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La mordaza en la nueva universidad

CRITERIO DE JUSTICIA

El término justicia es una palabra y un concepto universal. Expresado de muy diversas maneras, siempre constituyó una de las metas fundamentales en el desarrollo de los pueblos.

Jalonan la historia, hombres que aún con su vida, empujaron hacia la consecución de ese bien supremo la justicia social.

Pero ocurro que hasta aquellos que niegan la justicia en su acep­ción universal, aquellos que al margen de la voluntad del pueblo usurpan el poder, que persiguen y reprimen, que sancionan y encarcelan, también hablan de justicia.

Hoy en Argentina de 1967 un grupo de hombres entronizados en el poder, a influjo y requerimiento de los intereses financieros internacionales, pretende aplicar a sangre y fuego, ese raro concepto de la justicia.

Este grupo, en la Universidad Nacional, encontró desde un primer momento, personaros aptos que cumplieron a pie juntillas sus instrucciones e interpretaron con fidelidad el "espíritu" de sus planteos.

¿Qué ejemplo más claro podemos encontrar, que nuestro propio inter­ventor Picena? ¿Qué individuo más apto que un mediocre como docente e inves­tigador, gendarme por vocación y reaccionario por autonomasia?

Personajes de similares condiciones, surgieron vertiginosamente a ocupar los puestos de dirección en la Universidad Argentina. Similar también fue su política de represión y de mordaza.

Habla por sí misma, la expulsión y suspensión do compañeros de Medicina y Ciencias Exactas de Buenos Aires, la suspensión de 27 compañeros de filosofía y Letras del Litoral desde hace más de siete meses, los 60 suma­riados, los 9 estudiantes apercibidos y lo que nos ocupa ahora particular­mente, la posible sanción de 5 estudiantes, en Medicina del Litoral.

Esta es la "lesión de moral", que hoy quieren dar a la juventud, quienes ocupan su cargo no por méritos propios, no por sus condiciones mora­les, sino porque en vez de caminar, reptan.

Se sanciona por cometer la "inmoralidad" de obrar acorde con sus pensamientos, de defender la Universidad Nacional pisoteada y de asumir defensa de las grandes mayorías nacionales, eternas desplazadas de las aulas universitarias.

¿Cómo es que los estudiantes sumariados y sancionados no comprendieron que lo "moral" es arrastrarse sobre el vientre, y lo inmoral es caminar de pie?

¿Acaso no saben que en la "nueva" Universidad y en la "nueva" Argentina, los serviles son los que progresan?

¿Por qué eligieron entonces el camino más difícil, el de la LUCHA?

Lo eligieron porque ellos saben -como lo sabe todo universitario argentino consciente- que ese es el correcto, el único que aporta al desarrollo y progreso histórico de los pueblos. Lo otro es antihistoria, lo otro queda como ejemplo negativo para futuras generaciones.

Hacemos llegar a los compañeros estudiantes y universitarios en general, esta copia del alegato de defensa de los estudiantes sumariados. A través de su lectura podrá extraerse el criterio de justicia que rige en la Universidad actual. Surge como se orquesta, a través de un equipo de delatores estudiantiles y colaboradores incondicionales del claustro docente, la parodia legal que avale la separación de la Universidad de quienes expresen libremente su pensamiento.

Pero en cualquier diccionario de escuela primaria, puede verse que JUSTICIA es: "virtud que nos hace dar a cada cual lo que corresponde".

No está lejano el día en que esto se convierta en una realidad. Los pueblos del mundo reivindican a diario su derecho de poseer lo que les corresponde, arrebatándoselo de las manos de quienes los explotan.

Ese día, aquellos que hoy aplican su criterio de "justicia", los Onganía, los De Juano, los Picena, serán juzgados por el pueblo, SOBERANO Y LIBRE.

 

Rosario, 15 de Mayo de 1967

Al Sr. Dr. Fernando V. Gaspary

Facultad de Ciencias Médicas

Expediente N° 1.419/67

De nuestra mayor consideración:

Tenemos el agrado de dirigirnos a Ud. para formular, en tiempo y forma, el descargo pertinente en el sumario indicado en la referencia.

El mencionado tiene su origen en nota elevada con fecha 9 de sep­tiembre del año ppdo. al Sr. oficial sumariante, por el Sr. Decano de la Fa­cultad de Ciencias Médicas, Dr. Juan P. Picena.

Consideramos oportuno analizar cada uno de los párrafos de la mis­ma en los que se hace referencia a hechos que se nos imputan, como así tam­bién las manifestaciones de quienes depusieran por ante el Sr. Oficial Suma­riante en el decurso del expediente.

1°) El Sr. Decano dice "...Al dictar la clase de la asignatura a mi cargo, con una asistencia de alumnos en cantidad normal y un grupo de médicos adscriptos, a los cinco minutos de iniciada se levantó el Sr. Oscar Jo­sé Bebán (Céd. de Identidad N° 1944733- clase 1944- Rioja 3291) quién sorpre­sivamente y en alta voz arengó a los asistentes invitándoles a retirarse de la clase profiriendo varias expresiones contra la acción del gobierno actual, refiriéndose a la autonomía universitaria y al desconocimiento de las actua­les autoridades".

Pasamos a analizar las declaraciones testimoniales rendidas:

a) Osvaldo Garrocq: "...que de diez a quince minutos de comenzada aquélla (se refiere a la clase dictada por el Sr. Decano) penetró un grupo de diez a once estudiantes que se ubicaron en las gradas de la parto supe­rior y en seguida uno de ellos, morocho, regular estatura, más bien delgado, de unos 23 años de edad, no recordando otros datos personales y del que ignora su identidad, pero que reconocería en caso de volver a ver, pues su pre­sencia la ha notado en varias oportunidades por la Facultad, se puso de pie y comenzó a expresarse de viva voz contra el Sr. Decano en forma descomedida y terminando por invitar a los presentes a retirarse como acto de repu­dio..."

b) Ricardo Bernardo Serenelli: “...que de la primera interrupción de la clase, si bien es cierto que admite puede haberse producido, no lo recuerda pues no prestó atención a tal cosa..."

c) Ampliación de Osvaldo Garrocq: "...que efectivamente Doba penetró a la clase del Dr. Picena en las dos oportunidades relatadas, creyendo que en la primera fue uno de los que habló..."

Guery Flores Franco: "...que al penetrar al aula estaban ya en ella, unos diez alumnos y varios profesionales que fueron llegando...a los pocos minutos de iniciada la clase, penetró un grupo de diez o quince estudiantes que se ubicaron hacia el final del aula, y de improviso uno de ellos cuyo nombre desconoce, que puede decir es de físico delgado, de mediana estatura, cutis blanco, cabello negro y lacio, no pudiendo precisar otros datos dado la distancia a que se encontraba de éste, interrumpió la diserta­ción del Dr. Picena, manifestando en alta voz sus opiniones con respecto a la actual situación universitaria, agregando que cada clase debía transformarse en asamblea..."

Rafael Luis Pineda: "...que a los pocos instantes de iniciada la clase, se puso de pie una persona delgada que llevaba bufanda, cuya identidad desconoce y que ocupaba las gradas más altas, juntamente con un grupito que aparentemente lo acompañaba, y a viva voz pretendió que se trans­formase la clase en asamblea...que no conoce a Marcelo Doba, Israel Felszen, José Roberto Franco, por cuya causa no puede precisar si estaban o no, agregando que según comentarios de la cátedra el último era el que había hablado en la primera oportunidad que penetrara el grupo a la clase..."

Bernardo Nudemberg "...que el día 29 de agosto ppdo. estando en la clase de Anatomía Patológica, en su carácter de médico adscripto a la cátedra de Dermatología, que era dictada por el Sr. Decano, y al promediar la misma entró un grupo de personas que presume eran estudiantes por llevar guardapolvos, que calcula eran de diez a quince, que lo efectuaba en forma tumultuosa y con los pies y se ubicaron en las gradas; a los pocos minutos un miembro del grupo se levantó de su asiento e interrumpió la clase a viva voz …(Pasamos a referirnos a las partes finales de las declaraciones del Dr. Nudemberg "...el grupo estaba constituido por personas de ambos sexos, que no puedo precisar la identidad de ninguno de los componentes del grupo. Preguntado diga si recuerda que haya intervenido en dicha clase previo a lo documentado o posteriormente a ello, otro grupo que se haya comportado en te­ma análoga, respondió: "...que no tiene presente que haya ocurrido lo que se le pregunta..." Preguntado diga: si ha visto o sabe que hayan intervenido en lo sucedido los estudiantes Oscar Bebán, Marcelo Doba, Roberto Franco, Jor­ge Porras Vilches, o Israel Felsser, respondió "...que por nombre no conoce a ninguno de ellos, ignorando por tanto si estaban allí, no sabiéndolo tampoco a oídas..."

Ignacio Pedro Luis Astore: "...habiendo llegado minutos antes que ésta comenzara (refiérese a la clase del Dr. Picena) y estando en ella instantes antes de que comenzara la clase, penetraron a ella un grupo de cinco o seis alumnos, uno de los cuales llevaba una bufanda, todos los cuales se ubicaron en la parte opuesta donde se encontraba, en las gradas superio­res. Al iniciarse la clase del Dr. Picena se puso de pie el alumno de bufanda para que se transformara la clase en asamblea para debatir el asunto del gobierno tripartito y la autonomía universitaria...que este estudiante es más bien morocho, más bien grueso, cabello oscuro y que en este acto por fotografía es el llamado Oscar José Beban, desconociendo la identidad de los que lo acompañaban..."

Eduardo Nilamón Bulacio: "...que el día de lo ocurrido siendo más o menos las 8:10hs concurrió a la clase de Anatomía Patológica a cargo del Dr. Picena...". "...que posteriormente se enteró que antes de haber llegado el que habla a clase, había habido un incidente análogo, pero que ignora quienes intervinieron en él. Que cree que Oscar José Bebán fue el orador a que hace mención y que el Sr. Israel Felsser, fue el que le pidió la identificación, no pudiendo precisar la identidad de los restantes..." (esta última declaración transcripta se refiere exclusivamente a los presuntos participantes en el hecho relatado por el Dr. Bulacio).

i)      Jorge Julio Tombolini "...que al disponerse a iniciar la clase se puso de pie un estudiante que luego supo se llamaba Roberto José Franco, e impidiendo que hablara el titular de la cátedra, manifestó a viva voz... “que no recuerda que salvo el aludido Franco, los demás (se refiere a los que se retiraron) hayan tenido participación activa en lo sucedido no pudiendo tampoco identificar a los demás integrantes del grupo a pesar de que a algunos los conoce de vista, no conoce sus nombras y apellidos...Pregunta­do diga si tiene conocimiento de que hayan participado de lo ocurrido Marce­lo Doba, Israel Felsser y Jorge Luis Porras Vilches, en su caso que intervención han tenido dijo “… que como no conoce por nombre a ninguno de ellos no puede precisar si estaban o no en el lugar de referencia..."

Conclusión: de todo lo precedentemente expuesto extraemos como hecho cierto lo siguiente:

De un hecho de la trascendencia aludida por el Sr. Decano y que ocurriera a los cinco minutos de iniciada su clase, los testigos manifiestan sus dichos de la siguiente manera: a) "de diez a quince minutos de comenzada aquella penetró un grupo, b) que si bien es cierto que admite puede ha­berse producido, no lo recuerda, c) se reitera este testigo deponiendo que los estudiantes penetraron en el aula, d) a los pocos minutos de iniciada la clase penetró un grupo de diez o quince estudiantes, e) a los pocos minutos de iniciada la clase se puso de pié una persona, f) preguntado diga si re­cuerda que haya intervenido en dicha clase previo a lo documentado o poste­riormente a ello, otro grupo que se haya comportado en forma análoga, respondió que no tiene presente que haya ocurrido lo que se le pregunta (el doctor Nudemberg estuvo presente en clase desde su inicio), g) antes de que co­menzara la clase, penetró a ella un grupo de cinco o seis alumnos, h) no puede testificar sobre el hecho a que estamos haciendo alusión, pero sí dijo que  al aula a las 8,10 hs. y que al disponerse a iniciar la clase, se puso de pie un estudiante.

Sr. Dr. Fernando V. Gaspary: podemos afirmar concluyentemente que alguno de los testimonios, absolutamente ninguno, reiteramos, es coincidente. 

De un hecho de la trascendencia aludida por el Sr. Decano y en él se indicara como partícipe al Sr. Oscar José Bebán, los testigos manifiestan sus dichos de la siguiente manera a) morocho, regular estatura, más bien delgado, de unos 23 años de edad, no recordando otros datos personales y del que ignora su identidad...b) pues no pudiendo precisar con exactitud si fue Bebán o Doba (aclaramos que se refiere exclusivamente al posible segundo he­cho ocurrido por cuanto no debemos olvidar que sobre el primero no lo recuerda pues no prestó atención), c) que cree que Doba fue el que habló en la primera oportunidad d) si bien desconoce el nombre puede decir que es de físico delgado, mediana estatura, cutis blanco, cabello negro y lacio. e) no describe fisonómicamente a los que hubieren participado en hecho. f) no describe fisonómicamente a ninguno de los participantes y manifiesta que a Bebán, Doba, Franco, Porras y Felsser no solamente no los conoce por nombre sino ni siquiera “a oídas”. g) es más bien morocho, más bien grueso, cabello oscuro y por fotografía señala a Oscar Bebán. h) que no conoce el primer hecho y sindica a Oscar José Bebán como el orador del incidente en el que él participó. i) se puso de pie un estudiante que luego supo se llamaba Roberto José Franco.

Sr. Dr. Fernando V. Gaspary: podemos afirmar concluyentemente que ninguno de los testimonios, absolutamente ninguno, reiteramos, es coincidente.

Quiere decir, entonces, que si no se puede determinar si los presuntos revoltosos estaban en el aula antes de iniciarse la clase o irrumpieron en ella después de su iniciación,(consideramos suficientemente avalada nuestra expresión con los testimonios transcriptos), menos puede concluirse quién sería el alumno que interrumpió la clase del Sr. Decano(para ello basta recordar a Ud. expresiones como esta: grueso, delgado, de mediana estatura, alto. Como también estas: que cree que Doba fue el que habló en la primera oportunidad, ni de oídas los presuntos participantes, más bien morocho, cutis blanco.  

3) De un hecho de la trascendencia aludida por el Sr. Decano, y en el que se habrían proferido expresiones contra la acción del gobierno actual refiriéndose a la autonomía universitaria, y al desconocimiento de las actuales autoridades (en ningún momento contra el Sr. Decano), los testigos manifiestan sus dichos de la siguiente manera. Mejor dicho, extractaremos sus expresiones, a saber: ninguno dice que hubo expresiones contra la acción del gobierno actual; que el interés era solicitar una asamblea de estudiantes, que manifestaban su disconformidad con la Ley 16.912; etc., etc.

¿Qué podríamos decir teniendo en cuenta los testimonios sobre la cantidad de participantes en el hecho? Que fue un grupo de diez a once; que no sabe cuántos fueron porque no recuerda el hecho; que fueron diez o quince; un grupito; que no tiene presente el hecho; un grupo de cinco o seis alumnos que posteriormente se enteró que antes de haber llegado, el que habla, a clase había habido un incidente análogo; y el testimonio de Tombolini­ no puede decir cuántos irrumpieron en clase pues el sostiene que se puso de pie un estudiante antes de iniciarse la clase de Picena.

Sr. Dr. Fernando V. Gaspary: si hemos concluido que los testimonios no son coincidentes, sabemos que Ud., a esta altura de su lectura también lo está. Independientemente de ello, queremos hacerle notar que en ningún momento ha pretendido el Sr. Sumariante Instructor averiguar la identidad de: “... alumnos en cantidad normal y un grupo de médicos adscriptos". Ello es importante por cuanto no solamente hace a la nulidad absoluta de todo lo actuado por dicho funcionario sino también a lo cumplimentado por el Sr. Decano en su expresión "...a los efectos que hubiere lugar". Es evidente que puede hablarse de parcialidades, que podría decirse de ineptitud. No queremos decir que así sea; solamente afirmases que el sumario es nulo, de nulidad insanable.

Permitida esta digresión, nos referiremos a nuestro testimonio:

Israel Felsser: antes de iniciarse la clase del Sr. Picena, se retiró de la misma. Roberto José Franco: ese día no estuvo en la Facultad. Oscar José Bebán ese día no estuvo en la Facultad. Marcelo Doba: no estuvo en la Facultad.

Sr. Dr. Fernando V. Gaspary: ¿podrán ser dignas de crédito nuestras declaraciones? Ello no lo dudamos un solo instante. Coadyuvamos para con Ud. y para que así sea, repase las descripciones de los presuntos participantes que efectuaran los testigos; cotéjelas con los datos de peso y altura que  adjuntamos. Cabe a Ud. evaluar la importancia que para individualizar al suscripto Roberto José Franco -teniendo en cuenta su crónica afección visual- nadie haya mencionado que alguno de los integrantes do los grupos usara anteojos.

Conclusión los testimonios son nulos de nulidad insanable. Ahorramos a ud. la "presentación" de cada uno de los testigos por ante el Instructor Sumariante ya habrá observado Ud. que ninguno de ellos prestó juramento. Ud. ya debe saber también que, si bien es cierto que uno de los testigos no exhibe documentación por ser de conocimiento personal del Sumariante Instructor, otros lo hacen. Preguntámosle ¿y el resto? Los testimonios son nulos, tan nulos como la nulidad misma.

¿Necesitaríamos aquí constituir domicilio legal en caso de que no se ordenara el archivo de estas actuaciones) o, en caso que la autoridad de­cidiera adoptar medidas contra quienes, sin seriedad, han pretendido señalar como partícipes de los hechos denunciados por el Sr. Decano, a quienes nada tuvieron que ver con ello?

Nosotros, en nuestro carácter de estudiantes, en nuestra condición de ciudadanos argentinos, y con el solo y único objeto de defender los dere­chos que nos asisten, lo dejamos constituido en Avda. Corrientes 987 ofici­nas 5 y 6.

Queda aquí planteada la expresa reserva de los recursos administrativos correspondientes en caso que la resolución a por Ud. dictarse, nos perjudique en nuestra condición de alumno) y, expresamente reservados los dere­chos, en ese específico caso, por ante el Juzgado Federal que correspondiere y todos los que de esa instancia derivaren, como así también, por ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, independientemente de la acción de amparo y la prohibición de innovar a que en derecho tuviéremos lugar.

Sr. Dr. Fernando V. Gaspary, serene Ud. su ánimo; sepa Ud. ser ecuánime. Las conductas saben ser inconductas. ¿Habrá restañado el Dr. Gaspary sus heridas?

No queremos preguntarle si se siente Ud. capaz de administrar jus­ticia; pero si sabemos que debe sentir preocupación, profunda preocupación, por esta responsabilidad que debe asumir. ¿Podrá Ud. decir como nuestro Sr. Decano que se inhibe de fallar por ser juez y parte?

Creemos que la Universidad debe contribuir a la formación integral del estudiante. Somos fervientes sostenedores del gobierno tripartito. Luchamos por la Autonomía Universitaria en el sentido, en la razón de ser que fue 1918, como histórico punto de partida con el simbólico hecho de tumbar la estatua de Trejo y Sanabria. Si por nuestro pensar y hacer, debemos ser juzga­dos, ya estamos al desnudo frente a Ud. y frente a los que, como nosotros, anhelan los mismos ideales. Estas ideas no son de nuestro patrimonio exclusivo como tampoco es la Universidad patrimonio de minorías selectas.

Resumimos nuestro pensamiento en la transcripción literal de un párrafo del Manifiesto Liminar (junio 21, 1918) de la Reforma Universitaria: "...reclama un gobierno estrictamente democrático y sostiene que el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes. El concepto de autoridad que corresponde y acompaña a un director o a maestro en un hogar de estudiantes universitarios no puede apoyarse en la fuerza de disciplinas extrañas a la sustancia misma de los estudios. La autoridad, en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando: enseñando”.

“Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y de consiguiente infecunda. Toda la educación es una larga obra de amor a los que aprenden. Fundar la garantía de una paz fecunda en el artículo conminatorio de un reglamento o de un estatuto es, en todo caso, amparar un régimen cuartelario, pero no una labor de ciencia. Mantener la actual relación de gobernantes a gobernados es agitar el fermento de futuros trastornos. Las almas de los jóvenes deben ser movidas per fuerzas espirituales. Los gastados resortes de la autoridad que emana de la fuerza no se avienen con lo que reclaman el sentimiento y el concepto moderno de las Universidades. El chasquido del látigo sólo puede ru­bricar el silencio de los inconscientes o de los cobardes. La única actitud silenciosa, que cabe en un instituto de ciencia es la del que escucha una verdad o la del que experimenta para crearla o comprobarla".

Han quedado demostradas palmariamente las incongruencias del su­mario, no hemos participado en los hechos a que el mismo hace referencia.

Por todo lo expuesto a Ud. pedimos

1) Se nos tenga por contestado en tiempo y forma el traslado co­rrido.

2) So nos tenga por domicilio legal constituido.

3) Se nos tenga por reservado el derecho de interponer los recursos que por vía administrativa correspondieren.

4) Se nos tenga por reservados los derechos de interponer por ante la Justicia los recursos a que en derecho hubiere lugar.

5°) En definitiva se dicte resolución teniéndosenos como no partícipes de los hechos a que hace referencia el sumario instruido.

Saludamos a Ud. muy atentamente

 

Oscar José Beban       

Israel Felsser

Roberto José Franco

Marcelo Doba

 

"HAY CIRCUNSTANCIAS EN QUE CALLAR ES MENTIR, PORQUE EL SILENCIO PUEDE SER INTERPRETADO COMO AQUIESCENCIA."

Miguel de Unamuno

 

Salamanca, 12 de octubre de 1936


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