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Para cambiar al país

Palabras de Guillermo Estévez Boero, Partido Socialista Popular

Declaración aprobada por el Congreso Nacional Extraordinario del Partido Socialista Popular, el 17 de agosto de 1983

 COMPATRIOTAS:

Los argentinos sufrimos una realidad económica y social que marca el agotamiento de un sistema capitalista dependiente. El plan Martínez de Hoz -aplicado durante el ultimo regimen usurpador- exterioriza la degradación alcanzada por el mismo.

Este plan cumplió dos objetivos centrales. PRIMERO: quitarle a los trabajadores y a la pequeña y mediana empresa de la ciudad y del campo, un alto porcentaje, una gran porción de su participación en la renta nacional. SEGUNDO: ajustar la producción argentina a una nueva división internacional del trabajo, planificada por las transnacionales.

EN CUMPLIMIENTO DEL PRIMER OBJETIVO el poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones fue reducido casi tres veces. De esta forma, desde 1976 a la fecha, se le sustrajo a los trabajadores argentinos, una suma que supera nuestra abultada deuda externa. Para ello se disolvió la C.G.T., se prohibió la actividad sindical, se modificó la ley de contrato de trabajo, se intervinieron las obras sociales y se anularon las convenciones colectivas de trabajo. Más de dos millones de hogares argentinos padecen las consecuencias de la desocupación. Cada año mueren 9.000 niños argentinos a causa de la desnutrición. Los servicios asistenciales que utilizan los integrantes más humildes de nuestro pueblo han sido arancelados.

La juventud no encuentra trabajo, ni puede estudiar, ni puede formar nuevos hogares cuando la vivienda se ha hecho inaccesible. Más de la mitad de los desocupados argentinos son jóvenes menores de 25 años. En 1982 el número de casamientos fue el mismo que en 1930. Los sistemas de cupos y los exámenes de ingreso que se suman al costo de los libros, la indumentaria, la manutención y el alojamiento, ha determinado que cientos de miles de jóvenes no ingresaran a colegios y universidades.

Más del 30 % de las pequeñas y medianas empresas existentes en 1976 han debido cerrar sus puertas. La falta de trabajo para los profesionales se ha intensificado de forma tal, que en algunas especialidades (ingenieros agrónomos), la desocupación alcanza el 50 % de la matrícula. En la actualidad, más de 250.000 técnicos y profesionales argentinos, capacitados por el esfuerzo nacional se encuentran en el extranjero.

La modalidad económica impuesta por el plan es incompatible con el federalismo: las economías regionales se encuentran en estado de quiebra y la consecuencia de ello es el abandono del interior. El Gran Buenos Aires ha concentrado el 38 % de la población nacional.

El despojo producido a las mayorías nacionales, no tiene antecedentes en nuestra historia. No sólo se exterioriza a través de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones, y del quebranto de la pequeña y mediana empresa, sino en la configuración de una deuda externa que ha crecido más de seis veces entre 1976 y 1983, Y que nos deja la obligación de pagar en 1984, 19.000 millones de dólares, que es siete veces más de lo que ingresó al país por el saldo positivo de la balanza del comercio exterior en 1982.

EN CUMPLlMIENTO DEL SEGUNDO OBJETIVO del plan de Martínez de Hoz, nuestro país fue reducido al rol de abastecedor de materias primas (principalmente alimentos, petróleo y minerales estratégicos). Al mismo tiempo se fue abandonando la actividad industrial que hoy se encuentra en uno de los niveles más bajos de América latina. Nos hemos convertido en importadores de los más diversos productos: desde camisas y pantalones hasta automóviles y tractores, desde juguetes y artefactos para el hogar hasta fósforos y naranjas.

Las transnacionales expolian nuestro agro a través de la producción e importación de las semillas, los agroquímicos; las especialidades veterinarias, las principales herramientas y la comercialización de nuestros productos. Las multinacionales inciden incluso en nuestra propia defensa a través del equipamiento de nuestras Fuerzas Armadas. Al Estado se lo declaró subsidiario, abandonando la atención de las necesidades sociales mínimas en materia de salud, educación y vivienda.

Como consecuencia de la aplicación del plan de Martínez de Hoz se ha desarrollado una degradada y - degradante sociedad de consumo-, donde el lucro ha sido erigido en valor supremo y la competencia como el medio válido para alcanzarlo. Lucrativo ha sido para las multinacionales del ocio vender juegos electrónicos, música importada, drogas, pornografía, terror. Así es como la dependencia se ha incrustado en todos los campos de la vida nacional y ha atacado los valores culturales de nuestra comunidad, agrediendo la identidad nacional.

El plan que se nos impuso es contrario a los intereses materiales y espirituales de las mayorías nacionales, incapaz de dar satisfacción a las necesidades básicas de la mayoría de los trabajadores. Su aplicación exige la supresión de todos los derechos y garantías constitucionales. El plan es incompatible con el Estado de derecho y con la democracia.

En el plano de las relaciones internacionales, el país refleja esta realidad interna, promovida por una filosofía de agresión y menosprecio a lo nacional. Malvinas, Beagle, Corpus, Yaciretá, son las expresiones de nuestra lacerante realidad externa. Nuestras fronteras se encuentran despobladas, indefensas, incomunicadas.

Mirando nuestra tierra arrasada, los argentinos nos preguntamos: ¿Qué ha pasado? ¿Qué va a pasar? ¿Quién es el responsable? El socialismo popular responde que nuestra realidad no se debe al fracaso de un grupo de personas, no es un problema de militares o civiles, sino que el régimen bajo el cual vivimos ha encarnado la etapa de la degradación nacional que depara a nuestra Patria el agotamiento de la concepción económica que nos rige. VIVIMOS EL AGOTAMIENTO DEL SISTEMA CAPITALISTA DEPENDIENTE.

Argentina vive la más terrible crisis que jamás haya vivido, Pero, cuidado compatriotas, que no es la más terrible que podemos llegar a tener.

Por ello, el PARTIDO SOCIALISTA POPULAR, en defensa de la vida de todos los argentinos, en defensa de la existencia de Argentina como nación independiente, en defensa de la libertad y de la justicia social como formas de convivencia, CONVOCA A TODOS LOS ARGENTINOS PARA CAMBIAR EL PAIS.

 

CAMBIAR AL PAIS

Hay que elaborar un nuevo proyecto nacional, insertado en la realidad latinoamericana y del Tercer Mundo. Para los pueblos que constituimos la abrumadora mayoría de la humanidad, no hay derecho a la vida. El hambre y las guerras regionales, generadas por las políticas de las grandes potencias, acechan la existencia del 75 % de la población del planeta. Nos están llevando hacia un mundo donde la tierra, el agua y el aire contaminados harán imposible toda forma de vida. Las potencias no han garantizado a la mayor parte de las mujeres y de los hombres del mundo la solución de sus gravísimos problemas.

Las mayorías del mundo se han puesto en marcha para construir un nuevo mundo, un nuevo orden democrático internacional, en un proceso de liberación que no tiene antecedentes en la historia universal, ESTAMOS ANTE UN NUEVO AMANECER DE LA HUMANIDAD, nos encontramos frente a una nueva era en la vida del hombre sobre la tierra, en la cual el bienestar y la satisfacción de las necesidades básicas de todos los integrantes de cada comunidad, ya no necesitarán de la explotación de ningún pueblo por otro. De las mayorías del mundo nacerá la nueva historia ..

Al nuevo país debemos pensarlo y realizarlo nosotros mismos. Rechazamos la opción que pretende ligarnos al modelo de las grandes potencias, atarnos a su destino, importando sus problemas. Nuestra patria debe crear una solución propia a sus problemas, una solución elaborada por argentinos con cabeza argentina, que respete nuestros valores morales, que acoja nuestras creencias y costumbres.

Argentina debe definir su razón de ser y su camino, en el bienestar y en la participación de cada niño, de cada joven, de cada hombre o mujer y de cada anciano.

 

UNA NACIÓN SOLIDARIA

Debemos crear y realizar una organización social, que sintetice los aciertos y evite los errores de los viejos esquemas. Hay que reemplazar la actual organización de la sociedad basada en la competencia, POR UNA COMUNIDAD NACIONAL BASADA EN LA SOLIDARIDAD. A ella sólo se arribará con formas socialistas de organización social.

La realidad del capitalismo dependiente se expresa a través de una sociedad de consumo que concibe al país como un campo de batalla, donde cada uno es enemigo de todos y para poder triunfar hay que pasar por encima del cuerpo del compatriota. Los trabajadores se ven divididos por una escala infinita de salarios integrados por premios al presentimos y a la contracción al trabajo, horas extras y changas, que determina que cada trabajador cobre un sueldo distinto por el que tiene que competir ferozmente, aunque esté enfermo, aunque sea domingo. La misma filosofía se aplicó en la educación con pruebas de ingreso o cupos para acudir a las escuelas, colegios y universidades. Filosofía que enseña como primera lección a nuestros niños y jóvenes, que para poder estudiar hay que evitar que el compañero estudie, que enseña que el otro es un enemigo al que hay que pisar.

Esta realidad nos lleva a la división, al enfrenamiento, a la desunión de los argentinos. Se desintegran nuestras familias, se desintegran las fuerzas populares, las fuerzas armadas y corremos el riesgo de la desintegración nacional.

Una Nación integrada en la solidaridad sólo podremos edificarla sobre la base de la unidad de las mayorías nacionales, cuyo cimiento es la unidad de los trabajadores. Sólo en la unidad podrán los trabajadores defender sus intereses y orientar al pueblo argentino hacia el nuevo país. Por ello el Partido Socialista Popular da más importancia a lo que nos une, y menos a lo que nos separa. "LOS HERMANOS SEAN UNIDOS", será la primera ley de la nueva Nación. En ella el título más alto será el de COMPATRIOTA.

El Partido Socialista Popular propone construir una sociedad plenamente integrada, en la cual la realidad actual de todos contra todos, sea reemplazada por otra realidad de TODOS CON TODOS, para la solución de los problemas de TODOS.

La meta del socialismo popular es la construcción de una sociedad solidaria en la cual los hombres se ayuden entre sí, en donde los desastres naturales, como la inundación que hoy azota a los pueblos de nuestro litoral sean asumidos por todos. Donde los jóvenes aprendan de los mayores y los mayores se apoyen en los jóvenes, donde las ciudades se construyan a medida de sus habitantes, donde quienes viven en las zonas más favorecidas colaboren con quienes viven en las zonas más difíciles, donde el trabajo vuelva a ser la principal actividad creadora del hombre, y donde se ponga fin a la degradación del hombre y del medio ambiente.

 

CAMBIAR LA VIDA

En la nueva sociedad, el índice del avance social no estará dado por la cantidad de TV color, ni por la cantidad de automóviles "por cabeza". EL MEJORAMIENTO DE LA CALIDAD DE VIDA DEL PUEBLO SERÁ EL INDICE DEL PROGRESO. El Partido Socialista Popular no promete una Argentina con la autopista más larga del mundo. El Partido Socialista Popular promete una Argentina con el índice de mortalidad infantil más bajo del mundo, con el mayor porcentaje de jóvenes estudiando, con el menor porcentaje de desocupados.

Defender las viejas banderas socialistas de 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso reparador, y 8 horas de sano esparcimiento, es defender la calidad de vida. Defender la vida en familia, atendiendo sus necesidades sociales, creando centros recreativos y culturales donde puedan concurrir todos sus integrantes, es defender la calidad de vida. Permitirle a los pueblos del interior seguir viviendo en su tierra, es defender la calidad de vida. Impulsar un deporte practicado por todos y que tenga por objeto la recreación y el desarrollo integral del joven, es defender la calidad de vida. Defender el medio ambiente es defender la calidad de vida.

Hombres solidarios, mentes sanas, familias unidas, aire y aguas puras, serán el resultado de una organización social que garantice la calidad de vida.

 

SIN SOCIALISMO NO HAY SOLUCION

A LA NUEVA SOCIEDAD DE LA SOLIDARIDAD ES IMPOSIBLE LLEGAR SIN FORMAS SOCIALISTAS DE ORGANIZACIÓN. Sin socialismo no habrá solución valedera. Hoy los hombres están al servicio de una concepción económica que nos considera como simples medio, como "recursos humanos".

En el nuevo país la economía y la riqueza nacional que ella produzca, serán puestas al servicio de la satisfacción de las necesidades básicas de todos los habitantes: materiales y espirituales, artísticas y deportivas. La atención de la deuda externa será compatible con estas jerarquías.

SALUD Y EDUCACION GRATUITAS, VIVIENDAS PARA TODOS, son objetivos concretos del Partido Socialista Popular.

Todo lo relacionado con la salud estará fuera del comercio. La preservación y la recuperación de la salud será gratuita, integral, igualitaria y obligatoria. El Estado desarrollará la promoción de la salud y la medicina preventiva. La participación popular desempeñará un rol preponderante en la administración de los servicios centrales y periférico de la salud .

La educación será gratuita y común, respetuosa de la libertad de conciencia y tendrá por objetivo el desarrollo integral del niño. Tenderemos a posibilitar la obligatoriedad y la doble escolaridad en los ciclos preescolar, primario y secundario. La escuela apuntalará la tarea de la familia, e integrada con ella brindará al niño el apoyo y la protección que este exige para constituirse en forma equilibrada. La incorporación a la Universidad será irrestricta.

El Estado brindará asistencia financiera y técnica para la conformación y funcionamiento de cooperativas de vivienda.

El Partido Socialista Popular considera al trabajo como la actividad más importante del quehacer nacional. El salario, la jubilación y la pensión deberán satisfacer las necesidades básicas del trabajador y su familia. El salario mínimo y vital será móvil y mantendrá su poder adquisitivo. El Estado asegurará la organización única y democrática de la Confederación General del Trabajo, protegerá a los trabajadores contra toda discriminación, contra la inestabilidad y la inseguridad en el trabajo, contra la enfermedad, la fatiga y los accidentes. La ley amparará la maternidad, la familia (beneficiará a la numerosa) y asegurará el acceso a la cultura del trabajador y su familia. La ley promoverá la participación de los trabajadores en la gestión de las empresas.

Se realizará una planificación popular de la economía, con participación de todos los sectores, a todo nivel. O planificamos los argentinos o planifican los de afuera.

Los sectores básicos y estratégicos de la economía serán incorporados al área social. El Partido Socialista Popular la denomina área social y no área estatizada, porque la planificación y la gestión de cada uno de los sectores se encontrarán en manos de juntas administrativas en las que participaran todos los sectores de la comunidad directamente interesados (trabajadores, productores, usuarios, consumidores, intermediarios, transportistas, etc.). Se nacionalizarán e incorporarán al área social de la economía: la banca, las financieras no cooperativas, el mercado de cambios, seguros Y reaseguros, el comercio exterior, siderurgia básica, petroquímica, química pesada, recursos e infraestructura energética, energía nuclear, petróleo, gas, carbón mineral, minerales estratégicos. También se encontrarán en el área social de la economía o bajo contralor estatal los servicios de transportes terrestres, marítimos, fluviales y aéreos y los medios de comunicación; la industria farmacéutica, la industria automotriz y la industria alimenticia perteneciente a las transnacionales; la pesca marítima, las reservas forestales y el comercio interior. Se preservará en manos del Estado nacional las riquezas del subsuelo y nuestros fondos marítimos.

El Partido Socialista Popular rechaza la preeminencia de la economía de escala y considera a la pequeña y mediana empresa de la ciudad, del campo y del mar, como las organizaciones básicas de la producción nacional.

El socialismo fomentará la formación voluntaria de cooperativas de trabajo, producción, consumo, crédito, abastecimiento y venta.

El Partido Socialista Popular garantiza el derecho a la propiedad privada, que deberá ejercerse en función social.

El socialismo sostiene la necesidad imperiosa de una reforma agraria que elimine el latifundio, que quite a la tierra su manejo especulativo, que supere al minifundio, y que otorgando la tierra a quien la trabaja permita el asentamiento en la actividad agropecuaria de nuevas y numerosas familias argentinas.

Los profesionales y técnicos tendrán asegurado el desarrollo de su actividad y posibilitada su continua reactualización.

La política nacional estará orientada al reordenamiento demográfico y territorial del país, la descentralización económica promoviendo economías regionales que realcen la industrialización de la materia prima en el lugar de su producción. Para ello se aplicarán tarifas diferenciales y precios políticos. El socialismo concretará un federalismo que precisa de políticas de largo plazo y baja rentabilidad. Las multinacionales que operan al corto plazo y la alta rentabilidad son incompatibles con el federalismo. El Partido Socialista Popular prefiere construir el Ferrocarril Central Patagónico, o asfaltar la ruta 40 paralela a la cordillera de los Andes, antes de mejorar los accesos a Buenos Aires.

Argentina cultivará las relaciones con todos los países del mundo, pero continuando el pensamiento de San Martín y Bolívar bregará por la integración económica, política y social de América latina. Su ámbito natural será el tercer mundo. Su política internacional será independiente de todo bloque y se basará en el respeto de los principios de autodeterminación nacional y no intervención, y será solidaria con los pueblos que hoy luchan por su independencia. Sostendrá el respeto de los derechos humanos, la preservación y afianzamiento de la paz mundial y el desarrollo de las negociaciones por el desarme. Solicitará de la comunidad internacional el reconocimiento de su soberanía sobre el Archipiélago Malvino, islas del Atlántico Sur y mares adyacentes.

La política de defensa ha de incrementar nuestra vinculación en la materia con los restantes países de América Latina, teniendo como objetivo preservar la vida y la paz latinoamericana de la controversia entre las potencias. Las Fuerzas Armadas, como instituciones básicas de la defensa nacional, solamente en una nueva organización social -que jerarquice la solidaridad por sobre el lucro-, podrán cumplir satisfactoriamente tal objetivo.

 

SOCIALISMO ES PARTICIPACIÓN

Algunos preguntan: ¿Y como se hará esto? ¿Con qué créditos, con que tecnologías se cambiará al país? El Partido Socialista Popular afirma que la nueva nación la construirá quien todo lo construye: el pueblo, con su trabajo y su participación. El sol de la nueva historia es el pueblo de la patria.

La participación popular es la única que garantizará que el socialismo sea profundamente democrático y que la democracia concrete la justicia social. SÓLO LA PARTICIPACIÓN DEL PUEBLO A TODO NIVEL POSIBILITARÁ EL IMPERIO DE UNA ACTITUD SOLIDARIA, COMO CARACTERÍSTICA DE NUESTRA ORGANIZACIÓN SOCIAL.

CADA ARGENTINO SERÁ GOBIERNO. Cada argentino deberá asumir su responsabilidad de gobernar, de planificar, de ejecutar, de controlar la vida del país, en el marco institucional de un Estado descentralizado y democrático.

La democracia representativa se reforzará con la democracia participativa. El pueblo participará en todos los organismos de planificación y de gestión, barriales, municipales, departamentales, provinciales y nacionales. Las formas que tomará sentido la participación popular podrán ser clásicas o nuevas; en este sentido está todo por hacer. Pero también deberán ser formas pluralistas, respetuosas de toda corriente de opinión, ajena a toda exclusión, contrarias a toda marginación e integradora de todos los sectores de la vida nacional. La participación de todos los argentinos, sin distinciones, obreros y empresarios, del campo y de la ciudad, mujeres y hombres, civiles y militares, laicos y religiosos, jóvenes y mayores, es la fuerza invencible con que cuenta la nación para cambiar al país.

En la base de la democracia participativa están las asociaciones intermedias: sindicatos, organizaciones agrarias, empresariales, centros de estudiantes, colegios profesionales, centro de ex alumnos, parroquias, clubes de madres, cooperadoras, clubes de padres, sociedades de fomento, asociaciones culturales, deportivas, tradicionalistas, de residentes, colectividades, etc.

La participación mejora al hombre porque lo hace artífice de su destino. Mejora el resultado de toda gestión social. Evita la corrupción y la degradación: ellas desaparecen cuando el pueblo controla.

Lo definitorio es reconocer, promover y canalizar orgánicamente, la actividad protagónica del pueblo. Los trabajadores y la juventud han de asumir la responsabilidad decisiva de las nuevas formas de participación.

 

HACIA DELANTE: SOCIALISMO

El Partido Socialista Popular convoca a cada argentina y a cada argentino, de todas las edades, de todos los lugares, a construir, nunca destruir.

Para salir del tiempo de la degradación es necesario entender que debemos marchar juntos hacia delante. Es indispensable dar estabilidad a la experiencia de los argentinos, es indispensable respetar la soberanía popular, y por sobre todas las cosas, es indispensable respetar la vida.

Es necesaria la plena vigencia de los derechos humanos, hoy terriblemente desconocidos. La justicia es una condición para la paz y ésta a su vez, un requisito para la vida. Nada puede hacerse en nombre de los hombres si no se respeta a todos los hombres.

En caso contrario, nuestra Patria corre el riesgo cierto de su desintegración, de su libanización.

La soberanía popular no corregirá todo como por arte de magia. Habrá aciertos y errores, ya que vamos hacia algo completamente nuevo. Todo debemos aprenderlo juntos. A veces tropezaremos, como el niño que recién empieza a caminar. Pero eso no es lo importante. LO IMPORTANTE ES SALIR DEL TIEMPO DE LA DEGRADACIÓN, EVITAR EL TIEMPO DEL ODIO, INICIAR EL TIEMPO DE LA SOLIDARIDAD.

Hay que salir hacia adelante, y no retroceder hacia el pasado. El voto más positivo es el voto socialista. No es un voto inútil, no es un voto perdido, es un voto por la posibilidad de vida, es un voto por concretar en el Congreso Nacional, en el Congreso Provincial, en las comunas de ciudades y pueblos, una alternativa de futuro. Es el voto que hace nacer el sol de la esperanza en el horizonte histórico de nuestra vida.

El próximo 30 de octubre votaremos por el futuro o por el pasado. El futuro es el socialismo, es el voto que más vale, el más importante, es el voto socialista, que será el que señalará el camino hacia adelante.

Sólo el socialismo permitirá recuperar e incrementar las conquistas sociales de los trabajadores.

Sólo el socialismo concretará un futuro para la juventud.

Sólo el socialismo asegurará la participación plena de la mujer. Sólo el socialismo posibilitará la felicidad de todos nuestros niños.

Sólo es socialismo brindará reconocimiento y dignidad para nuestros ancianos. Sólo el socialismo garantizará la existencia independiente de nuestra patria.

 

Compatriotas:

PARA CAMBIAR AL PAIS HAY QUE VOTAR AL PARTIDO SOCIALISTA POPULAR

 

Congreso Nacional Extraordinario Buenos Aires, 17 de agosto de 1983

 

MESA EJECUTIVA DEL COMITÉ NACIONAL

 


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