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Respeto por la Voluntad Popular. Posición del PSP ante el acto eleccionario del 23 de setiembre.

 

Posición del PARTIDO SOCIALISTA POPULAR ante el acto eleccionario del 23 de setiembre

Ante la convocatoria a elecciones para Presidente y Vice de la Nación efectuada por el presidente provisional de la República, de con­formidad con las disposiciones de la ley de acefalia, el Comité Nacional del Partido SOCIALISTA POPULAR expresa:

Que el Partido Socialista Popular condenó la convocatoria a elec­ciones efectuada por la dictadura mercenaria para el 11 de Marzo bajo disposiciones proscriptivas, existencia de exiliados, vigencia del estatuto mercenario, existencia de centenares de presos políticos y torturados, vigencia de una nutrida legislación represiva y funcionamiento de la Cámara del terror.

En las elecciones del 11 de Marzo resultó electo para la presidencia de la República el Dr. Héctor J. Cámpora, delegado personal del General Perón y miembro del Partido Justicialista. En esas elecciones el General Perón fue obligado a permanecer en el exterior y proscripto como can­didato.

En la contienda electoral el Justicialismo obtuvo una abrumadora mayoría que determinó por parte de la dictadura la no realización de la segunda vuelta electoral y por parte de la Unión Cívica Radical, la adopción de una resolución tendiente a la unidad nacional y al respeto de las mayorías democráticamente expresadas, de retirar a sus candidatos para una eventual confrontación en segunda vuelta.

El Partido Socialista Popular ante el resultado electoral y ante diversos indicios de posibles postergaciones para la entrega del poder por parte de la dictadura, expresó con absoluta claridad la necesidad de respetar la voluntad popular y concurrió conjuntamente con todos los partidos políticos existentes en el país a la reunión convocada por el presidente electo para ratificar con su presencia y su palabra el respeto por la voluntad popular y su interpretación de la realidad nacional.

El día 13 de julio renuncia el Presidente Cámpora para posibilitar, a través de los resortes preestablecidos por la ley de acefalía, el ascenso constitucional del Jefe del Justicialismo a la primera magistratura del país.

Con posterioridad a ello se produce la actual convocatoria a elec­ciones. Esta convocatoria electoral es realizada por un gobierno que emana de la voluntad popular, sin la existencia de proscripciones políticas y de exiliados, sin la vigencia del estatuto mercenario, sin la existencia de centenares de presos políticos, sin la vigencia de una nutrida legislación represiva y sin el funcionamiento y con la disolución de la Cámara del Terror.

Resulta correcto en consecuencia la alteración de la conducta ante la alteración de la realidad.

No comprender esto, mantener las mismas actitudes ante realida­des diferentes, conduce inexorablemente al divorcio con la vida, a la incomunicación con la realidad histórica, a ausentarse del proceso nacional.

El Partido SOCIALISTA POPULAR que tiene como objetivo superior el ir constituyendo con su prédica y su militancia la posibilidad real de la organización de las grandes mayorías nacionales a través de un frente del pueblo que nacionalizando los monopolios extranjeros y expropiando a la oligarquía vacuna, eche las bases indestructibles de la Liberación Nacional camino hacia el Socialismo, no puede permanecer de espaldas ante la nueva realidad y asume en consecuencia una actitud concurrencista ante el nuevo proceso electoral.

Marca así el Comité Nacional ante la juventud que nutre en forma abrumadora las filas partidarias, la trascendencia de persistir en una coherencia sistemática, con los métodos socialistas de análisis de la realidad y con la consecución permanente de los fines de la organización, que no son otros que el de actuar sobre las relaciones humanas existentes en la patria, para transformarlas y organizarlas racionalmente al servicio del bienestar, la libertad del pueblo y la independencia nacional.

Esta consecuencia en el método y en los fines de la organización a la que pertenecemos, ante el cambio permanente de la realidad, arroja actitudes distintas ante situaciones históricas también diferentes.

Por todo ello concreta su concurrencia en el voto de la fórmula elegida por el Movimiento Nacional Justicialista: Este es el voto por el respeto activo a  la voluntad popular. El pueblo el 11 de Marzo votó: Perón presidente y esta realidad debe cumplirse.

El Partido SOCIALISTA POPULAR al votar la fórmula del Movimiento Nacional Justicialista, vota al RESPETO DE LA VOLUNTAD POPULAR. El Partido Socialista Popular con este voto también vota y se adhiere estrechamente a la realidad nacional. El Partido vota la verdad de nuestra realidad histórica.

Durante 18 años en el país, con todo tipo de argumentos y todo tipo de experiencias se trató de escamotear la verdad, de desconocer la verdad, se trató de dar las espaldas a la realidad nacional. El resultado está a la vista. Un país con sus instituciones corruptas, con su economía destrozada y enajenada, con su sistema de salud y previsión social des­calabrado, con su oligarquía vacuna sobreviviente, con su economía de­pendiente, con su proceso educacional desquiciado. Un país joven con síntomas de país caduco, con una pirámide demográfica extraordinaria­mente vieja, con bajísimos índices de natalidad y con éxodos permanentes de hombres y de capital. Resulta en consecuencia apropiado no dar las espaldas al país.

El Partido SOCIALISTA POPULAR señala, acepta y se compromete con esta realidad, con la verdad objetiva del proceso histórico. No para conformarse con ella, sino para partir de esa realidad, para incidir sobre ella, para modificarla y hacer de la Nación Argentina una posibilidad futura de bienestar, de libertad y de independencia para sus habitantes y de solidaridad con los pueblos del mundo, con la construcción de una nueva humanidad.

Pero para esa gran empresa es preciso partir de la realidad, es preciso adoptar un respeto activo por la voluntad popular, y es preciso no reiterar los errores, las engañifas, el subjetivismo y los métodos erró­neos de análisis de la realidad, que han campeado por el país durante dieciocho años de desencuentros, frustraciones y entregas.

Nuestro Partido es popular porque nació como tal. Inmerso en una realidad continental donde se halla casi rodeado de regímenes que en alianza con el imperialismo desconocen la soberanía popular y ante las tentativas reiteradas de liquidar la voluntad popular en la República her­mana de Chile y después de sufrir en carne propia los argentinos largos años de escamoteo a la voluntad popular, estima que en nuestro país se hace imprescindible el respeto absoluto a esa voluntad.

Jerarquizada y respetada activamente la voluntad popular, el par­tido debe expresar a las grandes mayorías nacionales, especialmente a los trabajadores y juventud, que la simple vigencia de la voluntad política de la mayoría no asegura y garantiza hoy, como no aseguró y garantizó en el pasado, la realización de la liberación nacional. Para ello es preciso facilitar y promover las movilizaciones populares, única garantía real de un proceso de liberación.

La no concreción de una fórmula única, integrada por las fuerzas políticas representativas de las mayorías nacionales, dificulta la unidad por abajo de esas mayorías, permite la supervivencia de antagonismos irrelevantes en el seno del pueblo y facilita al imperialismo, a la oligarquía reiterar el desconocimiento de la voluntad popular. La vertebración del frente del pueblo integrado por todos los sectores populares es el requi­sito indispensable para terminar con la sucesión de golpes de estado en nuestro país y para poder avanzar hacia la consecución de la Liberación Nacional.

La presencia de personeros del desarrollismo en diversas funciones del gobierno, constituye una clara quinta columna en un proceso de libe­ración. Los trabajadores deben avanzar hacia una organización que, des­provista de toda una burocracia complicada con eI sistema le permita jugar el rol de vanguardia que históricamente le corresponde en un proceso de liberación nacional.

La conducción de la economía debe hallarse desprovista de viejas y caducas concepciones, que enfoca a la realidad del país en forma par­celada sin comprender la integridad del proceso productivo y su depen­dencia, que crea en las posibilidades nacionales, las posibilite y las desarrolle con el desmedro lógico de la actividad monopólica que practican los representantes de los capitales extranjeros y sus aliados en el país.

No es posible avanzar hacia la liberación nacional manteniendo en los puestos públicos o nombrando para ello a personeros de la dictadura mercenaria que mató, torturó, vejó y encarceló a las mujeres y hombres más sensibles en la lucha por la Liberación Nacional Argentina.

No es posible construir una patria liberada sin la participación ac­tiva de la juventud. Ella constituye el futuro y resultará imposible avanzar de espaldas hacia él.

Difundir la contradicción fundamental existente en nuestro país entre Nación e imperialismo, señalar como única herramienta idónea para superar esta contradicción y permitir el desarrollo del país, el de la organi­zación de un frente del pueblo que esté orientado por los trabajadores y que sustente un claro programa de liberación nacional que implique la concreta nacionalización de los monopolios y la expropiación de la oli­garquía vacuna a ellos aliada, ha constituido y constituirá la tarea central del Partido Socialista Popular ayer, hoy y mañana. La lucha por la libera­ción y el respeto por las voluntades populares no constituyen tareas an­tagónicas, el respeto a la voluntad popular constituye un requisito esencial en todo proceso tendiente a la Liberación Nacional en el camino hacia el Socialismo, por eso el Comité Nacional del Partido SOCIALISTA POPULAR convoca a los trabajadores en particular y a los integrantes de las grandes mayorías nacionales en general a votar en los comicios del 23 de Sep­tiembre de 1973, a la fórmula electa por el Movimiento Nacional Justicialista de conformidad con la voluntad popular expresada en los comicios del 11 de Marzo de este mismo año.

BUENOS AIRES, 23 de AGOSTO de 1973.

VÍCTOR O. GARCIA COSTA

Secretario General