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En el 164 aniversario de la patria y en el 1º Aniversario del triunfo popular. Discurso de GEB en Córdoba

En el 164º aniversario de la patria y en el 1º aniversario del triunfo popular.

Palabras pronunciadas por el Secretario General de la Federación Socialista Popular de Córdoba, compañero Roberto Simes, en Córdoba, en el acto del 25 de mayo de 1974.

Compañero secretario general del Partido Socialista Popular, G. Estévez Boero;

Organizaciones políticas populares aquí presentes;

Compañeras, compañeros:

Es para nosotros una gran alegría compartir esta mag­nífica fiesta que constituye un saludo al aniversario de nuestra patria.

Es para nosotros una enorme alegría contar con la presencia de delegaciones del Partido Socialista Popular de casi todos los lugares del país. Y es también para nos­otros una enorme alegría recibir a los compañeros del in­terior de nuestra provincia, pues todo esto marca el rumbo creciente y sin pausa del Partido en cada uno de los puntos de la República y en ésta, nuestra Córdoba. En este nuevo aniversario de la patria es necesario recordar que los argentinos hace 164 años proclamamos ante el mundo nuestra clara voluntad de sacudirnos de todo tutelaje, de todo coloniaje.

Hoy, en que aún continúa la lucha de nuestro pueblo contra nuevas formas de dominación, contra el imperia­lismo económico, cultural, tecnológico y político, soste­nemos que la problemática fundamental del país es libe­ración o dependencia, y ésta es la tarea fundamental que ha echado sobre sus hombros el Partido Socialista Po­pular.

Unidos a millones y millones de argentinos termi­naremos con la dependencia, expulsaremos de nuestra patria para siempre a los monopolios extranjeros y aplas­taremos a la oligarquía nativa.

BARRA: ¡¡¡Patria sí, colonia no!!! ¡¡¡Patria sí, colonia no!!!

Pero no nos engañemos compañeros; esta lucha es muy dura y para ello es necesario unir las fuerzas de todo nuestro pueblo, las fuerzas de la clase trabajadora que debe dirigir este proceso, y las fuerzas de los sectores medios. Sin esta unidad será imposible derrotar al ene­migo fundamental, y tal es el trabajo que nosotros debe­mos realizar.

Hoy entendemos que este marco caluroso es el reco­nocimiento del pueblo de Córdoba a los militantes del Partido Socialista Popular, apoyando su trabajo en el seno del pueblo, su sacrificio en el seno del pueblo, porque nuestros militantes están brindados por entero, con su vida y con su sangre, a la causa de la Liberación Nacional en beneficio de las mayorías nacionales.

Esta lucha, que es dura, ha de unirnos en un gran Frente del Pueblo integrado por trabajadores y sectores medios que, en su mayoría, son peronistas y radicales. Con todos ellos, peronistas, radicales, socialistas y demás sectores populares debemos integrar este gran Frente del Pueblo. Cualquier otro frente, como esos seudo frentes de izquierda que se postulan por allí, no serán otra cosa que un enfrentamiento a las mayorías nacionales y, en última instancia, jugarán objetivamente a favor del imperialismo, es decir, que serán contrarrevolucionarios. Nosotros desde ya los calificamos como enemigos de nuestro pueblo.

BARRA: ¡Con el gran Frente del Pueblo, con el gran Frente del Pueblo, de las grandes mayorías, de las grandes mayorías, expulsar los monopolios y expropiar la oligarquía!

Compañeros, nosotros entendemos que la presencia de nuestro pueblo en este acto del Partido Socialista Po­pular, es el apoyo fervoroso a nuestro trabajo por forjar la unidad de las mayorías nacionales.

Para luchar contra los monopolios no sólo es nece­sario advertir el peligro del golpe de Estado, sino que es necesario luchar activamente contra el golpe, creer en nuestro pueblo y no jugar a medias tintas.

Las medias tintas no tienen lugar en el escenario político nacional. Se está por la defensa del gobierno po­pular o contra el gobierno popular. (Aplausos).

BARRA: ¡Corazón, corazón, la barra te saluda por la liberación!

Compañeros, para terminar y dejar paso al compañero Guillermo, Secretario General de nuestro Partido, convo­camos seriamente a la unidad, a la lucha conjunta de las mayorías nacionales, para defender el gobierno popular contra los monopolios que hoy ejercen su tarea paso a paso tratando de mellar la unidad popular, a través del desabastecimiento, de la formación del mercado negro y del aumento de precios.

Nosotros convocamos a los sectores populares para luchar contra las muertes inútiles, para forjar la unidad en el seno de las mayorías nacionales, para no desviarnos por cuestiones estúpidas y secundarias, y para enfrentar al enemigo fundamental a fin de derrotarlo y transformar así a la Argentina colonia en una patria totalmente libe­rada. ¡¡¡PATRIA SI, COLONIA NO!!! ¡¡¡VIVA EL PARTIDO SOCIALISTA POPULAR!!!

BARRA: ¡¡¡Patria sí, colonia no; Patria sí, colonia no; Patria sí, colonia no!!!

 

Palabras pronunciadas por el Secretario General del Partido Socialista Popular, compañero Guillermo Estévez Boero,
en Córdoba, en el acto del 25 de mayo de 1974.

Quiero saludar hoy, en nombre del Comité Nacional de nuestro Partido, a los amigos que acto tras acto nos honran con su presencia y nos alegran con su amistad en estas fiestas, que deseamos sean cada vez más po­pulares; a los militantes del movimiento gremial de la Argentina, de todas las ideas, de todas las corrientes, bienvenidos a la fiesta de este Partido, sostenedor de que los trabajadores son la columna vertebral en el proceso de Liberación Nacional; a las compañeras y compañeros del Movimiento Nacional Justicialista; a los correligiona­rios radicales; a la Juventud Peronista; bienvenidos a esta mesa que quiere sintetizar la unidad de las mayorías na­cionales, la gran y única posibilidad argentina de transitar victoriosamente el camino de la Liberación Nacional; sin todos ustedes esto es imposible; (Aplausos)

BARRA: ¡Con el frente popular a la patria liberar!

...a los compañeros del Partido Socialista Popular, que han llegado hasta aquí desde distintas provincias: bienvenidos compañeros, han cumplido; a los amigos del P.S.P. de todas las provincias y que están aquí presentes: ¡mil veces bienvenidos! (Aplausos).

En calidad de Secretario General del P.S.P., me co­rresponde comentar a ustedes la resolución que nuestro Comité Nacional ha emitido en oportunidad de este doble aniversario.

Hoy las mayorías nacionales de la República festejan con todo fervor, con toda vitalidad, con toda su militancia, el 164º aniversario de la independencia y el primer aniversario del triunfo de la voluntad popular. (Aplausos).

Para aquellos que no quieren aprender de la historia, estas dos fechas quizás sean intrascendentes. Para las mujeres y los hombres del P.S.P. de todo el país que saben que hay que estudiar, organizar y difundir, y que es esen­cial estudiar nuestra historia para interpretar el alcance de sus fechas, éstas son dos grandes fechas.

La primera, la de 1810, porque nuestro país, colonia entonces para servir a un mercado monopólico, colonia para llevarse de ella cueros, colonia para llevarse las mulas al Perú, colonia sin posibilidades de comerciar libremen­te, de comprar y de vender al mejor precio, un día, el 25 de mayo de 1810, dijo basta. Es que habíamos alcanzado un desarrollo, habíamos alcanzado conciencia de la explo­tación a que nos sometía la metrópoli, y dijimos: ¡Basta al sistema colonial!

Yo como argentino y ustedes como argentinos debe­mos sentirnos orgullosos de las mujeres y los hombres de 1810. Piensen que todavía hoy, 160 años después, África se está liberando del colonialismo.

La inteligencia y la sangre de nuestro pueblo nos libraron del colonialismo político hace más de 160 años.

BARRA: ¡Argentina, Argentina, Argentina, Argentina, Argentina, Argentina!

Para quienes no comprenden nada, para quienes des­precian la vida, la salud y el bienestar del pueblo, esto carece de sentido. Y es así para quienes ignoran que hoy en plena África, en Rhodesia por ejemplo, los nativos sufren todo tipo de vejaciones, y también para quienes ignoran que las tribus de Sudáfrica son llevadas cada seis meses a trabajar en los yacimientos de diamantes y de oro y luego con silicosis, heridos, degenerados por las venéreas, son arrojadas de nuevo a la selva.

BARRA: ¡América Latina, con África y Asia, lucha por la causa del pueblo que trabaja!

Para quienes no saben cómo se vivía en esta colonia hace 164 años, donde los chicos eran reventados en las minas del Alto Perú, en las minas de Bolivia y en las mi­siones jesuíticas, donde se explotaba la totalidad de la vida espiritual y física de nuestro pueblo, esto es algo sin trascendencia. Para quienes jerarquizamos por sobre todas las cosas la salud y el bienestar del hombre, estas son cosas trascendentes y es así que hoy y aquí nos reu­nimos para festejar la ruptura con aquel colonialismo.

BARRA: ¡Patria sí, colonia no, patria sí, colonia no!

Compañeros: hoy existen quienes, sin mal intención, pero también con la mayor de las incomprensiones, se niegan a celebrar el aniversario del gobierno popular.

Nosotros, que el mismo 28 de junio de 1966 empe­zamos a dar la batalla contra la dictadura mercenaria, nosotros que integramos la resistencia nacional contra la dictadura mercenaria, nosotros que brindamos lo mejor que tenemos que es nuestra juventud, que enfrentamos a los entregadores como Onganía, Levingston y Lanusse; nosotros que no creímos que Levingston fuera a oponerse a los monopolios, nosotros que exigimos el respeto a la soberanía popular, nosotros que caímos junto con Mena y con Pampillón, nosotros que somos absolutamente responsables de cada hombre y todo militante de la resis­tencia nacional, debemos festejar el triunfo del gobierno popular. (Aplausos prolongados).

Debemos festejar la derrota de los mercenarios, de­bemos festejar la derrota de los que tuvieron todo y no pudieron hacer nada, debemos festejar el triunfo de aque­llos a quienes se les negó todo y pudieron hacerlo todo, y aquéllos son las mayorías nacionales.

BARRA: ¡Acción, acción por la liberación!

Por eso, amigas y amigos, compañeras y compañeros, este Partido Socialista Popular existe y se desarrolla ante los ojos de los que quieren ver.

Este Partido Socialista Popular, cuyo nacimiento cons­tituyó la respuesta consciente, responsable y revoluciona­ria de la juventud a la dictadura mercenaria, celebra y con­voca a las mayorías nacionales a celebrar el triunfo de la voluntad popular y la derrota de la dictadura, del impe­rialismo y de la oligarquía.

BARRA: ¡Luchar y organizar, socialismo popular, luchar y organizar, socialismo popular!

Saludamos hoy a los millones de mujeres y hombres que, mediante el voto a los grandes partidos populares de la Argentina, derrotaron a la dictadura mercenaria.

Festejamos hoy que más del 80 por ciento de los ha­bitantes de nuestro país, después de largos años de dic­tadura, dijo a los mercenarios: ¡Afuera! ¡Aquí reina y go­bierna la voluntad popular! Eso es lo que festejamos muje­res y hombres del Partido Socialista Popular. (Aplausos).

BARRA: ¡Luchar y respetar, soberanía popular!

Festejamos hoy la maravillosa oportunidad de expre­sar a los seres queridos de todos los mártires —a las ma­dres, a los padres, a las esposas, a los maridos, a los hijos de los caídos en la resistencia contra la dictadura ante la impunidad de los organismos represivos de la dictadura— que hace un año las mayorías nacionales de la República Argentina manifestaron con su voluntad ma­siva, mayoritaria, irrebatible, su repudio a la tortura, a la muerte, a las cárceles, a la dictadura, y su homenaje a los anónimos héroes de la resistencia nacional.

BARRA: ¡El pueblo ya votó: patria sí, colonia no! ¡Aquí están, estos son, los brazos de Pampillón!

Cuando el accionar de la absoluta mayoría del pueblo condena al imperialismo, condena a la oligarquía, condena el secuestro, condena la tortura, y marcha junto a quienes protagonizaron la parte más dolorosa de la resistencia na­cional, estamos ante un pueblo, compañeros, por el cual vale la pena jugarse. Estamos ante el pueblo argentino y por eso festejamos este primer aniversario de su triun­fo contra la dictadura militar.

BARRA: ¡Patria si, colonia no! ¡Soberanía popular, a los mercenarios reventar!

Y si respetamos a este pueblo, si respetamos el anhe­lo de las mayorías nacionales y humildemente escuchamos su voluntad sin tratar de imponerle de contrabando nues­tra voluntad, tenemos que buscar para esas mayorías na­cionales un camino aceptable, un camino correcto, un ca­mino victorioso hacia la Liberación Nacional.

Entonces, el Partido Socialista Popular, en esta opor­tunidad como en otras, le dice al pueblo del cual es parte viva, parte joven, parte militante: ¿Qué ha pasado com­patriotas? ¿Qué ha pasado compatriotas de la ciudad y del campo en estos 164 años de vida política indepen­diente? Ha sucedido que los mejores hombres, los hom­bres más generosos, los hombres sin reservas, los hom­bres que lucharon por causas trascendentes en nuestro país, fueron cayendo en una lucha interna, en una lucha fratricida y sin sentido, fueron cayendo en una lucha de vecindario, en una lucha de banderías, mientras que siem­pre dominaron el imperialismo y la oligarquía sobre los cadáveres de los idealistas y de los luchadores de las grandes causas populares.

Debemos vivir una experiencia, compañeras y com­pañeros; tenemos que dejar de dividir a los argentinos porque esa es el arma de dominación del monopolio, por­que esa es el arma de dominación de la oligarquía. Nos­otros debemos unir a las mayorías nacionales.

BARRA: ¡Argentina, Argentina, Argentina!

¡Con el frente popular a la patria liberar!

Yo no soy adivino, yo no puedo estar en el cerebro de cada uno de los que convocan a la unidad de las ma­yorías nacionales. Pero lo que sabe el Partido Socialista Popular y lo dice por mi intermedio, es que si se logra la unidad de las mayorías nacionales, se acercará inexora­blemente la hora de la derrota del imperialismo y de la oligarquía.

BARRA: ¡Contra los yanquis no hay nada mejor, que formar un frente de liberación!

Compañeros, rendimos hoy un pequeño, un humilde tributo, a quienes cayeron generosamente, a quienes ca­yeron sin saberlo, quizás víctimas de una bala perdida, corriendo por una calle de Córdoba tras una bandera ar­gentina, agitados por un sentimiento, por la indignación frente al accionar de la dictadura. Pero rendiremos un tri­buto de estrechez mental ante sus padres, ante sus ma­dres, frente al país y al mundo, si no nos ponemos de acuerdo para hacer un acto conjunto de festejo del triun­fo popular del Cordobazo.

Si no nos damos cuenta de que nos equivocamos te­rriblemente, al carecer de imaginación y capacidad de en­tender el sacrificio y el dolor de nuestro pueblo como para rendir un homenaje unitario a quienes han caído por la resistencia nacional, no tendremos cabida y lugar en el futuro de la Liberación Nacional. (Aplausos prolongados.)

Si seguimos jugando mezquinamente, esquema mi­núsculo contra esquema minúsculo, secta contra secta, nos iremos divorciando del destino de las mayorías nacionales, traicionaremos la fe de las mayorías nacionales y continuará el deterioro de una gran posibilidad argentina que fue y es el triunfo popular del 25 de mayo de 1973.

Muchachas y muchachos argentinos: no sean irres­ponsables. Las posibilidades históricas no se dan gratui­tamente. ¡Miren lo que ha pagado Chile por la irresponsa­bilidad! ¡Miren lo que ha pagado Chile por el sectarismo! ¡Aprendan, únanse! ¡Organicen a los sectores populares!

BARRA: ¡Se siente, se siente, Allende está presente!

Salvador Allende, ese extraordinario compañero, ami­go y mártir de América Latina, cayó sabiendo que iba a caer.

Con estos compañeros que recién estaban aquí, lo hemos visto un 1º de mayo en la plaza frente a La Moneda, lo hemos visto en Valparaíso con mi compañera, lo hemos visto en el Caupolicán junto a los compañeros trabajado­res de Chile, pidiendo unidad, pidiendo entendimiento, exi­giendo terminar con el sectarismo. Y el sectarismo, la estrechez, la incomprensión, el divisionismo, rompió y car­comió las bases del gobierno popular y posibilitó la ma­sacre que el imperialismo, la oligarquía y la Democracia Cristiana desataron sobre las mayorías populares de Chile.

BARRA: ¡Fuera de Chile, fuera de Argentina, fuera los yanquis de América Latina!

Compañeras, compañeros, amigas y amigos, aprenda­mos. Ustedes son jóvenes; si saben organizar, si saben identificarse con la conciencia de las mayorías nacionales, ustedes marcharán en las columnas invencibles de la Li­beración Nacional.

Pero aprendan... razonen... Jamás puede, y lo digo con la claridad de quien habla con el corazón, jamás puede interesarnos a la juventud de la patria, romper un acto del 1º de mayo. Lo que debemos hacer es llevar un acto del 1º de mayo hacia la Liberación Nacional.

BARRA: ¡Juventud presente, liberación o muerte!

Compañeras y compañeros, jamás podemos nosotros romper el diálogo de las mayorías nacionales.

Hace unos días, en representación de nuestro Partido, tuve la profunda satisfacción de recibir la visita de las Juventudes Políticas Argentinas. Acudieron con gran can­tidad de denuncias de torturas, vejaciones, persecuciones, depredaciones. Quienes en los últimos veinte o veinticinco años hemos estado siempre en la primera lista de los po­sibles secuestrados, torturados y vejados, ¿cómo no va­mos a tener sensibilidad para entender lo que es eso? Quienes tenemos permanentemente presente que nuestras compañeras pueden ser vejadas por los torturadores pro­fesionales al servicio del imperialismo y la oligarquía, ¿cómo no vamos a tener sensibilidad frente a la vejación, frente a la violación de una militante, de una mujer joven o no joven de la Argentina?

Pero una cosa es la sensibilidad, una cosa es nuestra indignación, y otra es que a veces tengamos que apretar el puño hasta que sangre, que a veces tengamos que mor­dernos la lengua hasta que sangre, para poder adoptar racionalmente la táctica correcta y desterrar de este país las torturas y las vejaciones. (Aplausos).

Mientras las mayorías populares de este país no re­pudien activamente la tortura y la vejación, subsistirán en este país torturas y vejaciones a pesar de las moviliza­ciones y a pesar de las denuncias.

Entonces, ¿qué nos indica la experiencia? ¿qué nos indica nuestro conocimiento? ¿qué nos señala la trayec­toria de lucha del pueblo argentino y de los pueblos de todo el mundo?: Que para una lucha consciente y progra­mática por la Liberación Nacional es necesario ganar a las mayorías nacionales.

¿Y cómo se gana a las mayorías nacionales? No con la estridencia de la gran denuncia. No con un potente petardo. No con un gran bombazo. Se las gana mediante el trabajo que llevan a cabo estos muchachos y mucha­chas del Partido Socialista Popular que están aquí presen­tes. Y es el trabajo cotidiano, el trabajo rutinario, el tra­bajo gris, de ir a comunicarse con los integrantes de las mayorías nacionales. Es la tarea de ir a discutir al barrio, a la fábrica y a la facultad el problema de las reivindi­caciones concretas de las mayorías nacionales, y es tam­bién la tarea de difundir por qué siempre en nuestro país y en el mundo, la tortura, la vejación, la violación de los derechos y garantías del ser humano fueron el arma de quienes negaban la reivindicaciones más elementales y simples de las mayorías nacionales.

Mientras no llevemos este mensaje, mientras no gra­bemos en la conciencia de las mayorías nacionales esta convicción, habrá tortura y habrá vejaciones en la Repú­blica Argentina.

Nuestro objetivo es la Liberación Nacional, y sabemos que no podemos hacer la Liberación Nacional sin las ma­yorías nacionales. En consecuencia, es con ellas que de­bemos recorrer cada centímetro, cada milímetro de la Li­beración Nacional. Lo que recorramos sin las mayorías nacionales no hará historia, no hará proceso, no combatirá ni exterminará al imperialismo y a la oligarquía. En defi­nitiva no avanzará hacia la Liberación Nacional. (Aplausos prolongados).

Nuestra historia, dice el documento del Comité Na­cional, nos enseña que en estos 164 años, integrantes de las mayorías nacionales llegaron al poder político. Con Hipólito Yrigoyen accedieron al poder político los corre­ligionarios radicales en 1916. Después llegaron por segun­da vez, en forma más débil, con lllia, y llegaron los tra­bajadores a coparticipar del poder político en 1946 con Juan Domingo Perón. Sin embargo, unos y otros fueron derrotados por la oligarquía y el imperialismo.

¿Qué debemos aprender los argentinos? Que en forma separada, los sectores medios y la clase trabajadora de este país no pueden mantenerse en el poder político, no pueden marchar hacia la Liberación Nacional.

Por eso, el Partido Socialista Popular dice: forjemos la unidad de las mayorías nacionales, de los trabajadores, de la juventud, de los sectores del pequeño y mediano empresariado argentino de la ciudad y del campo, para sustentar un programa de Liberación Nacional. Marchemos hacia adelante, marchemos hacia la unidad consciente de las mayorías nacionales, pues en la medida en que esa unidad, que es una posibilidad real, sea conducida por los trabajadores con una idea clara de que en el futuro de la humanidad será necesario terminar con la explotación del hombre por el hombre y de los pueblos por el capital, esas mayorías nacionales irán caminando victoriosas hacia la Liberación Nacional.

En homenaje a todos los caídos en esta tierra, en homenaje a quienes incluso cayeron sin comprender, para que no sigan cayendo sin comprender, el Partido Socia­lista Popular convoca hoy a las mayorías argentinas, a todas las fuerzas políticas argentinas, a suscribir un pacto público, por un programa de Liberación Nacional y por el respeto permanente a la soberanía popular, por el respeto del proceso de institucionalización; para que ustedes, com­pañeras y compañeros, tengan un futuro con más vida y menos muerte.

Cuando me dicen que la Cámara de Diputados es un desastre y que la Cámara de Representantes es otro desas­tre, yo les contesto: ¿Qué experiencia política tienen esos compañeros, si durante años y años la dictadura militar impidió el ejercicio, el desarrollo de la comprensión y del diálogo político entre los argentinos?

Hoy debemos recuperar el terreno perdido, desarrollar el diálogo y la unidad programática para la Liberación Na­cional, porque ese es el único camino, compañeros, que nos lleva hacia un futuro de independencia, de libertad y de bienestar para nuestro Pueblo.

Compañeros, ustedes son jóvenes en su gran mayoría, y los que no son tan jóvenes por su edad, lo son por su espíritu y por asistir a actos como este. A todos les digo: empleen la juventud en marchar junto a las mayorías na­cionales, en trabajar por la unidad de nuestro pueblo, que es la piedra angular de la derrota del imperialismo y de la oligarquía en la lucha por la Liberación Nacional.

Compañeros, por muchos años y para fiestas mucho más grandes que ésta. ¡Vivan ustedes en una Argentina libre e independiente!

¡Y viva el Partido Socialista Popular!

BARRA: ¡Argentina, Argentina, Argentina!

¡La barra te saluda por la liberación!

Ante el futuro de corrupción, ante el futuro de drogas, ante el futuro de guerras y de racismo que promete la estúpida sociedad de consumo que se nos impone, el Partido Socialista Popular levanta una fu­tura patria socialista donde el hombre sea el señor de la tierra y del espacio, donde se reconozca como máxima riqueza de la Nación a su pueblo y, conse­cuentemente, la salud pública y la educación sean los pilares de todo progreso y para que en un ambiente de libertad, de bienestar y de independencia nacional se condene para siempre a la bohardilla de la histo­ria, a la expoliación del hombre por el hombre y de los pueblos por el capital.


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