crecimiento poblacional y demográfico, la salud, la educación y la vivienda no tienen lugar en el diagnóstico, es así que no se plantea para quien se desarrolla. La estrategia dependiente surge con toda claridad cuando se acepta como dato inmodificable el marco de restricciones externas de la economía argentina (fundamentalmente la deuda externa. Ella será pagada por toda la población, restringiendo el consumo. Se otorga prioridad a la inversión sobre el consumo y se antepone la exportación a la demanda interna. La clave de todo el programa es invertir para exportar.

Se olvida el mercado interno y la necesaria reconstitución de la industria. Se fija una estrategia de crecimiento que lleva consigo mayor descomposición de las economías regionales y de la industria, con las secuelas de desocupación. Se instrumenta el sistema de subsidios para los trabajadores que pierdan sus empleos entre octubre de 1984 y diciembre de 1985.

Una concertación dentro de estos términos significa que los trabajadores deberán admitir que caiga sobre sus hombros el peso de un reajuste de la economía nacional que no traerá en el futuro un mejoramiento en las condiciones de existencia ni en la satisfacción de sus necesidades básicas.

El modelo dependiente está agotado. Hoy  es necesario formular una nueva economía. El objetivo ineludible de la nueva economía, no es el permanente ajuste dentro del sistema, sino la construcción de una sociedad solidaria. La economía tendrá como fin, la satisfacción de las necesidades básicas de la población: salud, educación, vivienda. Mejorará la calidad de vida, revalorizará el trabajo como elemento principal del proceso económico. Jerarquizará el rol de la pequeña y mediana empresa de la ciudad y del campo.

La gran empresa multinacional, la economía de escala y la llamada tecnología de punta, no son solución para la realidad de nuestros pueblos expoliados y al borde de su desintegración.

Hay que argentinizar nuestra economía. Elaborar un Proyecto Argentino, con cabeza argentina y concretado por argentinos.

El Partido Socialista Popular, propone un programa nacional de emergencia inscripto dentro de un proyecto nacional independiente.

Este proyecto nacional, deberá contemplar la nacionalización de los resortes básicos de nuestra economía y la redistribución de la tierra - a través de una reforma agraria, que ponga en marcha la potencialidad del campo argentino- precio sostén único en estación, la reconstrucción de las economías regionales, el reconocimiento del rol de la pequeña y mediana empresa del campo y la ciudad, la reorganización y puesta en marcha de una industria integrada que basada en el desarrollo del mercado interno se vuelque fundamentalmente a crear una economía humana que satisfaga las necesidades de alimentación , vestimenta, salud, educación y vivienda de nuestro pueblo. La promoción de la acción cooperativa de los productores y consumidores, el desarrollo del área social de la economía - constituida con las empresas del estado y las que se rescaten de manos extranjeras-, en ella tendrán fundamental participación los trabajadores, los usuarios, los consumidores y todos los sectores de la comunidad interesados en lo actividad específica.

Es fundamental cerrar las válvulas por donde hoy se desangra la economía nacional. Se debe terminar con el saqueo de la Nación que se produce a través del sistema financiero, del mercado de cambios y del comercio exterior.

Para lograr estos objetivos es necesario:

- Nacionalización del sistema bancario. A los efectos de que el crédito sea destinado a producir en beneficio de las mayorías nacionales, posibilite el sano desarrollo de la pequeña y mediana empresa, y permita a la familia afrontar las emergencias de la vida cotidiana. Supresión del crédito a las empresas extranjeras, para evitar que el ahorro nacional sea puesto al servicio de las transnacionales.

- Nacionalización de las actividades del seguro y el reaseguro. Para evitar el flujo de capitales por primas aumentadas y otras maniobras. Restablecer el papel fundamental del INDER.

3.- Nacionalización del comercio exterior» A los efectos de que toda exportación e importación, se haga de acuerdo con los intereses nacionales, todas estas actividades serán realizadas por organismos en los que tendrán participación efectiva los trabajadores, los productores, los usuarios y las cooperativas

Nacionalización del mercado cambiarlo. Para evitar la fuga de capitales y la especulación con monedas extranjeras.

- Constitución del Consejo Nacional Económico Social, multipartidario y multisectorial.

- Salario mínimo, vital y móvil, de acuerdo a la canasta familiar elaborada por el Partido Socialista Popular.

7.- Implementar un sistema de control de costos y producción en las empresas líderes a través de la participación de los trabajadores en su administración.

8.- Reconstitución de la pequeña y mediana empresa, a través de un sistema crediticio que las estimule.

9.- Recomposición de las economías regionales.

-Modificación del sistema impositivo, que financie el presupuesto nacional con un sistema de impuestos que graven la renta y el capital.

-Orientación de los gastos del Estado, jerarquizando la salud, educación, vivienda

-Revisión de los acuerdos con el FMI y la banca acreedora internacional. Determinación de la deuda legitima y la deuda ilegitima. Debe cumplirse con la Constitución Nacional, que confiere autoridad al Congreso para el tratamiento de la deuda externa. El pago de la deuda legitima contraída, debe condicionarse a la realización del plan de emergencia nacional. El pago de la deuda externa jamás debe recaer en el hambre y la marginación de millones de argentinos.

Solo la capacidad creadora y realizadora del pueblo, permitirá la planificación popular de una economía independiente. Tomando las palancas decisivas por donde hoy; se escapa el ahorro nacional, hará posible revertir las jerarquías en la nueva Argentina: invertir en salud, educación, vivienda y en salarios dignos que posibiliten a tender las necesidades básicas de la familia de los trabajadores.

El camino dependiente, de aceptación de las recetas recesivas de los organismos financieros internacionales, es la derrota y la desintegración de Argentina.

El canino independiente, en marcha hacia una nación solidaria es el triunfo del pueblo y de la Nación Argentina.

Buenos Aires, 2 de febrero de 1985. COMITÉ NACIONAL


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