Los ciudadanos Guillermo Estévez Boero, Héctor Cavallero, Héctor Miguel Di Biasi, Miguel Godoy, Juan Carlos Zabalza, Rubén Bilicih, Carlos Constenla, Victor Mondschein y Carlos Spini, que integramos la Mesa Ejecutiva del Comité Nacional del Partido Socialista Popular hacemos pública nuestra coincidencia con la resolución de la Junta Militar que declara nulo el laudo arbitral -dictado por Su Majestad Británica en el litigio contra la República Argentina y la República de Chile sobre la región del canal de Beagle en virtud del compromiso arbitral del 22 de julio de 1971.
Reiteramos nuestra convicción de que el quehacer nacional ha de orientarse hacia la firme defensa integral de la soberanía sobre todo nuestro territorio y especialmente en la Antártida Argentina, Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur. Rechazamos toda solución de la cuestión limítrofe existente con la República hermana de Chile que no respete el principio Atlántico-Pacífico.
Compartimos lo que planteara FORJA de que tina correcta práctica internacional "establecerá el hecho de que una voluntad propia determina la conducta internacional de la República, e importará mantener la posibilidad de la concertación de las naciones americanas, homogéneas, cuya reunión, exenta de la presencia de imperios dominantes constituirá la fuerza que ampare a cada una y nos ayude a cumplir los fines propios de esta Nación que anunció al mundo una nueva forma de sociedad humana, sin opresores ni oprimidos y sin exclusiones de sangre ni raza.
Estimamos necesario que quienes tienen la responsabilidad de representar internacionalmente a la República reclamen la necesaria reflexión de los gobernantes de la República de Chile a los efectos de arribar a una valorable y encomiable solución pacífica, que no podrá asentarse sobre otros principios generales que los del irrestricto reconocimiento de la soberanía atlántica argentina y pacífica chilena.
Valoramos el hecho de que todos los sectores integrantes de las mayorías nacionales han tenido la grandeza de superar las divergencias internas para ubicarse correctamente ante los problemas trascendentes de la Nación.
Creemos preciso incrementar la difusión -a través de todos los medios de comunicación -, de las razones geográficas, históricas y jurídicas que asisten a nuestra Patria en este conflicto de límites. Ello es necesario para profundizar el conocimiento de nuestro pueblo acerca de nuestros irrenunciables derechos a ejercitar la soberanía de la República en los territorios insulares, áreas marítimas, plataforma continental y fondos marinos que le corresponden, situados al este del meridiano del Cabo de Hornos, de acuerdo con el espíritu y la letra de los tratados de 1881, 1883 y 1902.
Al expresar nuestra coincidencia con la Declaración de nulidad del laudo arbitral y con las consecuencias que de ella emerjan, es nuestro deber reiterar nuestra opinión de que la defensa de la soberanía nacional no es privativa de los días de controversia sino que es el fruto de la tarea consciente y esforzada de todos los días del año, debiendo para ello procederse al urgente reordenamiento territorial y demográfico que exige la subsistencia nacional, intensificando el contenido nacional de los medios de comunicación, difundiendo las proezas históricas de nuestros pueblos: en definitiva, respetando y promoviendo los valores de la Nación que permitan la existencia de un "hombre argentino". Difundamos a los efectos de promover una solidaridad activa, las tareas que los integrantes de las Fuerzas. Armadas, científicos y trabajadores realizan en forma abnegada en los confines de todo el territorio nacional.
La mejor defensa de la soberanía nacional estará dada por la existencia de una fuerte conciencia nacional concreta y altiva en todas las actividades de la vida de nuestra Patria.
Buenos Aires, 27 de enero de 1978