El 9 de julio de 1816 los representantes de las Provincias Unidas de Sudamérica, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representaban, constituyeron una nación libre e independiente del dominio de los reyes de España y de toda otra dominación extranjera.
Es atributo de los gobiernos que representan a los pueblos el poder hacer grandes cosas; quienes no los representan sólo pueden hacer cosas pequeñas. Por ello, las páginas de oro de la historia de la humanidad y del pueblo argentino, las han escrito quienes respetan, quienes acatan, quienes han sido elegidos por la soberanía popular. Las oscuras noches, las terribles noches de la historia de la humanidad, de la historia de los argentinos, la han escrito y la escriben quienes desconocen, quienes no acatan, quienes no han sido elegidos por la soberanía popular.
El Congreso reunido en Tucumán es expresión de la soberanía popular. Por eso pudo declarar la independencia de los pueblos de las Provincias Unidas.
Declaró la independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica y no de las Provincias Unidas del Río de la Plata, porque era voluntad de los hombres reunidos en Tucumán, la formación y la integración de una gran nación latinoamericana.
Este también fue el pensamiento de José de San Martín que en carta dirigida al diputado mendocino Tomás Godoy Cruz, el 24 de mayo de 1816, le dice: "Los americanos o Provincias Unidas no han tenido otro objeto en su Revolución que la emancipación del mando de fierro español y pertenecer a una Nación.
El Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón comienza a firmar los documentos públicos como Director Supremo de las Provincias Unidas de Sudamérica. La idea de la unidad latinoamericana también está en la base del pensamiento de Simón Bolívar, quien al contestar un mensaje de aplauso y apoyo que en noviembre de 1816 le enviara Juan Martín de Pueyrredón, dijo: "Una sola debe ser la Patria de todos los americanos, ya que en todo hemos tenido una perfecta unidad". Bolívar conocía y respetaba las realidades particulares de cada una de las repúblicas de la América Latina, por eso expresaba su pensamiento de unidad postulando una "nación de Repúblicas".
Manuel Ugarte, el pensador socialista que hiciera de la unidad latinoamericana su meta más deseada, con palabras que guardan absoluta actualidad, en 1912 dijo: "Por eso somos invulnerables, porque tratamos de continuar la tradición de un pasado glorioso; y todas las medidas que se puedan tomar contra nosotros no impedirán que florezca en nuestros corazones el espíritu inmortal de nuestra raza, no impedirán que sigamos sintiendo en nuestras venas la palpitación tumultuosa de la sangre de los héroes que constituyeron nuestras nacionalidades".
Hipólito Yrigoyen, con cuyo ascenso a la presidencia culmina la gesta popular que se iniciara en la revolución del 90, en 1917 expresó: "El gobierno ha considerado que los pueblos de América, vinculados por identidad de orígenes y de ideales, no deben permanecer aislados unos de otros".
Juan Domingo Perón, que concreta con su gesta de 1945 el arribo de los trabajadores argentinos al gobierno de la Nación, expresó en setiembre de 1973: "En su orfandad individual estos pueblos van comprendiendo que deben unirse entre todos para presentar un frente común ante un enemigo común. Y aquí repito una frase que es básica en la vida de nuestros pueblos, especialmente para los de América Latina y para todos los pueblos del Tercer Mundo: el año 2000 encontrará a los pueblos unidos o esclavizados".
Nosotros continuamos la línea trazada Por los fundadores de la nacionalidad, por los representantes del pueblo en la gran semana de Mayo y en el Congreso de Tucumán, continuamos la línea trazada por los grandes conductores elegidos por el pueblo argentino en ejercicio de la soberanía popular, por eso aseguramos que la posibilidad real de independencia de nuestro pueblo está en su unidad. A esa unidad sólo podrán caminar los pueblos, por su propia voluntad ejerciendo la soberanía popular. Solamente el ejercicio de la soberanía popular permitirá a los argentinos salir de la terrible crisis en que vivimos. Crisis que no es de la Nación Argentina. Crisis que pertenece al sistema económico que se le ha impuesto.
. Solamente el pueblo reconquistó Buenos Aires, solamente el pueblo quiso mayo, solamente el pueblo construirá el futuro.