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Medicamentos y drogadicción. Conferencia Dr. Somaini

El progreso de un país está vinculado básica y esencialmente a la calidad y cantidad de los integrantes de su pueblo.

El hombre constituye el valor esencial de todo proceso económico social y político, es quien determina esos procesos y los pone a su servicio. El modifica el medio que lo rodea y su propia realidad.

Tanto la salud pública como la educación, por incidir directamente en la superación material y cultural del pueblo constituyen cimientos básicos de todo proceso serio y sano de desarrollo social autónomo.

La dependencia que padece el país se precipita sobre los valores mismos de nuestra comunidad, lanzándonos a una inmoral, irracional y negativa sociedad de consumo, donde el lucro es el valor supremo de la colectividad y moviliza los elementos de la violencia, la droga y el erotismo destruyendo el cerebro de nuestras jóvenes-generaciones poniéndolas a su servicio.

En nuestra realidad, un crecimiento independiente orientado a la calidad de vida, a la búsqueda de los equilibrios humanos su pone el afianzamiento del sistema democrático y su enriquecimiento a través de una amplia participación popular. Por todo esto es que los Centros Socialistas Populares de Almagro Caballito y Flo­res ha iniciado una serie de charlas de diversos temas de la rea­lidad nacional para que el pueblo adquiera una más clara concien­cia de sí, de sus aspiraciones, de su fuerza y de sus posibilida­des.

En esta primera charla nos acompaña el Sr. Antonio Somaini consecuente luchador por convertir al medicamento en un bien social, con garantías de eficacia, seguridad y accesibilidad para todos los argentinos.

Luego de toda una vida dedicada íntegramente a esta trascen­dente cuestión, el Sr. Somaini ejerce en la actualidad con su siempre juvenil empuje, la presidencia del Colegio Oficial de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal.

Estamos seguros de lo fructífera que resultará esta charla sobre "Medicamentos y Drogadicción", no sólo por los sólidos conoci­mientos y experiencia del compañero Somaini en la materia, sino por el ejemplo ético y de incansable luchador por una vida mejor que constituye su persona.

La drogadicción es el problema más acuciante y difícil que enfrenta la humanidad.

La situación de la deuda externa de los países sumergidos, la si­tuación del desconcierto político de dictaduras que todavía nos ensom­brecen, son pequeñas frente a este alienante y terrible drama que es el de la drogadicción de estupefacientes y psicofármacos.

Vamos a hacer una charla, y con todo gusto vamos a ver si, después de algunos minutos que yo quiera enfocar este problema, ustedes me ayu­dan y clarifiquemos y que lleguemos a alguna conclusión de las tantas que necesitamos.

Es muy importante que tengamos un núcleo tan importante de jóvenes dispuestos a escucharme, y con los que podamos seguir adelante en esta patriada; y los que no con tan jóvenes como yo, comenzando por mí, o como el doctor o algún otro, tenemos, aunque sea nada más que retórico, siempre, veinte años en un rincón del corazón.

Ustedes saben que el problema de la drogadicción termina en la co­caína, la marihuana, el ácido lisérgico; por vía aleatoria y por falta de medios llegan hasta, inclusive, a inhalar nafta o pegamento, y ahora está de moda las anilinas oscuras: porque en la producción de anilinas oscuras, negras o azul marino y algún otro color bien oscuro, pueden obtenerse, calentándolas, efluvios de tolueno o de benceno, que lleva al mismo efecto que puede prácticamente llevar el pegamento o la nafta.

Pero un problema que nosotros podríamos contribuir a resolverlo, y me refiero a todos los profesionales del área de la salud, es el problema del manejo de los medicamentos, porque por ahí comienza la adicción.

Drogadicción no es adicción o hábito de cocaína, de morfina, de heroína o de marihuana: drogadicción es la adicción de cualquier medicamento.

Es drogadicto aquel que consume una dos o tres aspirinas por día porque cree que lo estimula, que mejora su estado general, y que lo ha­ce por su cuenta. Es drogadicto aquel que para dormir tiene que tomar un comprimido o que a la mañana para poder estar activo debe tomar algún estimulante. Es drogadicto aquel que recurre permanente y regularmente a cualquiera de las sustancias medicamentosas que hay, que llegan a com­plicar seriamente y a comprometer seriamente la vida de los pacientes. Todos estos son drogadictos: y muchos, sobre todo en la gente joven, y en la gente joven no desarrollada y evolucionada como nuestra juventud socialista, es más fácil caer en la degradación.

Ustedes habrán leído en los diarios que hace pocos días tomaron a un grupo de drogadictos y dijeron si, nosotros conseguimos, y dijeron 2 o 3 nombres de productos: Talasa, Codelasa. Aceptobrón Unicap, que son quimioalcaloides de opio; y averiguamos antes en la farmacia donde no hay farmacéutico, porque... yo uso el adjetivo que publicó el diario en su momento... porque los que joden son los farmacéuticos con sus preguntas, en cambio en las farmacias que no hay farmacéuticos tal vez nos cobren un peso demás, pero conseguimos.

Lo lamentable es que el problema del narcotráfico ya está pasando, o está bajando los 18 años y ha llegado ya a la escuela primaria en la Argentina. Hace pocos días, el profesor Mengoti de la Dirección de Escuelas de la Provincia de Bs.As., alarmado, presentó el problema de una cantidad de chicos de 5º, de y de grado que vivían dopados en la escuela; había gente mayor - no sé de qué edad - que les proporcionaba los elementos para que todos estos chicos comenzaran en el vicio. Pero muchos chicos comienzan el vicio con los comprimidos que toma mamá para dormir o el papá para estar un poco ágil, o porque el papá tiene dos trabajos y necesita estar un poco más despierto, consigue el médico amigo que le recete un anfetamínico, y el chico ve el resultado de lo que ha­ce el padre, y siempre le pueden robar un comprimido a la madre, y hoy se llega a que en muchas recetas de obras sociales, los hijos, en el caso de OSPLAD - creo que es - o Bancarios, que le dan una chequera con los recetarios, los chicos sacan el recetario se lo llenan y le falsi­fican inclusive la firma al médico, le falsifican el sello, y estamos enfrentados realmente a una situación muy difícil y que yo no sé a dónde nos va a llevar. Inclusive hay sustancias químicas sintéticas, el caso del dextrometorfano, que es una sustancia que produce adicción y que tomado en dosis fuera de las normales, puede producir estado de embotamiento, de aplastamiento, y si hay saturación en sangre demasiado grande, bueno, llegan a ver el paraíso que ven los drogadictos. Ellos, cuando ocurre una cosa así utilizan también, para potenciar la acción, al­cohol generalmente, o las bebidas cola; ustedes saben, las bebidas co­la tienen cafeína todas; la cafeína es un estimulante que tomado en pequeñas dosis puede ayudar a levantar un poco el ánimo, pero tomado en dosis excesivas puede traer complicaciones muy serias, inclusive puede conducir a trastornos cardiacos irreversibles.

Leí hace pocos días, que en EE.UU. descubrieron más de trecientos funcionarios del Gobierno de EE.UU. involucrados en el negocio del narcotráfico; y no ya de los estratos intermedios, sino funcionarios de categoría y hasta jueces. Ahora, las grandes ganancias del mercado ne­gro en la venta de estupefacientes y psicotrópicos es enorme; pueden permitirse el lujo de comprar a cualquier funcionario, porque cada uno de estos involucrados, se calculaba que obtenía entre quinientos mil y un millón de dólares adicionales por hacer la vista gorda o cerrar los ojos frente a la distribución de drogas y de narcóticos.

Dice la misma comunicación periodística que se han encontrado un promedio de los últimos tres años, de dos oficiales norteamericanos por semana involucrados en tareas de narcotráficos en gran escala. Hablamos nosotros de lo que pasa allá, lo nuestro, lamentablemente, no se publica. En la República Argentina sabemos que el drama de la drogadic­ción, del tráfico de psicotrópicos y alcaloides grandes, no es tan alienante todavía como lo es el de la marihuana, por ejemplo, o los anfetamínicos, o los benzodiacénicos del tipo del Valium, del Librium, etc.

En América Latina este problema es terriblemente grave. En Colombia se detectaron mil trece puestos, como los kioscos nuestros, que vendían y distribuían cocaína y marihuana. Yo creo que en la Argentina todavía no llegamos a esto, pero estamos muy próximos. Ustedes habrán leído en la prensa, en la prensa general sobre todo algunas revistas que en el Partido de San Martín, un kiosco repartía a los chicos cigarrillos de marihuana, y le daban, le vendían, según el poder adquisitivo, de medio o de un cigarrillo. Esto se detectó acá, el quiosquero éste que hacía así, fue preso, pero nuestras leyes o el Código Penal nuestro todavía no se han actualizado adecuadamente, y el quios­quero estuvo tres días preso.

El problema grave, crítico, es el problema do las mujeres jóvenes que adquieren el hábito de la drogadicción; ¿por qué?, porque la mujer toxicómana joven se casa en cualquier momento, puede tener hijos en cualquier momento también y provoca gravísimos trastornos de comportamiento y anomalías congénitas en la criatura. Y se han hecho de­terminaciones y comprobaciones que las criaturas nacidas de madres que tienen el hábito de la drogadicción, (no solamente de drogas de alto poder tóxico: morfina, heroína sino marihuana, benzodiacepínicos, tranquilizantes, estimulantes) pueden tener complicaciones muy serias. El drama es cuando separan a la madre, al nacer la criatura, y la criatura puede estar uno o dos días haciendo vida normal, pero cuando se terminan todos los rastros de la droga que ingería la madre, la criatura comienza a sentir la necesidad de la droga; entonces hay que adminis­trarle pequeñas cantidades del narcótico que tomaba la madre a la criatura de pocos días de vida para ir bajando paulatinamente hasta que la criatura pueda ser desensibilizada. Pero este drama es tan frecuente y tan terrible, que a veces no se alcanza a superar rápidamente porque la madre ha sido demasiado irresponsable y consumía una cantidad muy grande, regular y permanente de psicotrópicos o de estupefacientes. Ge­neralmente los chicos nacidos de madres con estos vicios son endebles, muy chiquitos, raquíticos, siempre nacen con alguna tara; y lo terrible es que la criatura, cuando comienzan a desaparecer las pequeñas fracciones del estupefaciente o el psicotrópico que hay en la sangre, comienza a tener temblor, un llanto permanente, sentir estado de desa­sosiego constante, el color de su piel no es el normal, y normaliza inmediatamente que le administran a la criatura la cantidad del estimulante o del narcótico que tomaba la madre. El trabajo que tienen que hacer los médicos para este control de drogadicción es terriblemente serio. Yo he marcado, para leerlo tal cual lo presentan, porque es más fácil entenderlo así, que con la expresión que yo pueda tener; como sorprenderse ante escasez de información respecto a la madre. El control médico de los bebés drogados se hace seriamente difícil. En el ambiente toxicómano reina la ley del silencio, ya sea por el temor a que le corten las vías del suministro o por falta de interés en todo aquel que no tenga que ver con la droga. Y aquí se asocia el pro­blema de la drogadicción con otra de las pestes nuevas, la peste ro­sa, el SIDA del que ustedes van a tener oportunidad de escuchar a un distinguido compañero en pocos días más. "Así mismo, el SIDA se abate despiadadamente sobre los bebés recién nacidos de madres que se inyectan durante el embarazo. Los drogadictos, por falta de medios, o simplemente por simple indiferencia, o apuro, se intercambian las jeringas contaminadas y con éstas el virus mortal del SIDA. Actualmen­te la mitad de los bebés nacidos de madres toxicómanas son portadores de SIDA. Estos tienen muy pocas probabilidades de sobrevivir, y uno de cada dos muere antes del año." Aún no se conoce bien cuál es el efecto que algunas drogas pueden producir sobre el feto. Muchos de los alcaloides, del opio o de la coca provocarían desprendimiento de la placenta, limitando así el suministro de oxígeno al feto. Esto tiene consecuencias graves que pueden llegar hasta el accidente vas­cular. La cocaína puede producir, incluso efectos teratogénicos en una mujer que solamente consumió 5 mg de la droga en la quinta semana de embarazo: y la dosis común de cocaína que utilizan los drogadictos supera los 100 mg., de modo que se imaginan el daño que le pueden hacer a una criatura. Una mujer que consumió 5mg de esta droga en la quinta semana del embarazo, dio a luz un bebé afectado de importantes anomalías en el aparato génito-urinario. (Estos órganos se desarrollan justamente en ese período de gestación). Ciertos estudios llevados a cabo, indican que a los dos años hay niños incapaces de subir una escalera o de articular siquiera sonidos. Esto hablando de drogas de gran actividad y de consumo que no siempre es fácilmente accesible a la cantidad de chicos irresponsables que están en es­te vicio.

Por ejemplo, Uds. habrán visto los chicos que adquieren en los kioscos o en las ferreterías los pegamentos, o que inhalan directamente bencina o que ahora están con el asunto de la anilina, descubrimiento que nosotros observamos que había una venta muy grande de anilinas negro y azul marino y no sospechamos que hubiera habido una intención de esa naturaleza. También se sabe que se inyectan directamente el vermouth, cualquier vermouth. Esta bebida es un macerado de ocho o diez yerbas medicinales entre las que hay una: el ajenjo. El ajenjo tiene un principio activo, es un alcaloide que tiene un poder de excitación muy grande, pero que ingerido por boca se metaboliza rápidamente, el hígado lo destruye; pero inyectado produce un efecto terriblemente excitante. Se inyectan directamente el vermouth por vía endovenosa; se inyectan gotas nasales, gotas nasales que tienen una cantidad de simpáticomiméticos (adrenalina, fenilefrina) que pueden crear problemas demasiados serios; y el efecto de los solventes de las drogas comunes (nafta, bencina, tolueno, sileno, pegamento, anilinas) puede provocar en los pulmones daños muy serios. Por ejemplo en los pulmones, el consumo excesivo provoca trastornos si­milares al enfisema. Ustedes saben, el enfisema es una enfermedad muy terrible que adquieren los muy fumadores y a veces los no tan fumadores porque se es fumador activo aquel que fuma el cigarrillo, y pasivo los que inhalamos el humo de los que fuman; y es más daño el humo de los fumadores pasivos que el del fumador activo, porque aparte del humo común de un cigarrillo, se inhalan también partícu­las de la saliva de quien lo expele. El enfisema provoca problemas que tiene que tratarlos el médico, pero ésto se los digo a simple título ilustrativo, provoca situaciones muy difíciles y generalmen­te un enfisematoso hace una vida terriblemente angustiante… deben estar constantemente con máscara de oxígeno y a veces no se sale de ese episodio y el fin lo tienen muy próximo. También provoca lesiones en el hígado y en el estómago. Suprime la voluntad de comer, lo cual conduce a la pérdida de peso y a la desnutrición. Provoca hemorragias intestinales y endurecimiento del hígado, provoca cirrosis hepática.

Días pasados, el profesor Enrique Iómine, un bioquímico civil, pero que actúa como asesor en el hospital de la Marina, fue llamado a Comodoro Rivadavia y zona aledaña porque extrañó una cantidad muy grande de chicos hasta doce años con casi en un 12 o 15 % cirrosis, endurecimiento de hígado porque ingerían vino en la casa que se lo daban los mismos padres, y como adquirieron el hábito, cuando los padres se descuidaban, seguían tomando vino. Decían que en una zona de Santa Cruz y alguna parte de Río Negro, hay arriba del 10 % de chicos con cirrosis hepática producida por el vicio del alcohol.

Las drogas de los solventes, etc., provoca daños en el cerebro; provoca primero euforia, después depresión, irritabilidad y ansias y desesperación por seguir inhalando la droga. El consumo prolongado puede provocar trastornos psicológicos, tales como psicosis paranoi­ca, similar a una esquizofrenia. Ahí es cuando ustedes ven que hay asaltantes que están completamente perturbados, solamente por los efectos de los solventes tienen esta situación, se imaginan Uds. mul­tipliquen Uds. por cincuenta o por cien el efecto tóxico cuando se usa cocaína, o marihuana, o heroína u otros alcaloides de opio: codeína, dionina, dihidrocodeína, dihidrocodeinona, que están emparentadas todas a los alcaloides de la morfina. Provoca trastornos en el corazón, el ritmo cardíaco y la presión arterial aumentan, lo cual puede desembocar en arritmias y hasta en ataques cardíacos, muchas veces irrecuperables. También provoca fenómenos de piel, se experimenta la sensación que lleva como insectos caminándole permanentemente por la piel. Hay problemas circulatorios muy graves; y esos son simplemente los solventes que inhalan los chicos o los pegamentos. Multipliquen todos estos fenómenos por las situaciones difíciles que se pueden presentar con la juventud en la utilización de drogas ya de alto costo y de acción más desequilibrante.

El problema crítico de la drogadicción, decíamos hace un momento, comienza siempre en los pequeños o en las casas desaprensivas donde los medicamentos críticos están al alcance de cualquiera, uti­lizándole o robándole a la madre o al padre algún medicamento.

El problema grave que provocan los tranquilizantes, fundamentalmente benzodiacepinas, (yo doy el nombre genérico de la droga que la utiliza, porque muchos hemos cometido el error, aún por radio y TV de decir:  “La gente y los chicos están utilizando, se inyectan el vermouth que tiene tal propiedad, se inyectan las gotas nasales tal marca y tiene esta otra propiedad o utilizan quemando la cascara de banana..., en fin, nosotros les estamos dando a los chicos la posibilidad de que lo aprendan, por eso yo, después de la experiencia que adquirí, solamente doy el nombre genérico; excepto con ustedes puedo permitirme la licencia de dar algún nombre, porque yo sé el tipo de juventud que constituyen Uds. que dicho sea de paso es la honra y la experiencia y la perspectiva que se presenta para nuestro partido; porque lo que no pudimos hacer nosotros lo tienen que hacer Uds. y tienen que hacerlo. Eso no se puedo hacer, pero Uds. tienen que hacer lo.

Decimos que los tranquilizantes, entre los que están las benzodiacepinas, las fenotiacinas, los antidepresivos tricíclicos, son los que utilizan todos los que están con depresión, la recerpina, que es un hipotensor que baja la presión pero que tiene una acción psicotropa los barbitúricos, los hipnóticos en general, presentan inconvenientes muy graves, aún suministrados en cantidades pequeñas. Tienen complicaciones y variaciones en el tono cardiovascular, bajan la temperatura de los insomnes, de los que no duermen por distintas razones con los consiguientes riesgos. Uds. saben que las personas que tienen menos de 26,6ºC no pueden sobrevivir. Todos los tranquilizantes bajan la temperatura por eso aparecen tantos viejitos muertos porque han tomado su hipnótico o su tranquilizante a la noche, y hubo un fenómeno de hipotermia y no lo soportó.

Generalmente hay daño cerebral permanente, hay fibrilación auricular. La fibrilación auricular (yo se los explico un poco con mis pala­bras de neófito en este aspecto) afecta al músculo de los ventrículos; Uds. saben que las aurículas y los ventrículos constituyen fundamentalmente el órgano más importante del ser humano que se ve seriamente lesionado, nada más que en la parte de ventrículos por los tranquilizan­tes e hipnóticos.

El alcohol generalmente, cuando una persona se siente un poco frío con hipotermia, lo primero que hace es tomar un whisky, una copa de cognac, un trago de vino; y eso es perjudicial porque el alcohol agrava los efectos de la hipotermia en estos casos, cuando son provocados no por un fenómeno circulatorio solamente, sino por la acción de una dro­ga que ingirió el organismo. Esto es mucho más crítico en la gente de más de sesenta años.

Otro problema muy crítico, no relativo a adicción, pero como medicamento que utiliza mucha gente joven y no tan joven, el de los anticonceptivos. Los anticonceptivos orales pueden traer problemas muy se­rios, complicaciones terriblemente peligrosas, y si la mujer que lo toma fuma, peor todavía, porque puede traer problemas de coágulos en la sangre, y llegar un coágulo a crearle un problema que puede llegar a costarle la vida. Por eso lo racional es que cuando el médico receta el anticonceptivo que se ajusta a las necesidades de ese organismo -el médico se lo va a explicar- generalmente le dice que cada seis meses o cada año haga un descanso de quince a treinta días por lo menos; esto hablando de anticonceptivos orales, porque los inyectables en EE.UU. por ejemplo, están completamente prohibidos porque todos tienen una acción teratogénica, es decir, todos pueden conducir al cáncer, cáncer de mama o cáncer de cuello. Ellos los prohibieron pero fabrican las sustancias primas para fabricarlos para todos los países como los nuestros que estamos sometidos a sus caprichos y a todos los vaivenes que estos señores quieran y pretendan.

Generalmente una cantidad de medicamentos provocan reacciones en el organismo y no hay medicamento, absolutamente ninguno inocuo. La aspirina, el medicamento más antiguo y el que más consume la gente en el mundo tiene problemas muy graves y se puede comprobar y determinar visitando, pero con conocimiento la morgue judicial que de diez cadá­veres de chicos que han muerto por accidentes en ingestión de medicamentos, cinco son debidos a muerte por aspirina, no por un comprimido de aspirineta o cualquier aspirina para chicos, sino que como es una golosina, los chicos llegan a conseguir la cajita o la tira de veinte comprimidos, y veinte comprimidos los comen y son fatales. Además, la aspirina, interfiere en la síntesis de la protrombina, ésta es una enzima que contiene la sangre y regula la coagulabilidad de la misma.

Cuando no hay protrombina, las hemorragias se manifiestan más. La as­pirina provoca en la pared del estómago microhemorragias, la sangre fluye con mayor facilidad y se aceleran los procesos y los agravamientos de males que conducen (felizmente en nuestro país no es tan frecuente todavía) el síndrome de Reya. Este síndrome, en EE.UU. es fre­cuente y mueren muchísimos chicos. Es una enfermedad prácticamente in curable cuando se adquiere, y se adquiere por el abuso de la aspirina, fundamentalmente en chicos; no es un síndrome de adultos.

Cuando se manifiesta, provoca vómitos, letargos, cefaleas, deso­rientación, delirio, agresividad en las criaturas. Uds. ven, un medi­camento simple como es la aspirina, los inconvenientes que puede crearnos y que marcha parejo, paralelo a lo que es la drogadicción, porque es una adicción a un medicamento y no hay un sólo medicamento que no traiga una reacción adversa. Si hubiera un medicamento con esas características, no serviría para nada; porque las modificaciones que provoca el medicamento en el organismo hacen que resuelva el aspecto para el que está indicado, pero puede haber una interacción con otro medicamento, por el estado de stress que vivimos regularmente, por lo que comemos, que puede interferir y crear una acción negativa más peligrosa que la enfermedad para la que se usó el medicamento.

Yo me voy a permitir hacer algunos comentarios, nada más que a tí­tulo ilustrativo... drogadicción no es solamente el consumo de "estupefacientes y psicotrópicos, sino el consumo de cualquier droga.

Uno de los males de moda de los países civilizados son las úlceras las gastritis. Hay dos poderosas drogas que la combaten y que llegan a curarla, es la cimetidina y la ranitidina pero cuando se las toma por cuenta propia traen problemas. Nuestro país es el que más medicamentos consume en el mundo. El argentino consume sesenta y ocho dólares por persona y por habitante por año. El norteamericano consume treinta y cuatro; el alemán cuarenta y tres; el brasileño veintisiete y en la India cincuenta centavos de dólar por persona y, por año, en la India porque no tienen medios para comprar; nosotros porque tenemos medios y porque todos nos sentimos médicos. Cada enfermo es un médico potencial. Cada padre, hermano o hijo tiene el atrevimiento de curar... "porque mi padre se cura muy bien con la ranitidina -yo doy el nombre genérico de la droga - y hay que ver que bien se le acabó la acidez, se le acabó la gastritis, tómatela, es cara, te va a hacer mucho bien."

En Inglaterra se han determinado una cantidad enorme de ginecomastias, es una enfermedad que produce un engrosamiento de los pechos en el hombre y en la mujer con tumoraciones y a veces con derivaciones cancerígenas. En el hombre produce una serie de disturbios sexuales terribles, puede provocar confusión mental y hasta puede llegar a provo­car hepatitis por el grado de toxicidad de la droga. Por eso, son me­dicamentos que absolutamente no deben ser usados si no es el médico el que se los receta, sólo el médico puede darlos. Por sapiente que sea el farmacéutico o el bioquímico que realizó la prueba del laboratorio o el padre que sea experimentado, nunca debe recomendarse un medicamentó activo como son los fármacos modernos que pueden conducir a dro­gadicción con consecuencias imprevisibles.

Hay un antiinflamatorio nuevo, que está muy de moda en todo el mundo; el ibuprofeno, es un antiinflamatorio y de paso analgésico que se toma impunemente, inclusive los laboratorios solicitaron al Ministerio de Salud Pública la aprobación como medicamento de venta libre. El ibuprofeno es muy activo, provoca irritación gastrointestinal, puede provocar toxicidad renal, cosa que conduce a la diálisis peritoneal y de ahí al trasplante de riñón, porque después de un tiempo no hay otro re­medio que el trasplante, cuando se consigue: y si se consigue, si hay compatibilidad; y si hay compatibilidad, cuánto tiempo dura esa compatibilidad. ¿Cuántos medicamentos conducen en nuestro país a la diálisis peritoneal? Son toda la cantidad de gente joven que hay en los hospita­les donde se hace diálisis, y vale la pena hacer algún día una visita de experimentación para que comprendamos cuántos analgésicos y antiinflamatorios tomados impunemente. Pero lo más grave es que el ibuprofeno puede provocar trastornos del sistema nervioso central muy graves. En EE.UU. cundo un piloto de aviación toma ibuprofeno, inmediatamente lo dejan cuarenta y ocho horas en tierra, porque este antiinflamatorio les hace perder la noción de distancia; se imaginan en un avión perder la noción de distancia... Es una de las pocas cosas buenas que tienen los yanquis: que dicen la verdad, aunque eso los lesione. En nuestro país ¿cuántos accidentes automovilísticos ocurren por la misma razón? o por haber tomado hipnóticos o tranquilizantes o antihistamínicos traen sue­ño, y muchas veces esos son los factores de desgracia. Eso es también drogadicción.

Ahora tenemos de moda el ginseng; ahora le hacen las permanentes a las mujeres con crema de ginseng. Es una yerba medicinal que crece en los países de oriente y que se conoce hace dos mil años. Comenzaron a importar a la Argentina, y los pistoleros que manejan la industria far­macéutica (hay muchas farmacéuticas que no son manejadas por pistoleros) importan ginseng y hacen (ginseng con cualquier cosa: vitamina con ginseng, fricciones, cremas para ondular el pelo. Está probado, y el Ins­tituto de Farmacología del Ministerio de Salud Pública lo determinó, el ginseng trae problemas seriamente críticos; tiene los mismos efectos que las hormonas corticoides. Si Uds. se imaginan los personajes chinos todos de cara redondeada porque tienen el efecto del ginseng tomado excesivamente, que es el efecto del corticoide. Es un síndrome especial que lo provocan los corticoides antiinflamatorios generalmente; los corticoides de hormonas sexuales no tienen ese problema. El ginseng puede provocar excitación, desvelo, nerviosísimo que puede llegar a crear una hipertensión regular permanente y también puede traer - lo que dijimos al principio - el agrandamiento de los senos de hombres y mujeres, que pue­de conducir inclusive a problemas tumorales.

Nada más común en nuestro país que las gotas nasales. ¿Quién de nosotros, cuando tiene la nariz tapada no va a la farmacia y compra Dasolin o cualquier cosa? Las gotas nasales, bajo ningún concepto se les da a chicos menores de cinco años y a personas mayores de se­senta porque puede provocar problemas terriblemente serios, no deben usarse nunca por más de una semana: y nosotros conócenos gente que las usa permanentemente, que las lleva en el bolsillo y que es su adicción que ya tiene a las gotas nasales. Puede provocarle complicaciones cardíacas muy serias, en el sistema nervioso central; puede haber parálisis de los reflejos nasales, hipotensión ocular, agravar síntomas de la diabetes. Y luego hubo en Argentina hace poco tiempo en un programa de televisión, una chica espléndida, ágil que decía: "tome Delgacín 10 o tome..." ¿si droga se llama fenilpropanolamina, es un simpáticomimético y trae complicaciones, muy serias; no debe darse tampoco a personas muy jóvenes ni a personas muy mayores. Esta droga puede traer dolores de cabeza, mareos, vómitos, sudores, palpitaciones, dificultad al orinar, temblores, irritabilidad, insomnio, alta presión arterial, y terminan con serios problemas y síntomas psicóticos, muchas veces para ser conducidas muchas veces directamente-al manicomio.

Otra cosa común: "estoy un poco gordo, acumulo líquido, me voy a comprar un diurético..." va a la farmacia y pregunta cuál es el más barato, y comienza a tomar diurético por su cuenta y aparecen los in­convenientes graves; gente a las que se le ponen los tobillos gruesos, y ya no es por acumulación de líquidos por si, sino por una des­compensación cardíaca porque eliminan más potasio del que corresponde hay trastornos de temblor, inestabilidad, calambres por la falta de a petito, nauseas, vómitos, crisis abdominales, cristaluria (pequeños cristales en los riñones), cálculos, puede haber depresión nerviosa, excitación, fatiga mental, miopía, edema de retina, y puede terminar en una pancreatitis hemorrágica que es una enfermedad sin remedio.

Luego viene otro capítulo, conviene que seamos conscientes de es­to; la interacción entre los medicamentos. La gente toma un poco de vino demás o una copa de cognac demás y enseguida toma una aspirina porque les clarifica, los despeja; o compran el Alkazetzer o el Alikal, que contiene la aspirina. La aspirina tomada juntamente con el alcohol antes o después, puede crear, acentuar la pérdida de sangre de las microhemorragias de la pared gastrointestinal y puede haber una acelera­ción en la emisión de sangre y hacer cuadros que a veces desorientan completamente al médico; y cuando se descubre la causa muchas veces es tarde y son la asociación de alcohol y aspirina. También es perjudici­al la asociación de aspirina y de vitamina C. Ahora lamentablemente, y sólo con un fin especulativo Bayer ha sacado la aspirina con vitamina C. La vitamina C acidifica la orina y aumenta la absorción de la aspi­rina y puede crear los problemas que dijimos al principio de la aspirina que interfiere síntesis de protrombina aumenta las hemorragias y se complican los cuadros, los que toman aspirina con bicarbonato de sodio, este baja la acción de la aspirina, no le pasa el dolor de cabeza se toma otra aspirina y hace el cuadro del circulo vicioso de cuadro tóxico, antidiabéticos orales tampoco pueden ser tomados impunemente, los corticoides absolutamente sino lo indica el médico, aunque se los recomiende el santo padre, Uds. no deben tomarlo porque las reacciones adversas de los corticoides con alimentos, con bebidas y con otros medicamentos pueden conducir a trastornos irreversibles de la capsula suprarrenal que es la que produce la A.C.T.H. normalmente. Las sulfamidas tomadas como aspirinas traen gravísimos problemas que hacen que la acción de la sulfamida se potencialice, es decir medio gramo de aspirina tomada con una sulfa de Bactrin o cualquier otro tomado con aspirina hace como si toma­ra dos gramos editamento de Bactrín con el peligro de cristalurias de graves problemas renales por excesiva dosis de la sulfa. Lo mismo pasa con los antibióticos, estos con alcohol absolutamente no deben ser toma­dos porque bajan la acción del antibiótico (ej. no porque yo tomo una copita de vino), una cucharada de vino solamente baja la acción del anti­biótico, el médico no obtiene resultado con ese antibiótico lo aumenta la dosis o le cambia el antibiótico inútilmente porque nosotros no nos hemos ajustado a la disciplina que el médico nos ha exigido.

Para terminar voy a dar una pequeña información de algo que es realmente insólito que haya ocurrido en nuestro país, en los diarios esta semana leí que la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires ha creado en todos los hospitales de la Capital Federal centros de ayuda a los jóvenes y a los adolescentes, todos alguna vez vemos algún chico que está haciendo alguna cosa rara, tenemos la obligación de orientarlo y que vaya a cualquier hospital. Dice este aviso de la Municipalidad "no solo nos preocupan los problemas del adolescente, también hemos instrumentado medios para solucionarlos: 13 consultorios del programa de salud del adolescente funcional en la ciudad de Buenos Aires a cual­quiera se puede acudir; padres e hijos en búsqueda de la ayuda del consejo preciso: Hospital Álvarez, Argherich, Duran, Fernández, Penna, Zubizarreta, Ramos Mejía, Pirovano, Piñeyro, R. Gutierrez, La Casa Cuna y Hospital Vélez Sarsfield. Esto es muy importante compañeros que ten­gamos esta información porque el médico que dirige cada servicio está asesorado por psicólogos o patólogos por gente altamente especializa­da y vamos a poder ayudar a resolver este problema.

Nosotros hemos felicitado a la Municipalidad desde nuestro orga­nismo profesional porque esta es una medida que tendría que haberse hecho hace muchísimo tiempo atrás; felizmente se ha implementado. No­sotros contribuyamos con las autoridades, con la gente que sabe que son los médicos a que los problemas de las drogas la manejen pura y exclusivamente los médicos. No tomemos en la medida de las posibilidades ni una aspirina en este momento. Hoy es muy fácil llegar a un mé­dico, un pariente, un amigo, un conocido en un hospital, en cualquier parte lo podemos localizar. Yo tengo la absoluta seguridad que el mé­dico va a sentir a gusto una consulta que se lo haga aún fuera del  consultorio para ayudarnos a resolver el problema, pero por nuestra cuenta compañeros el médico es el único autorizado en recetar medica­mentos, nosotros los farmacéuticos a prescribirlo como el médico lo indica, los bioquímicos a hacer los análisis de los males que pueden provocar los medicamentos, tendría muchísimo gusto si en algo no he sido claro que podamos establecer un diálogo unos minutos más y que pueda servir para clarificarnos o por lo menos para afianzar esto que yo he pretendido hacer una charla no muy aburrida pero tienen que te­ner en cuenta Uds. que tengo 72 años, las neuronas se me trastocan y algunas las pierdo y como subí unos cuantos escalones de escalera es fácil que se hayan sedimentado en la base del cerebro.


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