PARTICIPACIÓN DEL DIPUTADO GUILLERMO ESTÉVEZ BOERO EN EL HOMENAJE RENDIDO POR LA HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS A WILLY BRANDT EN SU SESIÓN DEL 11 DE NOVIEMBRE DE 1992
Sr. Presidente:
El día 8 de octubre de 1992 fallece en Unkel el legendario Willy Brandt. Su vida transcurrió por momentos terribles, en algunos casos, y de buenos augurios para la humanidad, en otros, y desde los 13 ó 14 años nunca vaciló en tener un rol protagónico en la lucha de las ideas por la reforma social.
Cuando en su Lubeck natal comienza la razzia del nazismo, que arrasa y confina a sus profesores y compañeros, Willy Brandt se exilia en Noruega desde donde continúa colaborando en la lucha contra la dictadura de su país. Con posterioridad participa como periodista en otro drama de Europa: la Guerra Civil de España. El nazismo lo privó de su nacionalidad en una actitud típicamente condenada por el derecho internacional público, y Noruega se la brindó generosamente.
Willy Brandt sirvió toda su vida a los ideales de libertad política y libertad social, y tras esas banderas alcanzó las más altas responsabilidades en su Nación. En 1949 fue electo diputado, siendo reelegido en 1954 y 1958. En 1989 tuvo la extraordinaria satisfacción moral, como diputado decano del Bundestag, de pronunciar el primer discurso en la reinstalación del parlamento alemán en Berlín unificado, en donde hoy descansa de acuerdo con su propia voluntad y de la que fue imbatible defensor cuando se lo dividió y sitió, ya que fue su alcalde desde 1957 a 1966.
Presidente del Partido Social Demócrata de Alemania desde 1964 hasta 1987 Y titular de la Internacional Socialista desde 1976 hasta setiembre de 1992. En su último congreso no pudo hacerse presente por hallarse postrado por la enfermedad, pero envió un último mensaje anticipando un futuro arduo y difícil pero posible en la construcción de un mundo mejor.
En él expresó: "Donde sea que a las personas se les haga sufrir penas, nos tenemos que dar siempre por aludidos: quien admita que se perpetúe la injusticia, no hace sino allanarle el camino a la siguiente. Tampoco después de los acontecimientos epocales del 89 y del 90 es que el mundo se ha podido volver sólo "bueno". Nuestros tiempos contemporáneos - como ninguna otra época anterior - entrañan muchas posibilidades, tanto para bien como para mal. Y hay muy pocas cosas que sean duraderas. Por eso, no os olvidéis nunca de vuestras fuerzas y de que los tiempos individuales exigen respuestas propias, y de que siempre hay que estar a su altura, si es que se quiere hacer bien."
En 1966 fue Ministro Federal de Asuntos Exteriores de su país y Vicecanciller en el gobierno de la gran coalición. En 1969 asumió como Canciller Federal y en 1973 fue el primer Canciller Federal en hablar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas después de la Segunda Guerra Mundial.
A medida que transcurría el tiempo se incrementó la proyección de Willy Brandt en su país, más allá de los ámbitos partidarios y en Europa más allá de los límites de su nación. Fue un hombre excepcional porque sin arriar sus ideales pensó y estructuró estrategias de no-confrontación, de diálogo y de concertación. Siendo un defensor irreductible de la pertenencia de Berlín a Alemania Federal, rechazando frontalmente la tesis de la ciudad Estado, fue al mismo tiempo artífice de la unidad de la nación alemana.
Autor y valiente protagonista de la apertura hacia el Este, sufrió la incomprensión por construir puentes entre el Este y el Oeste, y entre el Norte y el Sur. Él siempre nos enseñó que: "Se ha pensado que el crecimiento económico espontáneo producía en forma automática más libertad y más justicia e incluso felicidad personal; actualmente esta convicción ha sido abandonada. Hoy debemos ser más sensibles, más críticos y estar más atentos a la hora de averiguar durante cuánto tiempo más nos seguirán acercando recetas, consideradas válidas en su época, para el logro de los objetivos de una vida libre, solidaria y segura. El socialismo seguirá siendo el movimiento histórico del progreso, aunque por nuevas vías, ya que las anteriores no resultan ahora válidas o llevan una dirección equivocada. Los intereses de la humanidad deben tener preeminencia sobre los factores de grupo o regionales. Las actitudes de entendimiento y cooperación han ocupado en algunos lugares el puesto del dogmatismo ideológico. Un tipo de proyecto de acuerdo y de simultánea cooperación, no equivale en absoluto a una precipitada retirada de los grandes objetos de la controversia.
Somos conscientes de lo difícil que resulta garantizar la justicia social en una economía de mercado y cuánta energía es necesaria para asegurar y desarrollar la democracia y la constitucionalidad".
WilIy Brandt fue un apasionado defensor de los derechos humanos como base inexcusable del progreso. Expresó que los derechos liberales de libertad, los derechos democráticos de participación y los derechos sociales de protección se condicionan entre sí, y únicamente su conjunto es capaz de garantizar la libertad humana. Hace pocos años manifestó que quien se toma en serio los derechos humanos debe luchar por la total equiparación de hombres y mujeres.
La obra incansable y trascendente de Brandt fue reconocida por las tendencias democráticas de todos los continentes, como se exteriorizó en sus exequias con la presencia de gobernantes del mundo entero, encabezados por el Secretario General de las Naciones Unidas, Boutros Boutros Ghali. Allí las más altas expresiones del gobierno alemán manifestaron que Willy Brandt fue el artífice de la reconciliación de los alemanes entre sí y con los demás pueblos del mundo a través de actitudes y gestos no planeados ni esperados como la espontánea puesta de rodillas ante el ghetto de Varsovia.
Hace tiempo el presidente de Alemania Richard van Weizsacker expresó que la vida de Willy Brandt es el "destino alemán de este siglo, en sus guerras y en la paz, en casa y en el extranjero, bajo la tiranía y en la libertad... Una vida llena de riesgos, marcada por avances positivos, duros retrocesos y nuevas orillas."
La lucha de Brandt no es extraña a los pueblos del sur. Él denunció "las exorbitantes obligaciones de la amortización de la deuda y la fuga de capitales como causa del bloqueo del desarrollo, con graves consecuencias sociales, ecológicas y políticas: cada vez son más las personas que se ven oprimidas en la economía de la pobreza del sector informal. Y las crecientes tensiones sociales ponen en peligro una democracia cuya conquista por regla general es muy reciente."
También denunció que "el injusto régimen de la economía mundial, de las relaciones financieras internacionales y de los gastos para fines militares, en muchas partes del mundo obstaculizan un avance del progreso que pudiera asegurar el sustento básico a todos. Esta realidad atenta contra la dignidad humana y su superación interesa tanto al Norte como al Sur. Sólo el equilibrio nos permitirá lograr un mundo de paz y bienestar en todas las partes de la Tierra. Crear un mundo civilizado exige un compromiso moral y esfuerzos materiales, y a esto convocamos en la última década del siglo XX."
En síntesis, hoy rendimos homenaje a Willy Brandt, gigante de la paz, arquitecto del socialismo contemporáneo. Su fuerza imbatible radica en la concertación y el diálogo. En la segunda mitad del siglo fue el puente de plata entre el Este y el Oeste, y entre el Norte y el Sur.
Fue el abanderado de la confraternidad entre los hombres y los pueblos.
Por ello, los hombres y mujeres de todas las razas, de todos los credos y de todos los continentes que creen en la posibilidad de un mundo en paz, con una mejor justicia social a través del diálogo y de la concertación, le rinden un sentido y respetuoso recuerdo.
Por su valentía y protagonismo recibió el premio Nóbel de la Paz en 1971, y el día siguiente de su sepultura, el saludo espontáneo de miles de hombres y mujeres, fundamentalmente jóvenes, en el natural cementerio de Zehlendorf, donde descansa.
Seguramente lo imperecedero de Brandt fue su condición humana que le hará estar siempre presente allí donde un hombre honesto luche por la paz, la democracia y la justicia social. Fue por sobre todas las cosas, al decir de Felipe González, un hombre bueno, profundamente comprometido con la realidad de cada uno de los tiempos que le tocó vivir. Esta no es una frase, pues hay hombres de gran proyección en el mundo que intrínsecamente son malos, así como hay otros también de gran proyección, como Brandt, que intrínsecamente son buenos: para quienes respetamos los valores humanos, esta consideración tiene extraordinaria trascendencia.
De la misma forma que lo señaláramos en oportunidad de rendir homenaje a nuestra Alicia Moreau de Justo, en cada momento Willy Brandt adquirió el compromiso más difícil pero vigente al fin.
Por su condición humana creemos que corresponde vincularlo al poeta que simboliza la articulación del idealismo ético irrenunciable y la necesaria expresión realista, cuyos versos dicen:
"Alegraos viendo volar su sol.
Por la superficie de los cielos,
seguid, hermanos, vuestro camino,
alegres como los héroes van al triunfo."
Ref: 1 Diputado Nacional por la Unidad Socialista - Honestidad, Trabajo y Eficiencia