Documentos MNR

Universidad y liberación nacional (Seminario Nacional del MNR)

INTRODUCCION

El presente trabajo, que constituye la sín­tesis de las experiencias realizadas por los mi­litantes universitarios, se elaboró con la cola­boración de los compañeros que participaron en el Seminario Nacional del M. N. R., que se realizó en la ciudad de Córdoba en el mes de julio de 1973.

Estas conclusiones, estas propuestas, que están relacionadas a un aspecto muy impor­tante de nuestra realidad, que es la Universi­dad, sirven como aporte para la construcción de la Universidad de mayorías al servicio de nuestro Pueblo.

Comprometidos en la causa de la Libera­ción Nacional, asumimos la responsabilidad mi­litante de seguir trabajando y aportando en el seno de la Universidad y de nuestro Pueblo, para romper con la dependencia y marchar de­finitivamente hacia la construcción de una so­ciedad nueva.

 

UNIVERSIDAD Y LIBERACION NACIONAL

Los capitales extranjeros han estructurado históricamente la economía del país de conformidad con sus intereses. El socio per­manente de los mismos ha sido la oligarquía.

Desde 1810 se ha sufrido una dependencia económica y, por ende, cultural. Esta dependencia cultural, que ha constituido una constante histórica en la Universidad, no se ha incrementado aún más debido a las luchas de los estudiantes y del pueblo contra la penetración imperialista.

La relación entre la realidad económica y la educación en una sociedad se muestra también en nuestro país. Al promediar el si­glo pasado Argentina es un país agro-exportador, que no produ­ce manufacturas. Su Universidad no desarrolla la ciencia y la téc­nica por cuanto éstas no eran esenciales para el tipo de produc­ción que realizaban los sectores dominantes.

Como consecuencia de la aceleración en el proceso de desa­rrollo capitalista dependiente que experimenta nuestro país, se con­forma, en la década del 80, una numerosa clase media. Un pro­ceso incipiente de industrialización determina, años después, en­tre 1890 y 1914, la formación de la clase obrera asalariada que, junto a una creciente burguesía, modifica la realidad social y polí­tica del país. Comienzan a escucharse los reclamos políticos y so­ciales de la clase media y de los trabajadores, respectivamente.

Pero toda esta nueva realidad no se reflejó de inmediato en nuestra Universidad que continuó, al igual que en el siglo pasado, con su estructura monástica, regida por el escolasticismo aris­tocratizante, marginada en forma absoluta de los intereses e in­quietudes populares, configurando el enclaustramiento total de la enseñanza superior en un país que aceleraba su desarrollo y cu­yos sectores populares avanzaban en el reclamo de una mayor participación en la vida política y económica.

La nueva realidad no puede permitir por mucho tiempo que vivan en su seno instituciones del pasado. Por eso se cuestionó la vieja Universidad. Los sectores medios pujaron, entonces, por concepciones más racionalistas en el contenido de la enseñanza y por la democratización de la Universidad.

Nace así la Reforma Universitaria de 1918, que sostiene en lo nacional la denuncia del imperialismo y de sus tradicionales agentes en América Latina: el militarismo y el clericalismo, y que con relación a la estructura universitaria plantea, entre otros mu­chos reclamos, la participación estudiantil en el gobierno de las Casas de Estudio, la Autonomía Universitaria, la apertura del ingreso a mayor número de jóvenes representantes de los sectores populares y el acceso a la cátedra por concurso que abre nuevas posibilidades en el camino de la democratización de la enseñanza.

No obstante, todo el desarrollo y el cambio operado en nues­tra realidad nacional, nuestra dependencia no ha sido rota. Por ello, a pesar de las luchas estudiantiles, la nueva Universidad —que incrementa el número de estudiantes, que otorga partici­pación a los mismos en su gobierno, que pone fin a la cátedra vitalicia, que racionaliza el contenido de la enseñanza, qué pro­mueve el estudio de algunas ramas técnicas del conocimiento (In­geniería Química de Santa Fe, desarrollo del estudio de Ciencias Económicas)— no puede ubicarse al servicio del desarrollo autó­nomo de Argentina y continuará difundiendo postulados más democráticos pero siempre pertenecientes a una cultura dependien­te.

A medida que avanza el proceso de penetración monopolis­ta, se tiende a adaptar nuestra Universidad a las nuevas necesi­dades tecnológicas requeridas por los monopolios.

En 1958 la traición frondo-frigerista realizada al Programa votado por el pueblo, posibilita la institucionalización definitiva de las Universidades Privadas y el otorgamiento de subsidios oficia­les a las mismas, sancionándose para ello la denominada Ley Domingorena. Se produce en las Universidades Nacionales el pri­mer pico de cientificismo, que no es otra cosa que el desarrollo de la actividad científica divorciada de las necesidades de nues­tro pueblo.

LA UNIVERSIDAD DE LA DICTADURA MERCENARIA

En las últimas décadas se han dado procesos de liberación en los pueblos de Asia, África y América Latina, lugares en los que había grandes inversiones de los monopolios norteamericanos y europeos. Por ello, fundamentalmente el imperialismo norteame­ricano tiende a afianzarse en América Latina a los efectos de man­tener el standard de vida en su metrópoli y su pretendida hege­monía en el orden internacional. Para ello ha recurrido, en nues­tro continente, a organizar e instrumentar una serie de golpes de estado —e incluso invasiones directas— como forma de profun­dizar la dependencia de nuestras economías y la expoliación de nuestros pueblos, exteriorizando así, una vez más, lo expresado por su ex-Secretario de Estado, Foster Dulles: "EE.UU. no tiene amigos, tiene sólo intereses".

Una de estas acciones se produce en nuestro país el 28 de junio de 1966.

La Dictadura mercenaria, que se instaura en nuestro país para consumar la entrega de nuestra economía al extranjero y ex­poliar a los trabajadores en beneficio de los mismos intereses, procedió a condicionar la vigencia de la Constitución Nacional a los objetivos que ella misma se dio, a nombrar sus propios jue­ces y a emitir una nutrida legislación represiva que, en una de sus escaladas, llegó a incluir la Pena de Muerte.

Con relación a la Universidad, la dictadura procedió en idén­tica forma: tomó con tropas de asalto las Casas de Estudio y trató de acallar la voz estudiantil para poder concretar la Universidad pretendida por el imperialismo norteamericano. En ese camino canceló la Autonomía universitaria, suprimió el Cogobierno e ile­galizó las organizaciones estudiantiles y la posibilidad de pensar políticamente por parte de estudiantes y profesores, dentro y fue­ra del recinto universitario.

Todos sus anhelos en materia universitaria se plantearon en la denominada "Ley Represiva de las Universidades Nacionales", 17.245. Para alcanzar sus objetivos en materia educacional emitió la "Ley de la Escuela Intermedia", con relación a los estudios secundarios, y desarrolló los siguientes operativos con relación a los estudios universitarios:

1) Limitacionismo: dentro del sistema capitalista y funda­mentalmente en los países dependientes, cuando existen gobier­nos que responden a los intereses monopólicos, la educación no constituye un derecho para los hombres y mujeres de ese país, sino simplemente tiende a la satisfacción de la necesidad de una mano de obra calificada para los propietarios de las fábricas, de la tierra y de las finanzas. En consecuencia, la educación se con­cibe y se planifica con ese objetivo.

La naturaleza del sistema en el cual vivimos, sumada a la pe­netración imperialista de la cual somos objeto, determina en nues­tro país la existencia de una aguda limitación de posibilidades de acceder, por parte de la juventud, a las Universidades.

Esta realidad, que ha sido denominada "Limitacionismo", se manifiesta, entre nosotros, a través de dos formas fundamentales. Por un lado, el sistema capitalista determina que la mayoría de la juventud de nuestro pueblo tenga la imposibilidad de acceder a las Casas de altos estudios por carecer sus familias de los re­cursos económicos necesarios. Se conforma así una Universidad de clase de la que se hallan ausentes la casi totalidad de los hijos de los trabajadores y la mayor parte de los hijos de los sectores bajos de la clase media. Por ejemplo, veamos porcentajes de los siguientes años:

 

 

 

 

 

 

Si se considera que los primeros datos se refieren al porcentaje de los estudiantes que son de origen obrero y no al porcentaje de hijos de obreros que estudian, se percibe la dimen­sión abominable de la segregación que efectúa el capitalismo en el seno de la juventud. Si se consideran los porcentajes consignados en segundo lugar se aprecia cómo han cumplido su come­tido de penetración imperialista en el país.

Por otra parte, a la forma de limitación expresada, a la cual podríamos denominar permanente, se debe agregar la limitación específica que se realiza para incrementar los efectos de la ante­rior cada vez que los monopolios, la oligarquía o sus represen­tantes detentan en forma absoluta el poder político de la Nación o los resortes del campo educacional. La Dictadura mercenaria emitió las Leyes 17.245 de Universidades Nacionales y los equi­valentes provinciales en las que crean todos los resortes nece­sarios para poder incrementar legalmente las medidas y las for­mas limitacionistas.

Esta forma de limitación —que hemos llamado específica— se practica en dos oportunidades: Primero: cuando el alumno pre­tende ingresar a la Universidad. Segundo: cuando se halla cursan­do la carrera. Tenemos, en el primero de los casos, los exámenes, los cursos y test de ingreso. Tenemos, en el segundo caso, los ho­rarios de clases irracionales y racionales pero intensivos, la falta de material de estudio, la ausencia de instalaciones adecuadas, la falta de personal docente, el deterioro de las Obras Sociales, lo cual constituyó un ejemplo de las "realizaciones" de la dictadura en la Universidad.

En algunas oportunidades lograron cumplir el objetivo de sus operativos, en otras, la perseverancia de la ejemplar lucha de los estudiantes organizados en la Federación Universitaria Argentina (F.U.A.), impidió sus logros. Ejemplo de la política limitacionista de la dictadura son: en 1970 fueron eliminados 25.929 estudian­tes, o sea el 32,4% de los aspirantes, teniendo en cuenta que en ese año, por las luchas estudiantiles, se habían eliminado los in­gresos en la Universidad Nacional de Córdoba y en la Universidad Nacional de Tucumán. En 1972, en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Buenos Aíres, es reprobado el 85% de los aspirantes. El escándalo que produjo este hecho, obligó al de­cano a iniciar una "investigación" que demostró paradójicamen­te la imposibilidad de los propios profesores de resolver los exá­menes.

2) Departamentalización: en el artículo 14 de la Ley 17.245 se decreta la Departamentalización de las Universidades. Los ele­mentos centrales que podemos señalar son los siguientes:

a)     Separación de lo socio-político de lo pedagógico, desvin­culando a la Universidad de los problemas socio-culturales y ale­jándola aún más del medio social.

b)     El Departamento es la célula fundamental de la Univer­sidad.

c)     El Departamento atiende problemas exclusivamente do­centes. En el estudio y la investigación, la orientación de las ca­rreras se pierde, la cátedra se standariza y no se desarrolla de acuerdo al fin para el cual se ha de aplicar.

La cátedra standard no atiende el aspecto diferenciado de las carreras y reduce el nivel de capacitación. El profesor no pue­de corregir esta diferencia, debido a que, por una parte, los alum­nos de distintas carreras vienen con distintas condiciones basaIes y, por otra parte, la heterogeneidad del curso imposibilita al profesor dar cauce a la correcta formación que le corresponde a cada alumno de acuerdo con la carrera.

d)   Forma intensiva de estudio, con dedicación exclusiva.

Ello  implica una superficial y apresurada acumulación de conocimientos, que elimina la necesaria e imprescindible madu­ración de los mismos. Se logra así un profesional, técnico o inves­tigador standarizado, adormecida su imaginación y la compre­sión de la complejidad del mundo actual, a fin de que sirva como engranaje complementario de las necesidades imperialistas.

Un ejemplo representativo de departamentalización en nuestro país es el de la Universidad Nacional del Sur. Tomando como ejem­plo la carrera de Agronomía, vemos que no posee ninguna estructu­ra orgánica propia, lo que imposibilita una orientación definida hacia las necesidades de la práctica, pues el estudiante, para desa­rrollar sus estudios, debe deambular por los siguientes departa­mentos: Agronomía, Economía, Matemáticas, Física, Bioquímica, Biología, Geografía y Geología, donde deberá compartir materias con carreras tan dispares como Ingeniería Mecánica, Licenciatura en Matemáticas, Bioquímica, Licenciatura en Física, etc. Un ejem­plo de la distorsión de esta estructura lo constituye el hecho de que se está investigando sobre el problema de la diarrea infantil en el área de Microbiología, que es a su vez dependiente del Depar­tamento de Agronomía y bajo la dirección de Bioquímica.

Durante los siete años de Intervención de la dictadura se tra­tó de avanzar en la Departamentalización de las Universidades ya existentes a través de la introducción, en primer lugar, de Departamentos en el seno de las Facultades y, luego, jerarquizando los mismos en la perspectiva de su utilización conjunta para alumnos de varias carreras.

En la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba se dicta Química Biológica para alumnos de Biología, Agronomía y Ciencias Químicas y, en la misma Facultad, le imparte el mismo programa de Química Ge­neral para las carreras de Biología, Geología e Ingeniería Mecá­nica Electricista, Electricista Electrónico, Mecánica Aeronáutica, Civil, Agrimensura, Geológica.

Por otra parte, esta estructuración, desde el punto de vista de los organismos extranjeros: Fundaciones (Ford, Rockefeller, etc.), y Bancos (BID, etc.) interesados en prestar "ayuda econó­mica" a la Universidad Nacional, significa la concentración de los científicos de disciplinas afines en Laboratorios únicos, lo que abarata los costes de mantenimiento y la coordinación de equipos y, por ende, los montos de los subsidios a acordar.

A todo esto se suma el hecho de que las nuevas Universida­des creadas por la dictadura son todas de estructura departamen­tal. Esta política del imperialismo llega a su máxima expresión en el planteo del Dr. Ramón Rosell, ex-Director del Departamento de Agronomía y del Instituto de Edafología e Hidrología de la Univer­sidad Nacional del Sur y Rector organizador de la recientemente creada Universidad de Lujan, quien sostiene que es necesario implantar en ésta el sistema de SUB-DEPARTAMENTOS, fundamen­tado en que el sistema departamental se está distorsionando por la orientación de la enseñanza en algunos departamentos en for­ma demasiado específica hacia determinadas carreras.

3) Investigación: La investigación ha tendido esencialmente, por un lado, a satisfacer las necesidades productivas de las em­presas monopólicas extranjeras radicadas en el país y, por otro, a ser apéndice de las grandes planificaciones que realiza el impe­rialismo para el desarrollo de las investigaciones espaciales y de guerra en el mundo.

Con el pretexto de que no se puede limitar la investigación, alegando el sagrado derecho a la "libre investigación", los tecnócratas y cientificistas argentinos mantienen un manto de misterio alrededor de sus laboratorios, pretendiendo justificar su trabajo con la postulación del planteo del desarrollo de la ciencia por la ciencia misma cuando, en realidad, son parte de las planificacio­nes que realizan los Centros más elevados de la ciencia y de la técnica de los monopolios, como el Instituto Tecnológico de Massachusets (M.I.T.), la NASA, etc.

Ejemplo de esto lo constituye: (a) la investigación que se realiza en la Cátedra de Histología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de la Plata, acerca de la mitosis aplicada a la guerra bacteriológica. (b) En la cátedra de Fisiología de la misma Facultad se realizan estudios sobre el "potencial de acción y membrana en el miocardio en relación a las altas velocidades desarrolladas en los cohetes espaciales. (c) En el Instituto de Ocea­nografía de la Universidad Nacional del Sur, por contrato entre ésta, la Armada Argentina y la de los E.E.U.U., a través de subsi­dios de ese país, se hizo un estudio extensivo acerca de la riqueza ictícola de nuestra plataforma submarina, con la presencia permanente de buques norteamericanos en nuestras costas. Los datos recogidos eran enviados directamente a Estados Unidos, sin dar ningún tipo de información a nuestro país. Cómo sería la magni­tud del avasallamiento de nuestra soberanía nacional que la Ar­mada Argentina tuvo que manifestar públicamente su desacuerdo. (d) En 1971/72 en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba, en el Departamen­to de Física, el Ingeniero Carlos Claro investigaba, con un subsidio del BID,  "superconductividad a bajas temperaturas" y las conclusiones eran editadas directamente en inglés por la imprenta de la Universidad, con el presupuesto de la misma. (e) En el Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Univer­sidad Nacional de Córdoba, en donde hubo subsidios de la Funda­ción Ford, se realizó un estudio, en 1972, sobre las posibilidades de supermercados en la ciudad de Córdoba, (f) En el Centro de Investigaciones Metalúrgicas de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la misma Universidad se hicieron estudios sobre barras de dirección de automotores para IKA-Renault con los aparatos, docentes e investigadores pagados por la Universidad, mientras que la empresa provincial de Energía de Córdoba (EPEC) paga grandes sumas por consultorías que podrían ser hechas por la Universidad. (g) En la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Cuyo se efectúan estudios sobre esterilización mascu­lina. (h) En la Universidad Provincial de La Pampa se enfocan los estudios para la gran industria, mientras en esa zona predominan las pequeñas y medianas empresas y, fundamentalmente, las ex­plotaciones agrícola-ganaderas.

Por último, señalamos que el sistema combinado de depen­dencia y atraso se expresa en las cifras de gastos en investigación y desarrollo. Según una encuesta del CONACIT de 1968, del total del gasto en investigación, el sector público absorbe el 93% y el privado el 7%. A su vez la Universidad Nacional absorbe el 75,5% del sector público y la Universidad Privada el 87% de su sector. En síntesis, el 70,2% del gasto total se efectiviza en la Universi­dad. Debemos tener presente que la investigación en la Universi­dad abarca el 10% del presupuesto total. Ese 10% es igual al 70,2% del gasto en investigación que realiza el país.

4) Contenido de la enseñanza - Planes de estudio: El conteni­do de la enseñanza que se imparte está desprovisto de proyección social. No se tiende a la formación integral del estudiante sino a la unilateralización del mismo y, lejos de apuntar a formar un pro­fesional con conocimientos que le permitan satisfacer las necesi­dades prioritarias de su pueblo, se tiene como objetivo brindar los técnicos especializados que requieren los monopolios y el privile­gio nativo. La enseñanza tiene, en sus características generales, se­paración entre teoría y práctica, divorcio entre lo humanístico y lo técnico, aprendizaje de las distintas ramas de la ciencia como com­partimientos estancos, una docencia anti-pedagógica, no complementación de la formación intelectual con la imprescindible forma­ción física.

­Se tiende a preparar estudiantes encasillados en un progra­ma que desliga la teoría de la práctica, sin proyección en el medio social, y se toma como meta la nota del examen final. Las clases magistrales todavía abundan en nuestra Universidad; el estudiante es una mera enciclopedia acumulando datos estadísticos, fechas, fórmulas, etc. y, entonces, no está en condiciones de crear una opi­nión, pues carece de espíritu crítico; los prácticos no se ligan a los teóricos y los métodos de evaluación muchas veces se asemejan más a una lotería que a una forma científica y objetiva de medir lo asimilado por el estudiante. Este es el marco de los planes de estudio en la Universidad de la dependencia. Algunos ejemplos nos muestran la distorsión existente en los mismos:

En el plan de Estudios de la Facultad de Ingeniería de La Plata, aprobado por resolución N° 191 del 1/12/71, en Mecánica y Metalurgia se plantea:

Automotores: Clasificación de los vehículos - Resistencias opuestas a la marcha - Resistencia aerodinámica - Po­tencia necesaria y disponible - Frenado del automóvil -Coeficiente de adherencia - Estabilidad direccional - Ecua­ciones - de Movimiento - Modelo matemático, velocida­des críticas - Performance.

Equipos: Clasificación de equipos - Normas, rendimiento, per­formance - Análisis económico.

Viales: Selección de equipos y equipos auxiliares.

La diferencia es evidente. En "Automotores" se desarrollan problemas de ciencia aplicada que potencialmente podrían servir de diseño técnico, en cambio en "Equipos Viales" la característica implica un conocimiento a fondo de los folletos y manuales de fá­brica. No es casualidad, pues parte del diseño tecnológico de los automotores es nacional, en cambio en materia de máquinas viales es cien por cien extranjero o directamente importado.

Asimismo, en el estudio de rodamientos se ve su clasificación: desgaste, tipos usuales, lubricación, proyectos de aplicación, montaje y desmontaje, averías, etc. Cómo se produce, cómo se diseña un cojinete no se necesita, pues ya están para eso los manuales SKF y TIMKEN. La consecuencia de este tipo de enseñanza es: un ingeniero con entrenamiento profesional en tareas rutinarias, o sea, simplemente un técnico de mantenimiento. La investigación y el desarrollo tecnológico no son posibles con este material humano.

En Medicina: El egresado desconoce totalmente la realidad sa­nitaria del país. La enseñanza se enfoca desde el punto de vista curativo (cuando la enfermedad está presente), concepto ya perimido en los países más avanzados en materia de Salud Pública, y no desde el punto de vista preventivo, que, conjuntamente con el mejoramiento de las condiciones materiales de vida, es la manera correcta y científica de mantener la salud de la población.

En Agronomía: Se señala el uso de tecnología aplicable so­lamente a grandes explotaciones, por lo que al Ingeniero Agró­nomo le resulta prácticamente imposible solucionar problemas del pequeño y mediano productor.

Ciencias Económicas: Dentro del conjunto de problemas de estas Facultades merece destacarse en la rama Administración de Empresas, materias tales como: Relaciones Públicas, (se ense­ña cómo actuar sobre organismos oficiales, a nivel de presiones, para conseguir privilegios por parte del Estado), Marketing (se enseña cómo influenciar para hacer necesarias mercaderías de carácter superfluo).

5)       Concursos: A fin de lograr la estructuración de un Claustro decente adicto a sus designios, la dictadura eliminó en los hechos el concurso por oposición y antecedentes, nombrando docentes a dedo. En los casos en que hubo concursos, la ma­yoría de los mismos estaban digitados de antemano por la In­tervención. Entre los nombramientos a dedo merece destacarse, por su metodología digna de la Universidad anterior a 1918, el caso de la Cátedra de Literatura Alemana de la Facultad de Filo­sofía de la Universidad de Cuyo, en la que por fallecimiento del titular la "heredó" el hijo del mismo.

6)       Universidades Privadas: Mientras se argumenta la falta de presupuesto para la Universidad Nacional, se subsidia a Ias Universidades Privadas, a las que se fomenta descaradamente, mientras se deterioran las Nacionales y Provinciales. Algunas cifras nos dan la pauta de lo logrado en esta materia:

 

 

 

 

 

Lo que muestra que, en sólo dos años, se incrementó en 100% la cantidad de Universidades Privadas. Debe aclararse que, den­tro de la creación de las nuevas Universidades Nacionales, la mayoría de ellas todavía no se han puesto en funcionamiento, existiendo solamente el decreto-ley de creación, como por ejem­plo, las Universidades de Santiago del Estero, de Catamarca, de Entre Ríos, etc.

Teniendo en cuenta la cantidad de estudiantes desde 1966 a 1970, el número de estudiantes de las Universidades Nacionales disminuyó con relación al total de estudiantes universitarios, mien­tras que, en el mismo lapso, el número de estudiantes de las Universidades Privadas se incrementó en un 174%.

La ingerencia del imperialismo en las Universidades Privadas es directa y se realiza en forma descarada. Un claro ejemplo de ello fue el de la Facultad de Agronomía de Balcarce, dependien­te de la Universidad Católica de Mar del Plata, creada por un convenio entre dicha Universidad, el INTA, subsidios extranjeros del BID y de la Michigan Estate University y en donde represen­tantes de esta Universidad trabajaron constantemente en la veri­ficación del manejo de la Facultad y el control económico finan­ciero de ella, realizado por personal norteamericano que viajaba especialmente una vez al año. Asimismo, se daba un intercambio estudiantil y docente, y se condicionaba la compra de todo el material necesario para el desarrollo de las actividades de la Facultad.

7) Nuevas Universidades: Se crean nuevas universidades diseminadas en todo el país, para descomprimir la población estudiantil de las grandes ciudades y dificultar la posibilidad de coordinación y moviliza­ción del estudiantado que, en el proceso de la Resistencia contra la Dictadura, ha servido, en varias oportunidades, para la inicia­ción de movilizaciones de otros sectores populares y se ha con jugado con la clase trabajadora de las grandes concentraciones industriales.

Por otra parte, las mismas se crean departamentalizadas y en los decretos de creación se mencionaban como probables fuen­tes de recursos, además del Estado, las entidades empresarias y las fundaciones o entidades benéficas, abriendo así las puertas a los subsidios de los monopolios extranjeros que condicionan los pla­nes de estudio, la investigación, la docencia y la estructura de la Universidad.

El M.N.R. no se opone a la creación de nuevas Universida­des. Por el contrario, como integrantes del Movimiento Estudian­til, hemos dado la batalla contra el limitacionismo y en ella al­canzado importantes triunfos, logrando el ingreso de miles de estudiantes a quienes se les cerraban las puertas de la enseñan­za superior, y hemos sido ¿en el Movimiento Estudiantil, quienes hemos bregado por la creación de Universidades y la nacionali­zación de otras, así como por la creación de nuevas Facultades.

A lo que sí nos oponemos es a la concreción de estos pla­nes del imperialismo, nefastos para la Universidad y el país. Lo que señalamos es la maniobra que se esconde detrás de estas presuntas medidas populares. Lo que denunciamos es la irres­ponsabilidad de quienes, sin un estudio de las necesidades regio­nales y nacionales. Y, en consecuencia, sin un plan de prioridades en el desarrollo de la Universidad Nacional, se lanzaron a esta tarea confirmando una vez más su calidad de lacayos de los intereses extranjeros.

8)       Presupuesto: Se desarrolló la política de ahogo presu­puestario para justificar luego la aceptación de subsidios extran­jeros. Por otra parte, esa falta de presupuesto deviene de una concepción empresarial de la enseñanza, que pretende que la Universidad cumpla los objetivos de los sectores dominantes con el menor "gasto" posible. Esto lo veremos claramente en la pu­blicación Series de Universidades Nacionales, en cuya estadísti­ca se observa que, entre 1966 y 1971, el número de estudiantes se incrementó en un 19%, mientras el presupuesto aumentaba en tan sólo un 9,6 %.

9)       Subsidios: Para dar una idea señalamos sólo un ejem­plo, típico del negocio que para los monopolios son las "ayudas económicas" mediante el subsidio. En la Universidad Nacional del Sur se aceptó un subsidio de la Fundación Ford, mediante el cual se contrataron los servicios de la firma Ducilo (subsidiaria del monopolio Dupont), para efectuar en los años 1968-69 una "racionalización administrativa" en dicha Universidad, que dio por resultado, por un lado, una tremenda burocratización en la misma y, por el otro, la supresión del sistema de licitaciones para las compras que efectúa la Universidad.

Entendemos que toda esta situación de la Universidad Na­cional, el deterioro de la enseñanza, el limitacionismo, la distor­sión de los planes de estudio, los concursos fraudulentos y, en general, la adecuación de la enseñanza superior al servicio de la dependencia de los monopolios extranjeros, no fue aún mayor debido a las movilizaciones y las luchas desarrolladas por el Movimiento Estudiantil junto a la Federación Universitaria Argen­tina, en todo el país.

Luchas que costaron sanciones, expulsiones y sumarios en la Universidad, y sangre derramada en las calles de nuestra Patria por inolvidables compañeros como Pampillón, Bello, Cabral, Blan­co, Villalba y tantos otros mártires estudiantiles y populares.

 

LA UNIVERSIDAD QUE QUEREMOS APORTAR A LA

LIBERACION NACIONAL

 

Hoy, la disyuntiva en nuestro país, es: mantener la dependen­cia o comenzar a caminar hacia la Liberación Nacional.

Tras varios años de que el imperialis­mo y la oligarquía se burlara de la voluntad soberana de nuestro Pueblo, en 1973, Argentina se abre, a través de la participa­ción popular, luego de derrotada la dictadura mercenaria, no sólo a la posibilidad sino también a la necesidad de comenzar a planificar las tareas de la Liberación de nuestra Patria y comenzar a caminar hacia ella.

La Universidad debe ir preparandose para jugar, en el futuro, un papel definitivo en el proceso de la Liberación Nacional, de su concreción y su irreversibilidad.

En nuestro país, por sus características demográficas, cuando el pueblo libere sus potencialidades creadoras y realizadoras, enfrentará el problema de su escasa población. Esta situación no podrá, indudablemente, ser modificada a corto plazo. Mientras esto ocurre, las tareas de la Liberación Nacional deben realizar­se. Entonces, nuestro pueblo, escaso en número, debe ser pró­digo en calidad. Y, esto lo lograremos, incrementando a niveles infinitamente superiores a los actuales, la posibilidad de acceso a la Salud y a la Educación. Aspiramos, en suma, a un Pueblo sano y altamente capacitado, científica, técnica y culturalmente.

Por ello, interpretamos que el desarrollo real, rico e integral del cumplimiento de los fines universitarios será garantizado, sola­mente, por la incorporación, cada vez mayor, de estudiantes.

Son los estudiantes, es la juventud, es esa forma corpórea de futuro, la razón de ser de su existencia y, es su presencia la que ha determinado, y la que determinará, el desarrollo y el me­joramiento de una enseñanza superior en cantidad y en calidad, la construcción de nuevas y mejores condiciones universita­rias, la estructuración de nuevos y mejores planes de estudio.

Sólo así iremos ubicando la Universidad argentina al servi­cio de la Liberación Nacional. Es preciso, entonces, ir discutiendo en forma amplia qué Universidad necesita nuestro país, pero en forma inmediata, debemos ir posibilitando que esta Universidad de hoy, deformada y alejada de las reales necesidades de nues­tro pueblo, comience ya a jugar un papel al lado de las grandes mayorías nacionales, y se ponga dentro de la disyuntiva que se da para nuestro país, esto es: Liberación o Dependencia, o sea, de­finitivamente al lado de la Liberación de nuestra Patria.

Para ello, entendemos fundamental e inmediato, tomar una serie de medidas que apunten a este objetivo:

1) EL PROBLEMA DEL LIMITACIONISMO: Debemos posibi­litar, en todos los niveles de la enseñanza, el acceso en forma creciente, de cada vez, mayor cantidad de jóvenes a la educación y la cultura. Sabemos que este objetivo sólo se logrará en forma total en la medida en que desaparezcan los factores económicos y sociales que limitan a la mayor parte de nuestro Pueblo la posibilidad de educarse. Por eso es que planteamos, como prio­ridad, la lucha por la independencia económica de nuestro país, para luego concretar un cambio en las estructuras sociales, que rompa definitivamente con esa limitación.

Mientras avanzamos hacia ese objetivo, a fin de lograrlo en el menor tiempo posible, debemos posibilitar el acceso a la Uni­versidad, de la mayor cantidad de jóvenes argentinos. Lo anterior no solamente es justo desde el punto de vista humano, sino que, además, permitirá contar con más y mejores técnicos y profesio­nales al servicio del desarrollo independiente de nuestro país. Porque, con el aumento en cantidad, obtendremos, probablemente, el aumento de la calidad de nuestros estudiantes. La calidad, como expresión, como desarrollo sostenido, surge únicamente de la cantidad.

Para ello, es necesario, en lo inmediato: 1) Derogar todo tipo de curso o exámenes de ingreso. 2) Permitir el acceso a la Uni­versidad con el sólo requisito de haber completado los estudios secundarios. 3) Combatir la deserción adecuando los horarios de clases prácticas, laboratorios y modalidades de funcionamiento de Bibliotecas. 4) Terminar con la intensidad irracional de los planes de estudio, que no tienen en cuenta la maduración del conocimiento y que, lejos de incrementar el rendimiento de los estudiantes, incrementa la deserción de la Universidad.

2)       OBRA SOCIAL: La Obra Social estudiantil, destrozada por la dictadura militar, debe ser restituida. Ello es necesario para atenuar la limitación económica que impide la permanencia y el ingreso de más amplios sectores de nuestro Pueblo a la Univer­sidad.

Para ello, es inmediato: 1) El aumento del número y monto de becas estudiantiles, primando para su otorgamiento la situación económica del estudiante. 2) Ampliación y apertura de nuevos Comedores y Viviendas estudiantiles. 3) Atención médica y odon­tológica, periódica, obligatoria y gratuita, y Farmacias Sociales para los estudiantes.

3)       PLANES DE ESTUDIO: Es preciso realizar no sólo refor­mas formales en los planes de estudio, sino reformas integrales, que incorporen al conocimiento específico, el conocimiento social y una cultura integral al educando.

El contenido debe adecuarse a la realidad nacional, ya que la Universidad no debe permanecer ajena a los problemas del país, sino que debe, por el contrario, participar activa y creadoramente en sus soluciones. Además, debe tener como objetivo, el logro de hombres y mujeres plenamente desarrollados a través de la combinación planificada del trabajo productivo, la enseñanza y la gimnasia.

La incorporación de la participación en el trabajo produc­tivo en los planes de estudio, apunta a la perspectiva de lograr la superación de la diferencia existente entre el trabajo intelectual y el manual. Dicha participación debe ser de carácter obligatorio para todos los estudiantes, y realizarse coordinadamente con el Estado Nacional y los Estados Provinciales, de acuerdo con las jerarquías de cada lugar y de cada momento.

4) METODOLOGIA DE LA ENSEÑANZA: En la historia de los descubrimientos científicos observamos que, en la mayoría de las ciencias, se ha utilizado el método experimental, es decir que se obtuvieron en forma práctica, siendo luego completados por la teoría. Esto corrobora que la adquisición de los conocimientos comienza por la práctica. Desconociendo este concepto, en nuestras Facultades se enseña en forma inversa, es decir, tomando la práctica como una complementación de la teoría. Además, en­tendemos que, en la fenomenología de la naturaleza, existe una unidad indisoluble entre la teoría y la práctica, de tal forma que resulta aberrante la desconexión que existe actualmente entre am­bas en nuestra Universidad.

La división mencionada implica la desjerarquización de la práctica de la mayoría de las carreras que se cursan en las dis­tintas Facultades.

Los conceptos anteriores nos conducen a la idea y a la nece­sidad de que el cursado de las materias sea a través de cursos teórico-prácticos, en los cuales la realización de las prácticas se haga en forma conjunta con la implementación de la teoría corres­pondiente. Esto debe realizarse en grupos de trabajo de 5 a 10 alumnos, conducidos y asesorados por un docente, cuyas tareas deben ser: la explicación de la teoría en la forma mencionada, la de trabajo conjunto con el grupo y la de percibir si, mediante dicha labor, el alumno ha comprendido el tema, en cuyo caso se lo dará por aprobado. En caso contrario, el alumno podrá ser interrogado nuevamente para su aprobación, sin otro límite que el de la finalización del período lectivo.

Las clases teórico-prácticas deben ser dictadas en forma evolutiva unas de otras, es decir avanzando desde los conceptos básicos y primarios en las primeras clases, hasta la comprensión global de la materia mediante prácticas finales. De modo que abarquen todos los conceptos fundamentales.

Los jefes de Trabajos Prácticos deberán coordinar la labor de los grupos de trabajo y apoyar la labor de los auxiliares de docencia.

Los titulares de las Cátedras coordinarán la labor de los distintos cursos teórico-prácticos, tendrán contactos directos con los jefes de trabajos prácticos, se responsabilizarán de mantener la conjunción de teoría y práctica durante todo el programa, e implementarán los recursos necesarios para corregir las falencias que surjan en el desarrollo de las materias.

Un aspecto fundamental debe ser el de la complementación de los cursos teórico-prácticos con un acercamiento a la práctica real y concreta en el campo que corresponda, mediante la implementación de visitas y prácticas a entes y empresas del Estado, haciendo conocer al estudiante la realidad y las necesidades del medio que lo rodea, e ir preparándolo eficazmente para modificarlo en forma positiva.

Para aprobar las materias, será necesario y suficiente cum­plimentar los siguientes requisitos:

1)      Contar con el 70% de asistencia a las clases teórico-prácticas.

2)      Tener aprobados todos los temas de la materia, de acuerdo a la metodología explicada anteriormente.

Ahora bien, para el cumplimiento del conjunto de los con­ceptos antedichos, será necesario:

1)       Aumentar el número de auxiliares de docencia, de acuer­do a las necesidades de cada materia y a la cantidad de alumnos que la cursan, adecuando el número de docen­tes a la cantidad de alumnos y no el número de alumnos a la cantidad de docentes, como se da actualmente.

2)       Organizar una carrera docente que permita ir formando los docentes que la Universidad irá requiriendo.

5) ORIENTACION PROFESIONAL: En el sendero de alcanzar la reforma integral de la enseñanza, tarea ésta, sólo posible a través de la participación activa de nuestro pueblo, es necesario encarar diversas medidas tendientes a incrementar el porcentaje de graduados.

Entre ellas, la más importante, es la creación de Departa­mentos de Orientación Profesional, técnicamente competentes, cu­ya labor de orientación se realice en el último año de Enseñanza Media, por personal competente, y por estudiantes de los cursos superiores de las distintas carreras universitarias. Además, debe­rán investigar las causas de fracasos y deserciones, y proponer remedios para aliviarlas.

Por otro lado, estos Departamentos deberán estudiar, junto con otros organismos estatales, las necesidades de mano de obra y profesional de nivel universitario que tenga el país, como asi­mismo divulgar los resultados para corregir deficiencias y estimu­lar a los jóvenes a seguir carreras que respondan a necesidades reales.

6)       ESTRUCTURA DE LA UNIVERSIDAD: La estructura a adoptar debe ser por cada Facultad, en las cuales se estudien las ca­rreras afines, y donde el estudiante reciba no sólo información, sino y fundamentalmente, una formación integral que lo ponga en estrecho contacto con la realidad.

Este tipo de estructura permite que no se pierda la especi­ficidad en el dictado de las materias de las distintas carreras como ocurre con la estructura de tipo departamentalizado.

7)       GOBIERNO DE LA UNIVERSIDAD: El gobierno de la Uni­versidad es uno de los aspectos fundamentales que garantizará el poner a la Universidad al servicio de la Liberación. Para ello, es necesario que participen en forma activa e igualitaria todos los integrantes de la comunidad universitaria, esto es, estudiantes, docentes, graduados y no docentes.

Estudiantes: Es fundamental su participación por ser la parte activa, la fuerza creadora y realizadora de la Universidad. Es su participación la que garantiza la permanente renovación de la Universidad en función de los intereses reales del país. Por otra parte, en la documentación existente en las Actas de los Consejos Superiores y Directivos previos a la Intervención universitaria de 1966, es posible verificar el rol jugado por los representantes estudiantiles en pro de la democratización de la enseñanza, en la adecuación de los planes de estudio a los requerimientos popu­lares, en el impedimento de la incorporación de subsidios de capitales extranjeros a la Universidad, etc.

Docentes: Deben participar los docentes de todas las cate­gorías. Ello obedece a la necesidad de democratizar la vida uni­versitaria y garantizar la idoneidad y honestidad del claustro que integran.

Graduados: Su participación en el gobierno de la Universi­dad es una necesidad para el desarrollo de la misma. Los gra­duados son los que tienen, dentro de la comunidad universitaria, la posibilidad de verificar en la práctica, si los conocimientos que se imparten y los planes de estudio son adecuados a las nece­sidades de nuestro pueblo, además de afrontar la experiencia que les confiere el ejercicio de la profesión y la incorporación al pro­ceso productivo.

No Docentes: Es uno de los sectores dentro de la comunidad universi­taria actual que más conoce cuáles son las reales necesidades del pueblo argentino, y puede aportar en forma trascendente en la es­tructuración de una enseñanza y una investigación cuyos conteni­dos y objetivos estén al servicio de las mayorías nacionales de nuestro país.

8) ACCESO A LAS CATEDRAS UNIVERSITARIAS: Debe dar­se a través de Concursos Públicos. Los concursos deben ser de antecedentes y de oposición, con preeminencia de ésta sobre aquellos, y de la formación general sobre la especializada, frente a un Tribunal designado por sorteo entre los profesores de la Uni­versidad Nacional que dicten similar materia.

La Cátedra debe ser periódica, debiendo realizarse concur­sos en un lapso no mayor de cinco años, a los fines de garantizar la permanente renovación y superación en materia pedagógica y científica, como antítesis de la concepción vitalicia de la cátedra. Es necesario, en este punto, resaltar la importancia de uno de los postulados de la Reforma Universitaria que es el de la "docencia libre". Ésta, además de su significación social, al posibilitar la opción de horarios adecuados para aquellos estudiantes que ne­cesitan trabajar, es el gran motor de la renovación del profe­sorado.

Similar importancia tiene la cátedra paralela, que otorga al estudiantado la posibilidad de elegir a sus docentes constituyendo, para los mismos, un permanente acicate para su recuperación. Complementa lo desarrollado en materia de docencia la plena vi­gencia de la libertad de cátedra.

9)       INVESTIGACION: El desarrollo de la investigación requiere un lugar preponderante en la tarea que debe realizar la Universidad para ponerse al servicio de la Liberación Nacional.

La investigación tecnológica-científica debe estar relacionada con la producción, pero dirigida a la satisfacción de las necesi­dades reales de la población, y no a las necesidades de lucro de las empresas. No debe circunscribirse a las ciencias naturales, debe abarcar las ciencias humanas y sociales, y las relaciones de todas ellas con la realidad nacional.

La Universidad debe hacerse responsable de desarrollar, en sus institutos especializados, la investigación científica de confor­midad con un plan nacional que contemple las necesidades de las distintas zonas de nuestro país, como así también, publicar perió­dicamente los trabajos realizados.

10)       LEY UNIVERSITARIA: La Universidad debe ser puesta al servicio de la Liberación Nacional. Pero ello no será posible en la medida en que no se derogue, en forma inmediata, la Ley 17.245, impuesta por Onganía en 1967. Ley, ésta, que apunta a poner la Universidad al servicio de la dependencia y no tiene nada que ver con la actual realidad política de nuestro país, en donde el pueblo argentino ha elegido libremente su gobierno y puesto de manifiesto su deseo de independizar a nuestra Patria.

Es incompatible la existencia de un Congreso Nacional, ele­gido por el pueblo para que legisle en su nombre y en defensa de sus intereses, con una Universidad Nacional legislada por una Ley Universitaria dictada por una Dictadura no elegida por nadie, para defender los intereses de los monopolios internacionales y de la oligarquía terrateniente.

11)      AUTONOMIA UNIVERSITARIA: Las  Universidades Nacionales deben gozar de autonomía institucional y académica, y poseer autarquía.

El problema de la Autonomía está relacionado, por una par­te, con la índole política del Estado y, por otra, con la concepción de la Universidad. Cuando la Universidad es órgano de un Estado basado en el respeto de la soberanía popular, la Auto­nomía sólo alcanza legitimidad si se integra con todos sus miem­bros y sobre esa base constituye su propio gobierno. Por el con­trario, una Universidad basada en una minoría no es una Universi­dad aun cuando otorgue autonomía a un grupo de ella, por ejem­plo el de los profesores. Hablar de una auténtica Autonomía es referirse a su comunidad total.

12)     EDUCACION FISICA: Al concluir las grandes pautas que se deben tener en cuenta al configurar un plan de estudio, es pre­ciso señalar la importancia de un aspecto que se ha constituido en un lamentable olvido en materia de educación en nuestro país: la formación física.

La interrelación entre el desarrollo físico y el desarrollo men­tal es sumamente rica y, en consecuencia, no puede menospreciar­se y menos aún olvidarse.

Para ello, es preciso incluir en los planes de estudio, ade­cuando los horarios a los fines de posibilitarla, la práctica de gimnasia y deportes formativos, con carácter obligatorio.

13)     PRESUPUESTO: Dentro de la concepción que venimos planteando, en el sentido de ubicar a la Universidad como uno de los factores fundamentales del proceso de Liberación Nacio­nal y, entendiendo que la masificación de la misma es uno de los as­pectos centrales de ese papel, el Presupuesto con que debe contar la Universidad Nacional, debe estar en relación a la impor­tancia que tiene la educación en el desarrollo de un pueblo. El Presupuesto actual es sumamente insuficiente y, por lo tanto, debe instrumentarse a los efectos de dotar a la Universidad de los elementos físicos, técnicos y humanos que le permitan ponerse a la altura de las reales necesidades de nuestro pueblo. Este Presupuesto debe provenir del Estado, y de ninguna manera de algún tipo de subsidio. Es imposible ubicar la Universidad al ser­vicio de la Liberación Nacional en la medida que existen subsi­dios por parte de Fundaciones y empresas extranjeras.

En este sentido, es necesario romper, en forma inmediata, con todo contrato de este tipo, dado que éstos tienen como objetivo fundamental el condicionamiento de la enseñanza, la ade­cuación de los planes de estudio y la investigación, a sus inte­reses y necesidades, y no necesariamente a los intereses y nece­sidades del pueblo argentino.

14) INHABILITACION PARA LOS AGENTES DE LA DICTA­DURA: En esta Universidad que necesita nuestro país, la pre­sencia de aquellos que, desde diversos cargos (Ministerio de Edu­cación, Rectores, Decanos, Secretarios, etc.), se convirtieron en los agentes del pisoteo a la Universidad Nacional, es incompatible con ella y deben ser expulsados. Es lo que les corresponde como cómplices de la entrega, como introductores de la repre­sión, como ejecutores de la limitación, etc.

Por ello, deben quedar inhabilitados para ocupar cualquier tipo de cargo a nivel de la Universidad Nacional y a nivel de la en­señanza en nuestro país, en general.


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